martes, 30 de julio de 2013

Puedes contar conmigo

Los problemas no son importantes, son más bien vulgares, todo el mundo los tiene, lo importante es como se afrontan. El fracaso puede ser hasta bueno, aleccionador, abre los ojos, te da alas para un nuevo intento y, a la vez, te pone los pies en la tierra. La verdad es que ahora que releo lo que acabo de escribir me dan ganas de fracasar constantemente, pero si lo pienso mejor, me doy cuenta que el verdadero fracaso no es no tener éxito sino no intentarlo. Por eso intento escribir a diario, aunque sea mal y poco. Pero a veces hay bloqueos, uno se queda en blanco, aunque eso era al principio, últimamente lo que se queda en blanco es el resto del mundo, hasta mis dudas se blanquean, estoy solo yo caminando en la nada, la nada blanca, claro. La página en blanco lo ha contaminado todo y es entonces cuando me percato de que no me podía pasar otra cosa mejor porque voy a tener que inventarme el mundo. Pero tengo miedo. Sabiendo lo que sé no puedo dejarlo todo otra vez como estaba. De repente una idea, una voz, una calma sosegada, una dicha paciente y la valentía poco a poco insuflada por una frase: puedes contar conmigo. Sonrío e intento abrazar a la persona que me regala estas palabras, pero soy yo mismo. Asombrado, me doy cuenta de que estoy hablando delante de un espejo; sí, me hago viejo, no me distingo ni reconozco mis propios consejos. Pero estoy escribiendo. Y poco a poco el mundo va apareciendo, más lucido, más brillante, más intenso. Mi mente fantasea, mis manos escriben, mi corazón crea, las frases me rodean, danzan a mi alrededor, pienso en el amor y sigo escribiendo. Fracase o no, ahora me siento mejor. Y con voz poderosa digo: puedes contar conmigo.

domingo, 28 de julio de 2013

Tengo una cita con la felicidad

Despierto de un sueño reparador. Unos lametones de mi querido perro me dan la bienvenida a un nuevo día. Salgo al balcón a ver la mañana de domingo recién hecha que me saluda con brisa ligera. Tostadas con mermelada de arándanos, música clásica radiada pintando en el silencio matutino y todos los problemas diluidos. Lo irresoluble de ayer, las dudas, la angustia, hoy nada de eso tiene sentido. Qué rica la mermelada. Un libro se abre para mí y sus páginas me hablan. Hoy todo parece especial, incluso lo más normal. El sol salió por la noche y no acaba de despertar, está desentumeciéndose entre nubes que sonríen al pasar. El viento airea mis axilas creando un preámbulo de cosquillas. Parece que el paraíso se ha pasado por mi piso y lo mismo es distinto y lo igual, diferente. Y las páginas se callan, el libro se cierra y sorprendido me quedo al ver mi pequeña agenda, donde leo que hoy, sin ir más lejos, tengo una cita con la felicidad.

Carencia

El amor es maravilloso pero ¿cuánto dura? y ¿cómo empieza? Sócrates decía que el amor es deseo, y el deseo es falta. El amor es la carencia de la media naranja que completa esa unidad superior de dos. ¿Qué hacer cuando nuestro deseo ha sido satisfecho y poseemos a la persona que amamos? Si el amor es deseo y ese deseo ha sido satisfecho parece evidente que el amor se irá diluyendo. ¿Cómo o qué hacer para que ese amor dure en el tiempo? Desear a diario, hacer que el amor renazca con cada amanecer, que nuestro deseo crezca en progresión temporal. Y el truco para desear a diario es la ilusión. Parto de la ilusión de tenerte para desearte y amarte. Y con una renovación constante intento, a través de la ilusión primigenia, tener la posibilidad de acceder a la verdad. Y tanto la ilusión como el deseo como el amor me dicen que la verdad eres tú. Y este asombroso círculo que se cierra con nuestra unión comenzó a fraguarse con la soledad y la carencia.

