jueves, 16 de mayo de 2024

¿Qué es la realidad?

Vivimos situaciones que disfrutamos y que más tarde tienen consecuencias. Por muchos planes que se hagan, las cosas no ocurren como habíamos imaginado que pasarían. Y es mejor así, aunque no lo creamos. Somos animales que necesitamos sorprendernos, si todo sale como se había pensado no tiene gracia. Y luego vienen las interpretaciones. Y también los recuerdos. Y puede que todo se complique, porque ya sabemos que los recuerdos van variando con el tiempo. Dicen que lo real es un vacío que deja a la realidad incompleta e inconsistente. La realidad se compone de unos hechos que tiene que ser explicados. Tenemos personalidad y carácter, somos así o asá, y también somos buscadores de sentido, y todos estos factores pueden complicarlo todo, pues cada uno, de los mismos hechos, vive una realidad distinta, está posicionado en un sitio diferente, desde otro ángulo, siente y asimila de otra manera. Podríamos decir que la realidad tiene múltiples planos; unos nos cuestionamos unos y otros otros, y ahí viene el lío. Parece que hablamos de lo mismo pero no es así. ¿Hay una realidad para todos o cada uno construye la suya? El lenguaje nos aporta conceptos con los que poder debatir sobre esa realidad y sobre ese vacío de lo real. Pero aquí vuelve a complicarse todo otra vez. ¿Entendemos todos el concepto amor, por ejemplo, de la misma forma? No. ¿Cómo explicar lo que uno siente si la mayoría de veces no tenemos palabras? ¿Qué es la realidad? ¿Y tú me lo preguntas?

miércoles, 15 de mayo de 2024

El amor duele

El amor siempre hace daño. Lo que hay que hacer es disfrutar de lo que venga. Amar sin esperar nada a cambio, amar sin trueques, en silencio, sin ningún idioma extraño. Desde que entré en la revolución del amor no paro de amar, pero la vida diaria, la rutina, se me espesa, tira de mis pies cuando ando y el mundo se me viene encima. Pero el amor vuelve con un ligero soplo de una brisa tal vez inventada, de un viento que cambia de sentido y noto un escalofrío en el ombligo, recuerdos de unos besos que revivo y una lágrima se lanza mejilla abajo, juega con mis labios y la vida se ha arreglado. Es el amor un balancín donde subo y bajo, donde disfruto de alegría y donde sucumbo por la lejanía de ese amor que me duele y me da alegrías.

martes, 14 de mayo de 2024

Algo divino

Se ha asomado a mi destino como si fuera una ventana que un día, una mañana, se abre de par en par y un aroma peculiar invade toda la estancia. Algo divino, un ser de sublime prestancia aparece en el camino de la vida, un requiebro con patas que me mira, un ser que con los ojos me desnuda y hace que la alegría calle mi voz, la deje muda. Para qué hablar con la boca si ya habla con sus manos que me tocan, y su aliento me alimenta como un pajarillo a sus polluelos y, por un lado, va apagando mis anhelos de pasiones perdidas y, por otro, va sembrando campos de futuras alegrías. Algo divino merodea por todos mis pensamientos, de amor mis palabras rellena y a todas partes flotando me lleva. Vivo en ua nueva dimensión desde que apareció el ciclón de sentimientos que me alteran. Cada paso que doy, cada frase que escribo, cada sueño que tengo son un contigo que en mi alma reverbera. Algo divino apareció con sigilo en medio de un susurro que se hizo canción y el estribillo repite a cada instante mi corazón. No sé si es un duermevela o es la pasión que todo mi ser anhela, que digo anhela, vive, porque esto dura y pervive y a todas partes me persigue, pues en mí está, noto su amor, su esencia su sabor y, en cada flor del camino, algo divino, conmigo, contigo.

Nueva identidad

Me identifico con la nada porque un día no seré. También me identifico mucho con el amor. Creo que el amor, tanto el dado como el recibido, siempre sigue existiendo, va rebotando por el espacio y por el tiempo, como el sonido, por eso el amor es más fuerte que la muerte. Mi madre murió hace más de diez años y su amor sigue presente. Ahora que estoy inmerso en la revolución del amor estoy percibiendo todas sus maravillas como nunca las habia percibido antes. Porque esta revolución va a cambiar el mundo para bien. Mi identidad sería la de una nada amorosa que vibra y se hace todo al entrar en contacto con otra de esas nadas amorosas revolucionarias que habitan el universo. Maestro de idiomas, doy clases de caricia, el nuevo lenguaje revolucionario con el que se comunican las nadas amorosas. Leo en las pieles amistosas mil y una historias y besar a las amistades me hace viajar a una euforia magnífica y misteriosa. Descubro en las nadas amorosas el sentido de esta historia que es vivir sintiendo el tacto del universo que me hace revolucionario converso en esta revolución del amor que profeso. Soy la partícula que anima la vida, el instante en el que brota una sonrisa, soy el espacio que hay entre los labios durante un beso, el recuerdo que excita, la mirada que calma, parte de tu alma y de tu cuerpo. Soy tu nada amorosa, la nueva identidad que te revoluciona, la relajación que te entona, el silencio que te inspira, los brazos que te buscan y te añoran. Soy tu nada amorosa.

