viernes, 28 de febrero de 2014

¿Por qué no?

En un acto revolucionario de amor y durante la jornada laboral, en plena calle, aprovechando la presencia de algunos de mis jefes, rasgar mi uniforme de trabajo, decir adiós, hasta aquí hemos llegado, no puedo perder la vida de esta manera, el amor me espera, vosotros habéis intentado apagarlo, pero nada ni nadie puede. Y salir desnudo caminando hacia mi destino. Por qué no. Por qué no dejar el país de la crisis interminable, de la eterna corrupción, de un gobierno y una sociedad solapadas, por qué no ir en busca de unos brazos que me están esperando, de unos brazos que darán sentido a mi cuerpo, que darán calor a mi corazón, que darán paz a mi alma. ¿A qué estoy esperando? Por qué no vivir el amor en su máxima intensidad y hasta las últimas y tan deseadas consecuencias. ¿Qué me retiene? Por qué no dejar al corazón, aunque sólo sea por una vez, pero una vez que sea definitiva, tomar las riendas del destino. Por qué no vivir como un animal libre. Por qué no.

miércoles, 26 de febrero de 2014

Un torbellino de candor...

... amoroso ha entrado en mi vida. Las flores me sonríen, las mariposas me saludan, los perros me hablan. Pedazos de nube se estampan por mi cuerpo: besos de cielo, y me inducen a un éxtasis natural. Voy levitando por el mundo, burbujas amorosas me transportan, todo me parece bien, incluso lo que no tiene sentido. Ando por un camino sin tiempo donde el paisaje son tus ojos y el sol tu rostro. Nuestros corazones son una sola voz y esta brisa, esta brisa tiene el mismo tacto que las yemas de tus dedos. Mis pulmones están llenos de amor y mi corazón está hecho ti. Protagonista de todos mis pensamientos, la luz de mis sueños, el sentido de la vida: todo es lo mismo: todo eres tú. Una lágrima de dicha se balancea en mis pestañas, una ligera vibración discurre en mis entrañas, una música de caricias se desliza por mi piel, mi mente se aposenta en tus labios, sé que sientes lo mismo que yo, porque ahora, en este mismo momento, somos uno. Muevo tu mano y me acaricio, me beso con tus labios, me amo siendo tú. Y, otra vez, las flores me sonríen.

viernes, 21 de febrero de 2014

Una nueva vida

Nado entre las líneas de las muchas lecturas que me alimentan. Mi alma camina por las páginas de libros maravillosos que van renovando mi vida. Y en esta normalidad que habito, casi matizaría y diría vulgaridad, me transformo en el héroe vulgar por antonomasia. Y amo mi vida anodina; me asombro de ver flores en los árboles; una lágrima de satisfacción se desliza por mi mejilla cuando mi perro me lame: mi corazón ladra de alegría. Aparentemente nada ha cambiado, pero ahora soy el héroe de mi nueva vida. Y las caricias que antes pasaban desapercibidas ahora son auténticos tesoros en mi nueva vida. Un saludo, los mejores deseos, una frase educada, y se me parece un hada, tal vez sea la heroína de mi nueva vida de héroe vulgar, y una estupenda sonrisa de lo más común se genera en mi rostro, siento como el amor se propaga y, aunque aparentemente no haga nada, siento fluir cachitos de felicidad por mi interior, y a través de mi mirada reparto por el mundo rayos de amor, para que todos mis amigos, y para que tú también, querido lector, podáis acceder a la nueva vida, y repartir alegría en vez de dolor. Y en estas líneas que escribo dejo parte del amor que vivo.