viernes, 26 de julio de 2013

Días de verano que son como una tarde de amor

Idéntica sensación de haber acometido con valentía el sexo durante horas, cuando dos cuerpos, pegados por el cansancio, lenguas saladas que chasquean a cámara lenta y comprueban al pasar por los labios que tienen el sabor del otro. Piel húmeda que se despega como un sello antiguo al sentir el calor de un sol seco que parece devolverle a la vida, lo vemos retorcerse lentamente y oímos el sonido cuando se despega del papel amarillento, el mismo sonido del brazo ajeno que se separa de mi pecho. Las manos no se deslizan, son caricias que reptan, pensamientos de sauna a menos de treinta y tres revoluciones, movimientos de gusano viejo y tu sal en mis ojos. Una lágrima se balancea en el columpio de mis pupilas donde tú te reflejas, producto del recuerdo generado por estos días de verano que son como una tarde de amor. Se desliza por mi rostro provocando cierta tensión sensual en mi piel. Mis labios, temblorosos, buscan su contacto y la magia del momento me devuelve tu sabor en la ilusión de mi llanto.

Cuando comprendes

Que la felicidad puede estar en un día de lluvia. Que el verdadero placer no tiene prisa. Cuando comprendes que, como decía una canción, el amor está en el aire, y también, por qué no, en el dolor. Cuando comprendes que todo se aprende y, que si quieres ser feliz, nunca se termina de aprender. Cuando comprendes que no todo consiste en comprender, que la sabiduría reside en aplicar los conocimientos y el amor no sólo es entregarse, a veces, también es desaparecer, hacerse transparente, volverse nube en un recuerdo que no existe. Cuando comprendes que el silencio es música y que a veces duele, que estar callado puede ser sinónimo de honradez y de mentira. Cuando comprendes que la experiencia no son sólo años de vida sino momentos de alegría, que, para ser feliz, siempre es necesario hacer feliz a alguien más. Cuando comprendes que si estás aburrido es que nada has comprendido. Cuando llega ese día, has descubierto el sentido de la vida.

jueves, 25 de julio de 2013

Seré tu brisa

Que en un día de intenso calor, cuando una película de sudor recubra todo tu cuerpo, te refresque con dulzura, colándome por tus rincones más necesitados, envolviéndote como un tenue torbellino de placer divino que hará despertar tus sentidos, ahora abotargados por el bochorno estival, y provocará, con su voluntariosa continuidad, un cosquilleo que tu mente interpretará de tal manera que creerás ver sonreír a tu alma al recordar ese beso materno, que darías lo que fuera por hacer eterno, ese sabor misterioso que te descubrió el primer beso amoroso, esos miles de besos que la historia de tu vida te trae ahora en una ola que te baña, que te moja, que te deja humedecido y suspendido en un instante que muy bien podría ser considerado como felicidad. Seré tu brisa. Y cada vez que sople en tu piel, tú, mi amor, serás la miel de mi vida, mi energía del día. Yo tu soplo y tú, mi alegría.

lunes, 22 de julio de 2013

Mi hogar está a miles de kilómetros

A pesar de que vivo donde nací. El universo se expande y los sentimientos se proyectan. La distancia a veces se multiplica y otras se hace chica. Mi hogar está en tu corazón y en mis ojos tengo la llave. Cuando los cierro se abre una puerta en mi mente, siento tu cuerpo tan cerca que hasta lo noto caliente. Hay una nube en el cielo y, si cierro los ojos, es sólo el vaho de tu aliento que intensifica mi anhelo. Y si un rayo de sol se cruza en mi camino hago caso al destino y cierro los ojos y veo tu rostro brillar tan cerca que lo lleno de besos. Cuando la lluvia me visita y me empapo, cierro los ojos, y las gotas que por mi cara se deslizan son ahora tus manos que me acarician. Y si oigo una melodía que puede arreglarme el día, cierro los ojos, y disfruto de tu compañía. Y ahora voy como los ciegos, palpándolo todo, siempre contigo, siempre a tu lado, con mi amor de cualquier modo. Saboreo tus labios, pinto en tu piel con mis dedos y los colores de tus deseos. Nuestros cuerpos entrelazados, sudando amor en compañía de un ligero viento y, de repente, abro los ojos y veo los tuyos. Ya estoy contento.