lunes, 13 de mayo de 2024

¿Necesitamos un sentido trascendental?

La vida no necesita tener un sentido trascendental para que merezca la pena disfrutarla y mejorarla. Pero nosotros, individualmente, creo que sí. Lo llevamos anclado en el ADN. La mayoría no quiere hablar de la muerte, suena a extinción, a nada. Los artistas sueñan con que su obra les sobreviva, les inmortalice, como a los héroes antiguos, o a los nuevos mequetrefes. Bueno, tal vez hay una excepción, el artista del hambre. Siempre hay excepciones y además nunca me ha gustado absolutizar nada. Pero volviendo al sentido trascendental, las religiones nos lo dan mascado desde niños, como una gominola que nos eterniza a pesar de nuestra existencia material de mierda. ¿Pero por qué ese afán de trascender? Somos seres viajeros desde chiquititos. Recuerdo ahora una parte de mí corriendo a la fuga entre un grupo de espermatozoides. Llegué el primero trascendí a esta realidad que a la mayoría disgusta y, tal vez por eso, de ahí el sentido trascendental que buscamos constantemente sin darnos apenas cuenta. Queremos escapar, y de mil maneras lo hacemos, pero volvemos aquí siempre y bastante peor. Son huidas momentáneas a base de todo lo que nos está viniendo a la cabeza ahora mismo. El más allá llama a nuestra puerta igual que lo hacía Avon cuando era pequeño. Siempre que llamaban a la puerta pensaba ¿será Avon? Ya de niño descubrí que la publicidad era engañosa. Ahora no llama nadie, pero el más allá no llama, lo trascendental susurra, a lo sumo, y muy pocas veces.

domingo, 12 de mayo de 2024

¿Será verdad?

La felicidad no es sino una agradable y feliz forma de sentir que depende de la imaginación, dice La Mettrie en 'El arte de gozar'. Si eso es así por qué no estamos felices constantemente. Tal vez esa imaginación, como ocurre en el amor, deba ser propulsada por algo o alguien para poder alcanzar esa felicidad. Dicen también que el amor es un estado idílico pero yo no lo comparto. Desde que estoy inmerso en la revolución del amor, creo que el amor perdura mucho más en el tiempo de lo que creemos. Tiene múltiples maneras de aparecer y se puede cultivar y construir. Esa dependencia de la felicidad de la imaginación es porque nuestra imaginación depende de lo que nos hace felices, hay una simbiosis. Pienso en el amor. Por qué amo a quien amo. No sabría decirlo. El amor aparece y luego se van descubriendo sus porqués. La imaginación juega un papel muy importante porque el amor desborda de forma creativa. Donde hay un pequeño detalle, cuando hay amor, se transforma en un hecho importante, crucial, pero no porque lo imaginemos sino porque el amor sazona, le da los matices, el amor es la fantasía del corazón, el espíritu creativo del alma, la bonita locura del cerebro, la imaginación hecha realidad. Por tanto, sí, creo que la imaginación es muy importante para ser feliz, pero la imaginación nos la activan nuestros seres queridos. La mirada del ser querido, su sonrisa, es un mundo entero; su caricia, una aventura. Abrazado al amor veo otros mundos que están en este, pero no en este mundo, sino en este cuerpo, en este amor que mis brazos envuelven. El cuerpo amado, el ser amado, activa mi imaginación y, sólo de pensarlo, soy feliz.

