martes, 23 de junio de 2009

Vida hospitalizada

Y aunque aquí no termina todo tampoco se arregla nada. La vida hospitalizada es mera publicidad regalada, intermedio de esa película privada, realidad presente del sueño viviente, tiempo del funcionario que vegeta a diario. Enfermeras en espera, médicos en punto muerto, enfermedades que corren y vuelan, y, cuando menos te lo esperas, se aposentan en tu entorno y hacen del día un bochorno.