domingo, 16 de febrero de 2014

Si hay algo

De lo que no puedo escapar es del amor, de tu amor. Si no te amara dejaría de vivir. El amor es el aire que da sentido a mi vida y, a la vez, la energía que me mueve. Pero también es mucho más. Porque el amor no muere, perdura siempre. Por eso aunque mi madre murió sigo notando el amor materno; su halo de cariño me envuelve para sosegar mi dolor de niño. Y la alegría renace solamente de pensar en su forma de acariciar. Se puede amar desde el más allá, y también en la distancia e incluso sin ver ni tocar. Esa es la magia del amor. El amor es la energía y el transporte, el movimiento y la vida. Y en cada línea que escribo hay amor para ti y contigo. Ni un solo pensamiento concibo sin ti. Eres el aroma y el aliento, el palpitar y el ronroneo que llevo dentro, que me incita a escribir de ti. Y si en una foto te veo sonreír, la felicidad en mí veo devenir. Y aunque no se bañe uno nunca dos veces en el mismo río, en todos mis baños, de todos los ríos, sueño siempre que estoy contigo, y en todos te amo, pues puedo sentirte en el agua, en el aire, en el calor y en el frío. Qué más puedo decirte cariño mío, sólo que, pase lo que pase, gracias al amor, siempre estarás conmigo.

martes, 11 de febrero de 2014

Cómo superar la distancia

Que me separa de ti. De la misma manera que diluyo el dolor que me provoca no sentir tu caricia en mi piel, tu boca hablándome a besos, tu corazón palpitando en mi pecho. De la única forma posible: con amor. Porque para el amor no hay espacio ni tiempo que no se pueda vencer. Por eso cuando duermo sueño contigo. Y, cuando estoy despierto, mi alma viaja a tu encuentro, y no tardo nada porque con amor, como ya dije, no hay tiempo. En mi corazón siento tus manos. Y cuando duermes, amor mío, a miles de kilómetros. yo soy los pliegues de la sábana que tu cuerpo crea con su dulce roce, soy el aire que bucea en tus pulmones y, cuando hace calor, soy la gota de sudor que resbala por tu cuello y atraviesa sigilosamente tus pezones. Soy también la brisa que entre tus piernas genera tu excitación placentera. Y la luz que te despierta con felicidad verdadera. ¿Dónde está la distancia ahora mi cielo? Soy el agua que te refresca, la mejor fruta, soy tu música y también el baile, soy tu satisfacción, soy tu piel en plena vibración de placer exuberante, soy la causa de tu sonrisa, soy el sueño que te relaja y la ilusión que ta da vida. ¿Dónde está la distancia ahora mi amor? Perdida en el tiempo. Y yo me encuentro palpitando en tu corazón, mirando con tus ojos, vestido con tu piel, amándote estés dónde estés.

domingo, 9 de febrero de 2014

La brecha

Circunstancias externas dolorosas ajenas a mi control propiciaron la aparición de la brecha. Mi mente se quedó en blanco, mi cuerpo, paralizado; la mirada fija en un horizonte tan inexistente como infinito. El mundo había sido rasgado por un cuchillo invisible de acontecimientos fortuitos a los que jamás encontraríamos explicación. La dulce brisa se transformó en un pequeño remolino enérgico de aire que me zarandeó y abofeteó. Volví a pensar. Llevé una mano hacia el rostro escocido y me olvidé de mi parálisis corporal con un movimiento lento y desentumecedor. Cierto brillo brotó en mis ojos y, después de pensarlo concienzudamente, me encaminé hacia la brecha. El mundo se había abierto para mí y, una vez dentro de la brecha, quise agradecérselo como mejor pude. Limpié la zona, quité lo superfluo y dejé lo necesario, pero, a pesar de todo, algo faltaba, se notaba el vacío y cierto frío insulso. Estuve pensando varios días. Después del trabajo acudía a la brecha e intentaba resolver el enigma que me acechaba. Comencé a sonreír cada vez que entraba en la brecha. Todo lo feliz del día lo dejaba descansar allí. Cada día un poco de mi amor se quedaba en la brecha que, con el tiempo, se hacía más y más acogedora. La brecha adquirió una luz propia, incluso cierta exclusiva musicalidad y, por qué no decirlo, un olor tan peculiar como atrayente. Un día llegué tan cansado que me dormí en la brecha. Soy la brecha del amor, de tu amor, y te pertenezco. Me desperté. Decidí quedarme. Y sigo en la brecha, en la brecha del amor.