Roto

A veces la vida te hace pedazos, otras se nace maravilloso pero incompleto. Conocí al artista roto. Desprendía una naturalidad apasionante. No se daba cuenta pero iba plantando semillas mágicas en los corazones. Y él, a veces, parecía quedarse seco. Pero la revolución del amor ha venido para quedarse. Una mezcla de arte, amor y cariño está suspendida en el aire, la siento, la respiro. De mi corazón sale una bandada de mariposas en busca del artista roto, llegan hasta él entre sueños y con sus aleteos devuelven al artista todo lo que dió, toda la energía gastada en el resto vuelve ahora multiplicada y llena de amor, y va calando en el artista roto, recomponiéndolo. Resurge de su letargo con un ánimo nuevo, flota a dos palmos del suelo, brilla como una estrella, su sonrisa se dibuja en el cielo. Es la obra del amor en pleno vuelo. Todos levantan su cabeza al cielo. La gente brinda con horchata, se reparten caramelos y frutos secos. Hay un intercambio de abrazos y de besos. La revolución del amor se ha implantado, ha llegado para quedarse. Todo el mundo flota. Ya nadie tiene miedo. El artista roto es alabado por el resto, todos contemplan su obra. Por fin, la revolución del amor el mundo está recomponiendo. A qué estás esperando. Únete al movimiento.

sábado, 11 de mayo de 2024

Desbarrar

A veces no queda más remedio, todo te lleva a ello y no cabe otra posibilidad. No hay salida. Piensas, intentas buscar una solución, pero no, no la hay. Me gusta ir al parque, leer, tomar flan de requesón, visitar bibliotecas y librerías, embadurnar todo de cariño, dejar todo pringado de amor, como cuando juega un niño en un charco, salpicar todo lo que hay a mi alrededor. También me satisface seguir el ritmo primero en el pensamiento, que fluya, que llegue hasta mis dedos, manos y pies en movimiento, cuerpo en pleno cimbreo, seduciendo al aire con las cadencias de mi carne y el traqueteo de mis huesos. Primero así y luego más. Variar el ritmo, reencontrar la calma y volver a encender el fuego. Notar el sabor de la fruta madura en mi boca, su frescura y sus esencias, mezclar frutas, dejar que conversen en mi paladar mientras mi cuerpo no para de cimbrear. Suspirar un poco allí y un poco allá. Lanzar besos con los ojos, recibir miradas que acarician, emborracharme de movimientos y llegar al éxtasis como un derviche sediento. Pero a veces el mundo se conjura contra uno y no se te ocurre otra cosa que invocar la revolución, la revolución del amor, por supuesto. Y de repente el absurdo entra en acción y no te queda más remedio que desbarrar. Como has hecho siempre. Y lo haces bien, jodidamente bien.

Parálisis permanente

Mientras trabajo me viene a la memoria, por esa extraña alquimia que me invade a veces, se genera una serie de conexiones cerebrales, y recuerdo a Eduardo Benavente cantando 'ya soy autosuficiente, ya no necesito gente, al fin'. Y eso está muy bien. Ahora no necesito a nadie, ahora sólo quiero amar. Y el amor es tan, pero tan maravilloso, que puedes amar a los muertos e incluso a gente que no te corresponde, aunque, evidentemente, lo bonito es que lo hagan. En el amor se unen muchos conceptos que ahora se han desvirtualizado, como por ejemplo el de libertad. Hay que luchar en el amor como por los derechos a conquistar, pero en el amor la libertad podría entenderse a veces como el dejar ir, cosa que no puede pasar con los derechos. Porque cuando dejas ir, cuando no quieres dominar o controlar nada, el amor aparece como realmente es. Por eso a veces es no correspondido. Pero el amor no se elige, el verdadero por lo menos, no se elige. Podemos construir una relación de amor con el tiempo que comenzó siendo sólo deseo, pero algo que ha comenzado siendo amor desde el principio, lo único que podemos hacer es intentar conservarlo con cautela o dejarlo ir. Descubrir los designios del amor no es fácil, tendemos a las comparaciones, a dejarnos guiar única y exclusivamente por el deseo, por las pulsiones carnales, y el amor no sólo está ahí. Una vez un hombre más mayor, creo que era el padre de un amigo, me dijo: enamórate de alguien con quien puedas mantener una conversación larga. El sexo dura poco y, con los años, acabarán siendo todo conversaciones, recuerdos y cariño. Entonces me reí, pero a medida que pasa el tiempo me doy cuenta de la razón que tenía.

