
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
miércoles, 28 de agosto de 2024
Navegar la incertidumbre
Estoy dispuesto. El mundo está lleno de certezas que terminan siendo falsas pero dan seguridad al que dice poseerlas. Mi amiga es la duda. La coherencia no es mantener siempre la misma línea de pensamiento cuando el entorno cambia, las circunstancias también y todo y cada uno de nosotros cambiamos a diario. Si pensamos en cómo éramos hace veinte, quince o diez años, nos damos cuenta de la cantidad enorme de cambios que hemos tenido. Por eso la certeza es una mala consejera. Todos los días son nuevos y distintos aunque nos parezcan el mismo y nosotros insistamos en ser como ese idéntico día que no existe. Ser coherente no es ser predecible. La coherencia tiene que ver más con el interior de uno mismo. Todas nuestras mejoras, nuestra evolución, el conocimiento que vamos adquiriendo y poniendo en práctica, el amor, hacen que el conocimiento sentido sea distinto ahora en el presente. Por eso lo que en el pasado me parecía normal, hoy no se nos ocurriría realizarlo, es más, nos asombra que lo hiciéramos entonces. Y también nos alegran los cambios que nos han traído hasta aquí. Navegar la incertidumbre es también navegar los cambios. Somo seres cambiantes que navegamos por el mundo. Yo soy tan cambiante que cambié incluso de mundo. Y voy con el amor a cuestas revolucionándolo todo y cada instante, cada segundo.
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