Herida hospitalaria

Para el poeta Claudio Rodriguez eso es el amor. La mayor hospitalidad que a veces duele, pero es un dolor que sana. El amor nos abre sus puertas, queremos demostrarle más, queremos sentir más, queremos tenerlo siempre cerca y, sobre todo, queremos que nuestro amor sea eterno. Pero no sabemos cómo hacer todo eso, y esa hospitalidad del amor se hace herida. Pero sabes qué te digo, cariño mío, bienvenida la herida de tu amor, porque tu amor me hace sentir mejor, y esa herida que me provoca me hace sentir vivo y por fin todo tiene sentido. Puede que no te tenga en mis brazos pero ya te he conocido y te amo, he descubierto el amor contigo, al niño que hay en ti, sí, a ese niño que juega conmigo y que siempre he querido. La ternura que me insuflas, el cariño que recibo, el amor que llega directo a mi corazón por el camino del espíritu, todo se encarna a mi lado y toma tu forma, y cada noche hay un encuentro magnífico en mi alcoba. Charlamos, reímos, jugamos como niños, descanso entre tus brazos y acaricio tu ombligo. Te cuento mil historias, te recito unos versos y tú me das unos besos, y viceversa, te recito unos besos y tu me das unos versos con las yemas de tus dedos contactando con mi piel. Y después del poema de tu tacto y estando yo en tu regazo me pintas, soy tu cuadro y el amor es la pintura que es tu arte y perdura, somos dos seres con un alma entrelazada, un espíritu que nada en la tierra de lo sueños que nuestra alegría da vida provocando nuestro encuentro. Ay, como amo estado herida hospitalaria que sonríe con tu boca, que es la guinda de mi alma.