La visita

Me levanté en mitad de la noche. Era la segunda vez que lo hacía, necesitaba vaciar mi vejiga y, cuando lo hice, no sé por qué , me dirigí a la puerta de entrada del piso y abrí sin que nadie hubiera llamado pero convencido de que tenía que hacerlo. Y ahí estaba. Me saludó con una pequeña inclinación de cabeza y entró como Pedro por su casa, pero ni era su casa ni se llamaba Pedro. Eres un ingenuo, me dijo. Con lo mayor que eres y sigues confiando en la gente. No era la primera vez que me decían algo así, pero sí era la primera vez que lo hacía un desconocido en mitad de la noche. ¿Quieres café?, le pregunté. No hace falta, nunca duermo. Sonreí sin entender, aún tenía un pie con Morfeo. Pero a medida que íbamos charlando comprendí que no era un ser de este mundo. Y cuando le ví ir directo al sillón sin bordear la mesa sino atravesándola, me pareció curioso, aunque muy bien podría ser un truco para quedarse conmigo. No dije nada, no quería ser el ingenuo que había dicho que era y no le di importancia a sus peculiaridades fenoménicas. Estuvo un rato más hablando hasta que se difuminó. Dejó un pequeño cerco en el sillón o eso me pareció. Cuando fui a limpiar el cerco pude leer: no te fíes ni de tu sombra. Qué manía tienen las visitas con dar consejos a todo el mundo. Apagué la luz del baño y volví a la cama. A veces es mejor pensar que no ha ocurrido nada, que todo ha sido un sueño y que se borrará a mitad de mañana.

Sonreír hasta el final

Algunas veces todo sale mal. Recuerdo cuando se murió mi hermana. La quería mucho. Más tarde murió mi madre y pensé que se habían ido las dos personas que más quería y que nada valía la pena ya. Pero algo me decía que debía seguir, y ese algo eran ellas, sin duda, desde donde quiera que estuviesen. A veces pienso que el que no está soy yo; así están las cosas. A mi hermana, pasará lo que pasará, la vi siempre sonreír. Sonreír hasta el final. Tal vez ese sea su legado, la consigna marcada a fuego por el destino con el llanto por su perdida. La última lágrima derramada cayó en mis labios y provocó que se entornaran. Al poco tiempo tuve un sueño en el que aparecía mi hermana muerta y me sonreía. No podía creérmelo, era todo tan vívido que le pregunte qué hacía ahí de pie, delante mío, si estaba muerta. Siguió sonriendo y me dijo ¿y qué? Ese sueño me persiguió durante años. ¿Qué podía significar, qué sentido tenía? Qué manía tenemos en buscarle sentido a todo cuando la vida diaria, las relaciones, todo o casi todo, no tiene ningún sentido. Así que para qué estar mal. Siempre que sufro me acuerdo de mi hermana. Sonreír hasta el final, aunque te inunden a mentiras. Sonreír hasta el final aunque te engañe quien querías. Sonreírle a la muerte cuando se acerque y hacerle cosquillas.

viernes, 10 de mayo de 2024

La inteligencia aplicada

¿De qué sirve tener muchos conocimientos, ser muy inteligente, si no sabes aplicarlos a tu vida? Si no eres capaz de resolver tus problemas habituales, los que tienen solución, una solución que requiere esfuerzo, determinación, pero, por lo que sea, por múltiples subterfugios, por auto manipulaciones y auto engaños varios, ocultas y dices que todo será así siempre y, por si fuera poco, no contento con no solucinar, vas generando más problemas de nimiedades del día a día, como para rellenar el tiempo, para tener temas de conversación pero, en definitiva, sin decir nada, hablando de esta y aquel y de estupideces supinas. Por otro lado ¿de qué sirve ser inteligente si aplicas tus conocimientos mal? Si solo sabes crear bombas, inventar la mejor forma de ganar dinero, esclavizando al resto, multiplicando beneficios a costa de la angustia humana. ¿Podemos llamar a esa mierda éxito sólo porque reporta mucho dinero? Ser inteligente es ser crítico con uno mismo, conocerse, amarse, empezar siempre por uno y seguir por el resto, nuestros amigos, nuestros amores. Descubrir nuestros errores, esforzarnos por corregirlos, hacer los pertinentes cambios y no escudarse en las milongas del destino. Si partimos de la base de que el amor es más fuerte que la muerte, ese amor nos ayudará a cambiar, a vivir mejor, a entendernos, a superar lo superable y a asumir lo insuperable.

Dos pedazos

Tú estás roto y yo también. Somos dos pedazos que juntos hacemos algo bonito. Dos trozos de nada que se aman. Dos puntitos en el universo que, al mínimo roce, sacan chispas extasiantes, chiribitas sentimentales, vibraciones placenteras que recorren estos pedazos que somos. Como las letras sueltas que se juntan para formar una palabra con sentido, nosotros, al juntarnos, de la nada sacamos amor. Nadie sabe de dónde ha salido, cómo ha venido pero así ha sido. Una vida hecha pedazos, otra rota, se juntan y el mundo se ha vuelto idiota. De repente todo es rosa, las nubes sonríen, el agua no moja, ahora nos hace cosquillas y nos entra la risa floja. El silencio tiene música cuando los dos pedazos se rozan. Las lágrimas que aparecen son todas de alegría porque así es la vida cuando el amor te envuelve, te rellena, te propulsa y la imaginación crea de forma convulsa. Todo lo que aburría ahora es pura alegría, no hay momento sin placer, cada instante es eterno y cada movimiento de los pedazos un detalle de amor inmenso. Maravillosa rotura, fantástica existencia de pedazos que bailan echando lazos de suavidad profunda en los corazones que estaban negros y secos y ahora son dos soles que brillan en múltiples universos.

