domingo, 10 de diciembre de 2017

Llegados a este punto

Después de años de soñar con un equilibrio ilusorio, estoy subido en uno real, cual tabla de surf, y voy deslizándome por la vida, entre pasión y dolor, donde la fantasía crece cuando el dolor aparece y el mayor momento creativo es estar contigo. Descubro que la creación es estar tumbado a tu lado, casi dormido, casi soñando con las caricias de un hado, pero son tus manos las que mi piel han erizado. Y sí, llegados a este punto sonrío, suelto una carcajada de equilibrio que despiertan mis sentidos, y varios recuerdos se aglomeran en mi lengua y en mi ombligo. Ese dolor antiguo ahora es un poema contigo. Y en esta danza del pensamiento, mientras en tu pecho mi cabeza reposa, susurro rosas en tus poros mientras respiro. Y te ríes, dices que mi lengua te hace cosquillas, pero son dos lágrimas que se me escapan y se deslizan por tu barriga. Y es que a veces soy tan feliz que lloro de alegría. Quién lo diría. Llegados a este punto, todo el dolor sentido es ahora arte compartido. Los aplausos son mudos y el gran premio estar contigo.