domingo, 21 de julio de 2013

Más que un sentimiento, una forma de vida

En el silencio de tu mirada están todas las palabras que mi corazón necesita escuchar. Es tu respiración la que sustenta mi tranquilidad; tu presencia, un concierto, un festival. Y si pienso en ti sonrío, me animo, me excito, cambia a un ritmo alegre mi palpitar. ¿Pero cómo no pensar en ti? En todos mis pensamientos hay parte tuya. Siempre hay una conexión hacia ti, un recuerdo que se engarza, una relación inesperada, una sorpresa instintiva, algo que se ilumina: ere tú que me agasajas. Oigo tu voz incluso cuando no dices nada. Y cuando estoy solo tu sonrisa siempre me acompaña. Esa es tu magia, tu eterna presencia a pesar de la distancia. Imagino tu mano en mi hombro, deslizándose con lentitud precisa hacia el pecho, tus labios rozando mi frente y mi rostro sonriente buscando tus labios. Y lo imagino tan bien que no sé si lo estoy soñando. Abro tu carta, dices que vendrás pronto, pero, en realidad, yo sé que nunca has marchado. Sigo leyendo y entre tus frases huelo tu encanto. Imagino, pienso, sueño... sé que siempre te estoy amando.

miércoles, 17 de julio de 2013

Desde la ventana

El aire estaba impregnado de calor y lleno de gritos de chavales, de pitidos de coche, de acelerones y frenadas, de golpes de pelota sin ningún tipo de ritmo o con una confusión de ellos. La copa del árbol saludaba con un ligero vaivén y un pájaro planeaba intentando romper el bochorno veraniego. El amor estaba en el aire pero desde la ventana no se veía, sólo se le oía sudar. El cielo eructó y, como los niños pequeños después de un biberón, regurgitó algo de comida y la vomitó, dejando grises a las nubes claras. Otro trueno más. El pájaro dejó de planear y cierta zozobra sobrevoló el entorno. La copa del árbol se agitaba sin consideración, parecía borracha. Los chillidos desaparecieron y la pelota dejó de botar. Dos truenos más y las nubes abrieron su puerta. Y, desde la ventana, una cortina de agua me filtraba el paisaje. El olor a mojado entró en casa y me susurró al oído el placer que afuera esperaba, la danza en la lluvia, me dijo, adéntrate en la tormenta, mójate. Salí de casa. La calle solitaria y limpia, la luz húmeda de las farolas sonreía, mi rostro mojado y, en el cielo, el sol guiñando un ojo y jugando con el arcoíris. El amor está en el aire, pensé.

domingo, 14 de julio de 2013

Me gusta

Escribir cartas donde poder contarte que me gusta ser la brisa que te envuelve en esos días calurosos que te gusta desnudarte para el sol que ilumina el mundo que le gusta que compartamos nuestros gustos. Me gusta gustarte, como no, y ver y sentir la felicidad que chisporrotea en tu rostro y que hace brillar tus ojos que me miran, en donde mi reflejo bucea y nada hasta tu corazón donde me gusta cantar y marcar un ritmo alegre que te incita al baile. Me gusta creer que soy importante para alguien, sin importar que sea cierto, me gusta ver dragones volar. Me gusta saber que te gusta que me guste abrazar nubes. Me gusta pensar que hay un diálogo cuando nos miramos en silencio, que cada caricia es un libro y cada beso, un cuento, que empieza como una aventura que nunca termina, pues después de un beso viene otro cuento y mientras te lo cuento te beso. Me gusta despertarme en medio de tus sueños y vivir en tus recuerdos. Me gusta susurrarte al oído que te quiero mucho mientras sueñas lo mucho que te quiero. Me gusta despertarme sabiendo que aunque no estés te tengo. Me gusta gustarte y que despiertes mi deseo. Me gusta despertarme con el sabor de tus besos.

