El nuevo reto

He pintado emociones, he escrito poemas con tus encantos, he cantado canciones de pasión y también de desgarro, toda la vida he estado relacionándome con el arte. Y hoy, después de un sueño artístico, donde no sé si dormía o renacía, he comprendido que el nuevo reto es hacer de la propia vida una obra de arte. El artista no puede tener un trabajo y dedicar después unas horas a su arte o, tal vez, una parte de su vida, quién sabe, después de jubilarse. El artista tiene que vivir en el arte, ser la propia obra, vivir la obra, vivir el arte, respirarlo, caminarlo, inspirarlo con sus movimientos, crearlo con sus actos, ser arte. Por eso mi propio arte es una aventura a lo desconocido, una vida que se descubre día a día. Con mi arte iluminaré ideas y emociones, y el amor de mi vida será el amor de mi arte, y por eso mi cielo, como soy el artista, voy a iluminarte. Este es el nuevo reto y, si soy un cuadro, las circunstancias y la imaginación son mi marco, y tu mi amor, eres el mágico color que pinta este cuadro. He comprendido que la vida es arte y respiro los versos donde voy a amarte, canto las canciones que pintan tu dicha y esculpo con mis besos todas tus sonrisas.

Colecciono impresiones

Como pequeños trazos, como si fueran colores, impresiones que permanecen en los lienzos del museo del pensamiento, donde tomo asiento y observo, donde doy rienda suelta al verbo y escribo, y digo con lo que imagino, y vivo los lienzos que de impresiones lleno. Archivo sensaciones, hago conjeturas y premoniciones, no salgo a la calle sin ampliar mis colecciones. Una misma persona y millones de impresiones. Busco entre los matices de fantasía la verdad de mi alegría. Me zambullo en el instante donde las mejores impresiones salpican creando el chapoteo que me da la vida. Y ahora que tengo un álbum de las impresiones que tu hechizo produjo en mí, creo que comienzo a amarte, como a una pequeña obra de arte, que me impresiona en cada encuentro, generando cuentos que me invento para conocer la verdad que llevo dentro. Y sigue la mente coleccionando, en este mundo sin descanso, las impresiones que me van llegando.