jueves, 9 de mayo de 2024

Ama de casa, pitonisa y chamán

He sido. Entre otras cosas. Prostituta, cuidador, barrendero. Todos trabajos dignos por la dignidad de quien los hace. El artista del hambre, como decía Kafka. Porque mi arte no da dinero, sólo me produce hambre. Escribo unas líneas y es tanto el desgaste que tengo que ingerir algo. Kafka me vio venir y me caló enseguida. El artista del hambre. Todo el día artisteando y comiendo. Tengo que dosificar mi arte porque, últimamente, me estoy engordando. Esto sí que no lo vio venir Kafka. Era listo Franz, pero no pitoniso como yo. He sido tantas cosas y sin embargo no soy ninguna. Descarte humano, partícula inhóspita, verso que no rima, rima que no versa, pero también cosa que besa, mano tersa que acaricia, amigo a corazón abierto, para que entres y te pongas a cubierto, para que notes el ritmo de mi cuerpo, el calor de mis entrañas y oigas los susurros de mis tuétanos. Soy lo que soy y es nada. Nada conmigo en este mar de calma, donde las dudas campean y el amor se expande al alba. Nada tesoro mío y atraviesa mi pecho, date un chapuzón de intensidad en mi corazón abierto, para ti, donde habitan también mis muertos, pero no te asustes, son hospitalarios, te recibirán con sonrisas y te harán halagos, te darán todos los mimos imaginarios, los mismos que te daré yo físicamente a diario. Soy la bruma, la brisa, la espuma de los días, tu cuerpo sin camisa. Soy tu sombra y también tus alegrías.

miércoles, 8 de mayo de 2024

La reticencia al cambio

Somos cambio constante. Es evidente, pero nos resistimos a ello. Queremos ser siempre los mismos o por lo menos eso creemos, nos quejamos siempre de las mismas cosas pero no hacemos nada por cambiarlas. Nuestro yo es una falacia porque el yo de ayer no es el de hoy aunque siga llamándole igual: yo. Me acuerdo ahora de la serie de la tele 'Fama'. La fama cuesta, decían, lo que no decían es que la fama es una mierda. Y que todo cuesta. Escribir cuesta, conocerse a uno mismo cuesta, amar cuesta. Sólo hace falta voluntad porque sino nos estaremos autoengañando. Como ocurre en política. Siempre nos mienten con promesas que no cumplen y, más tarde, nos dicen que ahora no es el momento de cumplirlas. Pero lo único que pasa es que no hay voluntad política porque nos anquilosamos en lo de siempre. Quiero escribir y escribo, aunque no me lea nadie, la fama me importa un carajo. Quiero amar y amo aunque no sea correspondido. El amor duele pero mola. Porque aunque el amor duela a veces, es lo mejor que hay. Siempre. No intento sermonear a nadie, todo esto me lo digo a mí mismo porque quiero cambiar a mejor. Escribir mejor y amar mejor. Escribir en tu piel mientras te amo también. Mutatis mutandis.

martes, 7 de mayo de 2024

El mundo

¿Podremos salvarlo? ¿Podremos salvarnos nosotros? ¿Pero de qué hay que salvar al mundo y a nosotros? De nosotros mismos. Hay una invasión de yos, Todo el mundo quiere tener uno. Yo, yo, yo se oye por todas partes. Y eso yo se quiere apropiar de muchas cosas, es un yo pa'mí, se quiere apropiar también del mundo. Deberíamos transformar ese yo en algo impersonal y así podríamos salvar al mundo que ahora estamos utilizando como objeto. Luchamos por un trozo de mundo, invadimos, asesinamos, creemos que conquistamos y lo estamos arruinando todo. Yo, yo, yo, se oye un eco constante. Lo mío pa'mí y lo tuyo también. Y esto no reporta nada bueno. Hambre, tortura, cárceles...nuestra solución es que se vaya todo por el sumidero de nuestra arrogancia. Y el mundo se apaga. Necesitamos interrumpir todo esto. Igual que los anuncios que nos liberan de la atención de una película, que nos conceden el tiempo para ir al baño y desahogar nuestra vejiga, buscar patatas o palomitas y también agua, recuperarnos del trauma fílmico, de la misma forma, necesitamos interrumpir tanto destrozo del mundo. Puede que, sin que sepamos cómo, surja una cooperación mutua, percibamos el valor de la revolución del amor como algo mundial y no como algo personal y nos sintamos uno con la tierra, con el mundo, sin tanto yo de mierda.

