jueves, 28 de noviembre de 2013

Ajeno

Mi amor por ti sigue creciendo, no hay una explicación, no hay un porqué, es lo que siento. Nadie sabe cómo ha sido, pero desde ayer ha crecido. Y aquí, ajeno a todo, sin querer, descubro y me entero que tu amor por mí se ha perdido. Que aunque no me hayas querido nunca, mi amor crece y crecerá, cariño. El dolor remite pronto y, como un niño, sigo los dictados de mi corazón como si fuera un gran balón, el balón del juego de los sentidos, el balón sentimental del niño que siempre va conmigo. Aquí, ajeno a todo, no estoy solo, mi amor por ti está conmigo. Desahuciado del querer, con hambre de caricias y pasando frío de los besos gélidos que solo imagino, que no llegan, que los asesinó el destino, aún con todo, mi amor por ti está conmigo.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Poeta de amor

Quiero ser. Y en este gobierno de entresijos lanzar una bomba de placer, que la felicidad explote y se expanda por doquier. Si todo es tan sencillo ¿por qué no lo queremos ver? En poeta de amor me transformo y voy a dejar de ser un adorno para que mi carne, mi alma, mi ser, todo en mí, te pueda querer. Desde ahora y para siempre, estés dónde estés, a millones de años luz, o tal vez aquí enfrente. Poeta de amor es mi meta, poemas compuestos de besos, sonetos de mil caricias y mi corazón en una maleta. Viajo hasta ti mi amor para cantarte la vida, para darme por entero, para que te sientas mejor. Poeta de amor desnudo, lienzo de piel, cuadro de fundidos sexos, dejaré tu corazón libre de todo nudo. Todos los dulces sueños del mundo a base de besos serán cumplidos. Y este pequeño poeta, mi amor, a tu lado estará siempre, escribiendo estrofas de sentimientos, jadeando versos, siempre juntos, felices todos: tú, yo y el mundo.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Un mundo saturado de amor

Lo busco. Pienso en él. Voy a empezar a construirlo. ¿Qué puedo perder? Busco voluntarios que sean capaces de leer en mis ojos tal propósito. Mi amado perro ha sido el primero en apuntarse a semejante aventura dando saltos de alegría; ese es el talante idóneo. Voy a construir un mundo saturado de amor sin aspavientos y en silencio. Y así serán los voluntarios, como la voluntad, silenciosos dentro de su musicalidad. Empezaremos por sentir lo que hasta ahora nos prohibíamos percibir. El despertar será a la vez sorpresa y alegría, pero no solo hoy o mañana, sino cada día. Los ruidos pasarán de molestia a ser mera información o, tal vez, incluso, disfrute y dicha. La mañana con su brisa, el rumor del nuevo día, el trabajo y el ocio, todo nos hará sentir mejor en un mundo saturado de amor. El dolor inevitable se transformará en llevadero en un mundo saturado de amor, donde las lágrimas serán absorbidas por besos y las conversaciones sazonadas con caricias. Despertar del letargo, sacudirse el sopor, abrir bien los ojos, y también los brazos, porque se acerca un mundo saturado de amor.

Biblioteca J.P. Weling

Biblioteca J.P. Weling: Biblioteca J.P. Weling

martes, 5 de noviembre de 2013

Unas líneas

Sí, tan sólo unas líneas escritas y mi cuerpo comienza a sentir trastornos felices: un cosquilleo en el pecho, la dilatación de los poros, cierto aleteo inusual en la nariz. Mi cabeza gira y me veo reflejado en la ventana. No transcurre ni un segundo y me descubro sonriendo. Sí, el producto de la sonrisa han sido esas líneas, que no son más que un retoque, una ampliación, la continuación de un cuento inacabado, el crecimiento, en definitiva, de una de mis criaturas literarias. Sí, son sólo unas líneas, pero tan importantes como el primer diente, la primera palabra construida entre balbuceos, los primeros pasos titubeantes de un hijo: una maravilla. Sí, sólo unas líneas, pero unas líneas que me dan la vida, que, tal vez, no lleguen muy lejos, aunque de sobras han cumplido su cometido en el mundo. Unas líneas que paran el tiempo y, durante unos instantes, breves pero intensos, me descubren la felicidad de ser yo, de volver a descubrir al niño que fui. Sí, sólo una líneas, unos instantes sin sufrir, flotando en un literario devenir. Unas líneas que provocan la aparición de música en mi pensamiento, un momento de placer privado que el universo me ha regalado.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Creo

Creo que creo en alguna creencia. A ratos; no siempre. También tengo momentos de despecho y, algunas veces, lo mando todo a la mierda. Incluso voy yo mismo. La mierda está muy concurrida últimamente, y a veces creo que hay personas que creen en la mierda. Hay creencias poderosas que pueden incitar a matar sólo por defenderlas ante otras. En eso no creo. Creo en el amor, incluso estando solo. Pero el amor es tan cambiante como las creencias. El amor en el que creía hace veinte años no es el mismo que el de ahora. A veces creo que el amor es un camino que se va llenando de personas, animales, de momentos entrañables y de dolor, momentos de soledad y superación. Un camino con flores de colores, lleno de dulces olores, pero a veces un camino pedregoso, árido, intransitable, todo depende. Las circunstancias, la actitud, los demás, todo moldea el camino. A veces creo que lo que creo muy bien podría ser cierto. Otras veces descubro que solo soy un iluso, un intruso en el camino del amor, perdido en un tramo seco y polvoriento. Noto en el paladar el sabor de la tierra y, no sé por qué, pero creo que estoy contento porque en mi mente algo brilla, algo me dice, eso es lo que creo, que pronto descubriré la maravilla. Mis creencias no son una ciencia ni una teología. Mis creencias solo son mías. Como el amor en que creo.