
Cualquier cosa puede ser interesante, eso depende de cada uno. Y en un acto de humildad en el que apenas me reconozco, bajaré un escalón más, y adoptaré todo aquello que me suene interesante, para moldearlo con mi intelecto, transmitirlo con mis dedos en pleno tecleteo, donde un sonido maquinal se transforma en fenomenal, y ahí es donde lo interesante empieza a sonar, y la música de la comunicación fluye y se expande, generando un baile vital del que todos formamos parte.
domingo, 18 de agosto de 2024
Tengo tantas cosas que decir
Que muchas las digo en silencio. A través de la mirada, con los ojos, absorbiendo el movimiento, y también con el rostro, sonriendo. También habla mi cuerpo, con ese ligero estremecimiento que provocan tus caricias, con el oleaje de mis pelos electrificándose de placer al sentir tus sentimientos, como se aposentan en mi piel, como penetran hasta el tuétano. Tengo tantas cosas que decir, lo que siento, lo que estoy sintiendo, lo que no sentí ni aún queriendo, lo que sentí imaginando, lo que inventé en los recuerdos, lo que nunca pasó y me hace daño y también lo que pasó de largo, sin verme, despreciándome y, más tarde, arrepintiéndose. A veces en una tarde tranquila y sosegada habla la memoria; otras, sin embargo, la imaginación engaña al recuerdo o, por lo menos, cree o quiere hacerlo, conversan en mi cabeza, juegan en un tablero, discuten y tiran todas las piezas. Se acabó la tranquilidad y el sosiego, se acabó también el juego. Tengo tantas cosas que decir que las pronuncio en susurros, las escribo con tiento, a veces mojando el papel con lágrimas que emocionaron mi recuerdo, otras, risas y carcajadas de puro contento. Tengo tantas cosas que decir, pero no al mundo, sino a ti.
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