lunes, 6 de mayo de 2024

No quiero pasar a la historia

Quiero pasar a las pequeñas historias individuales porque no me gustaría ser recordado sino ser amado. Transformarme en el amor que sienten los demás y fluir y expandirme en luminiscencias sentimentales, ser amor. De eso se trata la revolución del amor. De pequeños detalles que perduran y explosionan liberando pequeñas partículas de amor, como una fuente encendida, a borbotones, de manera constante y permanente. Generando alegrías con todos los actos hacia las personas amadas. Adaptando la fantasía a nuestras rutinas, haciendo que la imaginación se infiltre en nuestras realidades con pequeños actos inusuales, con el único fin de hacer feliz, de producir ilusión en el otro. Quiero zambullirme en lo cotidiano y transformarlo en asombroso, provocar una sonrisa permanente, conversar con la mirada, escribir con mis dedos en la piel de la persona amada, hacer cosquillas con las palabras, hacer que los recuerdos renazcan incorporando incluso nuevas emociones. No quiero pasar a la historia, prefiero las infrahistorias, las buenas relaciones, amistades disfrutadas, armonías amorosas, fiestas de cariño, bailes sin ropa, juegos de niños, luces y brillos, saltos y brincos, y silencios hermosos, y reposo, y ataraxia para todos, pago yo.

domingo, 5 de mayo de 2024

Apenas sé

Algo sé, pero muy poco. Y durante poco rato también. Porque ¿cuánto duran las verdades a las que he conseguido llegar? La mayoría son efímeras, por no decir todas. Aunque algo sé. Es sencillo y evidente y debería saberlo toda la gente. La última enseñanza de mi madre fue, estando ya muerta, hacerme saber que el amor es más fuerte que la muerte. Y sí, algo sé, el amor siempre me salva la vida. Deberíamos ponerlo en práctica todos los días. Esbozar sonrisas, generar en nuestro entorno alegrías, amar a los amigos, en ello me va la vida. Y sí, sé que sé poco, pero también sé que tengo muchas dudas, y el amor me las calma y, a veces, las cura. No es que la duda sea una enfermedad sino solamente una forma de vida, donde veo certezas siembro dudas. Es mi destino. Y este destino es la vida, la vida es el camino y por el camino el amor brota porque hay semillas que yo riego con las lágrimas de mi alegría y surge entonces un amor que perdurará más allá de la vida. Apenas sé, pero este poco que sé, me hace compañía, me alegra el día y en mi corazón una fiesta constante y ya no soy el de antes, por eso amo un poco más cada día. Apenas sé, pero sé que me alegras la vida.

Todo lo que me produces

Te busco en cada palabra. Te materializas entre dos versos donde hacemos el amor y, aunque parezca un cuento, contigo todo es mejor. Ya no hay pensamiento sin ti. Eres la bruma que me envuelve, la brisa que me sigue, la esencia de todos mis actos. ¿Por qué te amo? No sabría decirte. Por tu sonrisa, por tu ternura, por ser como eres, por tus defectos, por todo. Primero te vi. Puede que hubiera deseo o ni siquiera eso. Te fui conociendo. Vamos, lo que hace uno con todos. Y algo se fue plantando en mi interior, puede que lo plantaras tú sin darte cuenta, una semilla mágica que fue creciendo en la tierra de los sentimientos. Y un día brotó, se ensanchó mi corazón, el mundo cambió de color porque contigo todo es mejor. Una música interior marcaba el ritmo de mi corazón y, en cada palpitación, tu sonrisa aparecía, tu beso en mi boca sentía y en tu piel se creaba mi caricia. Iba leyendo tu cuerpo dulcemente con mis dedos, escribiendo con el tacto todo lo que producen mis sueños, generando tu presencia en cada alegre momento. Si escucho música en el estribillo te encuentro, cuando un poema recito eres el alma y el estilo, y si sólo contemplo el paisaje tú te transformas en su brillo. Todo lo inundas, en todo te veo y, como los niños, estás en todos mis juegos. Eres el agua que recorre mi cuerpo, que sacia mi sed con los mejores momentos. Te busco en cada palabra y si no te encuentro, te invento.

