El delfín

Y creamos el mar en mundo poema. El agua era magnífica, de diferentes colores, una obra de arte como no podía ser de otra manera. Me lancé a darme un chapuzón. La temperatura era idónea. Pero este mundo iba creciendo poco a poco y, al seguir nadando, salí del mar de mundo poema. El agua era más fría y oscura y había algo que intentaba arrastrarme hasta el fondo. Era la fuerza de la rutina, el sistema manipulador y corrupto, la sociedad consumista, todos aunando sus fuerzas y estirando de mí hacia el fondo más profundo. Y ahí fue cuando lo vi. Ese delfín maravilloso y placentero vino a salvarme del mundo entero. Era grande y precioso. Me agarre a su lomo y me llevó de vuelta al mar magnífico de mundo poema. Su piel era suave y tersa y daba un gusto tremendo acariciarlo. El delfín también disfrutaba de mis caricias y su mirada brillaba y sonreía. Me llevó hacia la orilla de una isla encantadora y me presentó a sus amigos, un sapo y un bicho. El bicho vendrá luego, me dijo, cuando yo me haya ido. Todos eran revolucionarios del amor y seguimos construyendo mundo poema desde la isla. Le di un abrazo muy cariñoso al delfín, acaricié al sapo bailongo, los llené de besos y prometimos vernos pronto.