La revolución sagrada del amor

Eres la nube que da agua a mi corazón. El árbol que da sombra a mi ardiente deseo sexual. Eres la luz, la risa y el llanto. Eres excepcional, eres normal, eres y no eres para tanto, pero para mí, de una u otra forma, eres, y eso ya es demasiado. Eres mi revolución particular, eres también a quien venero; por tanto, lo más sagrado. Y yo soy las caricias que me has dado, y las que sólo has pensado, las que no pudiste dar, las que pensabas dar y se te olvidaron, incluso las que diste a otros, y las que imaginaste con aquella ilusión borboteando. Soy tu prolongación y tú mi estado. Daría la vida por ti, mi nube, mi árbol, mi luz, mi risa y mi llanto. Tu amor revoluciona mi cuerpo y lo hace más sagrado.

jueves, 11 de julio de 2013

El aleteo

Contenía un mensaje que resultó ser también una sorpresa, pero no una sorpresa normal sino una sorpresa doble. Porque lo que nos sorprende siempre está ahí, pero la mayoría de veces no lo vemos, la cotidianidad lo camufla, la maravilla nos ronda pero se nos hace transparente. La realidad en sí es fantástica, sólo hay que estar predispuesto, a dar el aleteo, a verlo, a sorprendernos. Y una de las sorpresas del aleteo fue su ritmo, un batir de alas a contratiempo con la vulgaridad, que me hizo levantar la cabeza, comprender que para estrellarse hay que despegar primero, un aleteo con una sonrisa incorporada, con una visión de regalo, un batir de alas que era la contraseña para una vida plena, el click que abría la puerta a un nuevo mundo. El aleteo se incorporo a mi corazón y, mascando nubes, planeaba de la única forma posible: por el cielo. Un piano imaginado comenzó a tocar la melodía del instante que iba pasando de poro a poro hasta recorrer toda mi piel. Un coro de pájaros llevaba el ritmo con su aleteo. Abrí los ojos intentando pensar que todo había sido un sueño y al pasar la lengua por los labios de forma involuntaria, un trozo de nube se deshizo en mi paladar celebrando lo fantástico del momento.

domingo, 7 de julio de 2013

El camino apropiado

Una luz difuminó la nebulosa en la que me encontraba. La crisis se había apoderado incluso de los corazones. Las personas estaban tan mecanizadas como los trabajos mal remunerados. Los contenedores de basura eran los nuevos supermercados: un desperdicio, un centavo. Grandes almacenes de ropa de segunda mano. Coches usados como casas, colegios abandonados, comida basura pero en plan delicado, sin vitaminas ni proteínas pero en platos muy bien presentados. Sustancias para mitigar el dolor que tú mismo has provocado. Gobierno de descerebrados. Voy de camino al trabajo. Un loco recita versos con una flor en la mano: si quieres me das tu amor y al fin me harás millonario. Nadie quiere entender el mensaje del visionario. Sigo andando tres pasos más y me paro. Doy media vuelta y deshago los pasos dados. Toma un puñao de sonrisas y este cariñoso abrazo, termíname tu poesía y ahora me harás millonario. Por fin un alma gemela, un amigo, por fin la excepción de la regla. Un abrazo consumado y el poema he terminado. Y a la vez los dos decimos: este es el camino apropiado.

El amor es la virguería

Está latente en todos los actos de la vida, esperando un pequeño empujón, una cara de asombro y de alegría, una mirada que penetra y comprende, un ojo que ve y no uno que mira. El amor está en la alegría de la costumbre, en el asombro del día a día. Es la pura virguería pues no se compra ni se vende, no depende, el amor es tal maravilla que cuando se comprende, uno ni espera ni desespera, uno ama sin pensar jamás en ser comprendido porque es la única manera de amar a la vida. El amor es tan fantástico que nunca muere, es la suprema virguería que eterniza, es un beso que nunca termina, un abrazo sempiterno, una mente sin cortinas, un atleta sin tiempo, el continuo devenir, un descubrimiento lento, el amor es la aceptación de todo momento. El amor está en la muerte, en los llantos y en el descontento. El amor está esperando en tu pensamiento. Y también está en el alma, y en el corazón, y en el sexo.