sábado, 4 de mayo de 2024

Lenguaje caricia

He creado el lenguaje caricia. Producto de mucho esfuerzo y de mil albricias. Puedo hablar de amor con las yemas de mis dedos y, a la vez que recorro tu cuerpo, dejo mi impronta y leo tu historia. Tu piel es el pergamino de cariño que me encuentro en el camino de la vida. Nuestro contacto, el destino. Escribo mi amor y entramos en perfecta sintonía. Disfrutando cada uno de la esencia del otro. Capturando las presencias con caricias. La caricia habla y lee al mismo tiempo. Es el lenguaje perfecto del amor, uno de ellos. En tu piel escribo con mis dedos lo que la memoria te devolverá en recuerdos y pensamientos. Y mis dedos absorben tus encantos que van directos a mi corazón que genera una música interior que me está teletransportando. El lenguaje caricia es una maravilla. Ahora, aquí solo, toco mi piel y son tus dedos, la vuelvo a tocar y ahora es tu piel. ¿Dónde estoy? ¿Es esto el cielo? Sigue hablando lenguaje caricia, cuéntamelo todo, genera más albricias. Sublime roce, placer intenso, amor en benditas caricias, amor supremo.

Seducido

Por el arte de encontrarte, de saber de tu amistad, de percibir tu amor, de soñar tu cercanía y disfrutar tus alegrías. Seducido por las palabras que aún no has dicho, por lo que no has pensado, por tu desnudez soñada, imaginada y, por todo ello, vivida. Seducido por las canciones que aún no me has cantado, por los bailes no bailados, seducido por lo imaginado que, es tan intenso, y en la memoria se ha anclado. Pura seducción en esencia que traspasa límites, que me envuelve, que mantiene mi amor en constante crecimiento, pues vibras en mi corazón y también en mi pensamiento. Seducido por la mirada, por la sonrisa, seducido por todo lo que hay en tu vida. Encantado de ir conociéndote, fascinado de haberte encontrado, cautivado por el amor profesado. Y es esta seducción constante la que me lleva en volandas, como flotando a escasos milímetros del suelo, soy transportado por esta cinta de amor imaginaria que me lleva de un lado a otro, aunque en mi interior siempre estoy a tu lado. Seducido por tu naturalidad, por tu encanto y todas estas maravillas me han vuelto a dar la vida como si un soplo primaveral me hubiera generado alas, voy volando de una fantasía a otra y, es tan real, que estoy seducido todo el rato.

viernes, 3 de mayo de 2024

La renuncia

No quiero serlo todo y, a pesar de haber insistido mucho en ello, tampoco volveré a pretender saberlo todo. Son absurdas estas querencias pero también tengo yo mi toque de absurdo. Sólo me gustaría ser una partícula de amor, flotar en el aire que respiras, hacerte cosquillas con pequeños susurros a la vuelta de la esquina. Renuncio a todo lo demás, a todo consumo inapropiado, a manipulaciones inherentes, al trabajo inadecuado, a esa obsesión por el dinero que me han inoculado. No pretenderé nada, sólo partícula, una partícula de amor, sagrada, venerada por otras partículas con las que forma grupúsculo y, juntas, en un éxtasis de cooperación inopinada, llevar a la revolución del amor a una zona inmaculada. Qué gusto este nuevo estado producto de una renuncia que sincera y alocadamente una nueva vida anuncia. Qué puedo esperar ahora, si ni siquiera soy yo, sólo pequeña partícula activa en la revolución. Hoy el amor es más grande, hoy muchas se sienten mejor, partículas integrantes de la revolución del amor.

La fuente encendida

Estaba en el parque leyendo. Los niños jugaban con sus padres, unos iban en bici, otros se entretenían con pistolas de agua, daban migas de pan a los patos y a las palomas...y yo leía. Los patos nadaban tranquilamente en la fuente. El agua se movía al ritmo de las patas de los patos. De repente apareció el rumor. El sonido del agua. Múltiples chorros de diferentes tamaños borboteando al unísono dibujaban en el aire la alegría de la vida en movimiento. Y entonces comprendí que eso mismo me había sucedido a mí. Mi corazón tranquilo, mi cuerpo pausado, la rutina que me envolvía; todo ha cambiado. Ahora soy la fuente encendida. La sangre bonita, la primavera alterada, el corazón cantando, la mente asimilando alegrías, el alma ubicua, llenándose del amor de todas partes. Llego a casa, me desnudo, me tumbo en la cama y sigo escuchando la fuente encendida.

miércoles, 1 de mayo de 2024

Me apetecía

Hoy voy a contaros un cuento. Igual que se pasa de la noche al día, yo paso de la soledad a la compañía. Y no por necesidad, sino por pura alegría. He de reconocer que la soledad no es tal pues estoy rodeado de libros, hay música de fondo, a veces sonando en el exterior y otras en mi cabeza. Y dónde está el cuento, estaréis pensando, el cuento es la vida, por lo menos, la mía. Aunque a veces nado entre versos disfrutando en los lagos de la poesía, mi vida es un relato corto que transforman en eterno las compañías. Por eso hay amigos que conozco hace un año pero lo son de toda la vida. Hay conexiones a distancia y amores en la lejanía y si, por casualidad, un día se realiza el encuentro de esas dos vidas amigas, surge la maravilla porque en pocos instantes el amor distante se transforma en chiribitas que transportan el contento acumulado en los ratos de soledad divina. Hoy puedo decirte que te sentí en otra vida y, a los que aún no conozco en persona, mi cara en sus sueños asoma como por una ventana de fantasía, y todo en este cuento de mi vida, a veces sola y a veces en compañía, es la alegría que perdura y moldea mi corazón, y no sólo moldea, también lo amplía. Porque mi corazón es como el universo, se expande cada día. Y este es el cuento y quería contároslo. Me apetecía.

INTRODUCCIÓN

Todo empieza leyendo la novela ‘Los nombres epicenos’ de Amélie Nothomb. ‘El poeta era simultáneamente el poema, la música y el texto. Para pasar a la posteridad, tenía que conocer a otro poeta y este debía transmitir su arte por contagio. La poesía de éxito tenía mucho que ver con una epidemia. El mal poeta sólo creaba un virus inofensivo, no contagiaba a nadie.’ La poesía como una epidemia que influye en tu vida; qué poesía, qué tipo; no para todos es la misma por eso ese virus poético en realidad nos define a nosotros mismos. Mi intención en este pequeño análisis es llegar a cierto tipo de conocimiento, sobre todo de mí mismo, pero sin cometer el error del psicoanálisis de querer analizarlo todo, como si todo tuviera explicación. David Lynch lo explica muy bien cuando dice que por qué buscamos siempre sentido en el arte cuando la vida no tiene sentido, es absurdo, y en el arte pasa igual, hay hermosura pero muchas veces sin sentido, no tenemos explicación para ese algo que nos subyuga, que nos emociona. “El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirar con nuevos ojos.” Marcel Proust. Esa nueva visión es la que aporta el virus poético, por eso tenemos que mirar con sus ojos. “Es cierto que el ADN revela el vínculo sanguíneo, pero no nos cuenta nada sobre las discordias o los rencores, las heridas o los reproches, no cuentan nada sobre el amor dado o nunca recibido”, nos dice Taina Tervonen en ‘Las sepultureras’, y es ahí donde entra el arte del virus poético. Como dice José Jiménez en ‘Teoría del arte’, el arte contemporáneo bebe de las vanguardias. Compromiso estético de la obra con el momento histórico que vive, pero no sólo eso, la poesía, el virus poético tiene un compromiso especial e individual con cada uno que lo disfruta, un compromiso que se ensancha y profundiza en el conocimiento. […] El poeta vive la poesía como una experiencia más de las que, a lo largo de su existencia, lo configuran como persona.

Ataraxia para todos

Sí, ataraxia para todos, pago yo. Era mi deseo preferido cuando entraba en los bares a las tantas de la noche en mis épocas de, ahora escarceos intensos descontrolados y sin sentido, rutina alcohólica desenfrenada. Pero hay cosas que van y vuelven, como el oleaje, vuelve el agua hecha otra ola nueva, parece idéntica pero es completamente distinta, nueva es la espuma, nuevo el sentido, nueva la vida de esta espuma de los días. Y esta ola ha vuelto en un viaje a la costa alicantina. Por diferentes motivos que muy bien podrían ser un jeroglífico, termino en una clase de cerámica, rodeado de gente casi desconocida pero amiga, creando en cooperación dicharachera, manchándome las manos con la vida auténtica, disfrutando del entorno me mimetizo y en estas que viene la ola y, tras la espuma, sale de mi memoria: ataraxia para todos, pago yo. Como dos neuronas que se conectan, dos instantes de mi vida se saludan, vuelve lo mejor de un recuerdo, la serenidad que vivo moldeando el barro, conversando, riendo, a ratos en silencio, pero siempre disfrutando. Hago un pequeño cuenco, todos lo hicieron, para mí una gran obra, para los otros el comienzo. Y la mente se me ilumina al elegir una palabra que pintar en el cuenco: ataraxia. La mejor forma de describir este agradable momento.