miércoles, 28 de agosto de 2013

El presidente

Querido pueblo de subnormales profundos. Está bien, seré políticamente correcto. Vuelvo a empezar. Querido pueblo de tontos del culo. Me votasteis por mi programa y yo lo cambié. Y os expliqué por qué con contundencia: ¡No había más remedio! Los casos de corrupción están aflorando, pero también hay que tener en cuenta que estamos en primavera. La corrupción nos persigue pero yo la persigo a ella. Me preguntan los periodistas qué voy hacer, y yo contesto que esperar. Hay que tomar cartas en el asunto, pues yo paso. Hay que decidirse por algo, y yo lo hago, pardiez que lo hago, recórcholis que sí, he tomado la decisión de no hacer nada, de ver las cosas pasar, de esperar, porque quien espera come peras, pues eso haré. Me dicen algunos que dimita, pero no señores, no lo haré; mire usted, que no, me parece una cobardía. Agotaré mi tiempo. Soy el presidente, y el presidente no va a abandonar a su pueblo, aunque sea un pueblo corrupto y lleno de delincuentes, es mi pueblo. [Aquí se calla y descansa para comerse unas peras]. Señores, buscamos estabilizar el sistema, buscamos lo mejor para la sociedad, y todo lo que hago es por el bien general aunque aún no se vea así, ya se verá; con el tiempo, y una caña o unas peras, se verá. Ahora, si me disculpan, me voy a esperar, quiero decir gobernar, un rato.

Cortinas silenciosas que se corren

Cierta luz mortecina me da la bienvenida. Varias letras se despiertan, se desperezan, me miran y se agrupan, sigilosamente; el tiempo va deprisa y a la vez no pasa, las letras son ya una idea. Sin darme cuenta, ya hay varias que me rodean, pero no parecen alterarme, sólo parpadean, pequeños fogonazos que me sugieren su presencia. Es un ofrecimiento, me dan a escoger. Primero miro asombrado como de la nada ha aparecido este milagro. Ahora me decanto por una que parece brillar más pero, entonces, comienza una lucha. Algunas se difuminan, pero hay dos o tres que tintinean nerviosas, culebrean en el aire como el vuelo de las moscas, un ir y venir zigzagueante que agota. Me concentro. Busco la idea escogida que, ante tanta algarabía, se había escorado un poco, permanecía a la espera, como en letargo, y la agarro y me la coloco como un manto, o una capa tal vez, dejo que me cale, que penetre. Las otras ideas ahora son sólo chispas, luciérnagas saltarinas que juegan al último despiste. La idea toma pena conciencia de mí y yo de ella. Se está bien aquí. La idea y yo somos uno. Oigo música. Creo que viene del exterior. Parece que suena un teléfono a lo lejos. ¿Pero dónde estoy? En mi pensamiento.

martes, 27 de agosto de 2013

Ganas

Tenía muchas ganas de irme de vacaciones. Por fin, sin darme casi cuenta, y, a la vez, pensando que nunca llegaba el día ni la hora de irse, apareció el momento. No podía irme los días previstos pero una cosa tenía clara: tenía que irme a donde fuera y aunque sólo fueran dos días. Había pensando en varios destinos y, entre ellos, escogí cuatro como predilectos. Por causas ajenas a mi voluntad no pudo ser, así que me dirigí a uno de los destinos considerados como reservas que, todo hay que decirlo, eran menos que los predilectos. Pero así es la vida; a veces, para unos y casi siempre para mí. Sobrellevados los percances con auténtica valentía de turista, llegué a mi destino. Se apaciguó el ansia de escapar y comenzó a crecer la de volver. Culo inquieto, dirán algunos, aunque es más bien la mente la que se dispara, la que crea gustos, la que imagina bienes, la que genera historias y cien mil cosas más que forman parte de un auto engaño, premeditado o no, que nos seduce hoy, mañana y antaño. Las ganas de ir a la playa se disiparon con dos días de pisarla. El sol me quemó mi piel lechosa, la arena se infiltraba por cualquier resquicio de mi piel, incluso en la comisura de los labios. No había forma de perderla de vista ni de dejar de sentirla. Igual que las ganas. Siempre están ahí, solo que van mutando y nos despistan. Ganas de correr, de parar, de respirar, de una buena ducha, de beber algo fresco, de tumbarse a la bartola, de ti, de sexo, de estar solo, de más sexo, de dormir, de vacaciones, de volver, de volverse a ir para volver a volver. Ganas de todo, ganas de nada, pero siempre son ganas. Ganas de ganar, incluso ganas de perder. Y si las ganas se van, enfermas: y te llaman desganado. Pierdes las ganas. Y cuando recobras la salud, ganas. Y qué ganas. Ganas las ganas. Y si quiero dar esto por zanjado ¿dejo de tener ganas de seguir o tengo ganas de parar?

lunes, 26 de agosto de 2013

Nube de vida

Leo en tus gestos lo que tus palabras no dicen. Veo a medias los deseos que brillan en tus ojos pues tu mirada me esquiva. Imagino los besos que piensas y la realidad es mía. ¿Pero de qué sirve la verdad que contamina? En un mundo paralelo estamos retozando y en éste me evitas. Tal vez me equivoqué de mundo y tú de vida. Cuánto error y qué poca alegría. Miro al cielo y veo al viento como dos nubes fundía, se hacían más grandes y más claras, bailaban la vida, parecía que se querían. Leo en mis gestos claramente que quiero ser nube algún día. Un rayo de sol perdido parece que me difumina. Ahora soy nube de vida, y estoy henchido y henchida. Mis emociones gotean en lluvia fina y en la tierra mi rostro se purifica. Por fin, tu mirada me busca, pero ya soy sólo agua, la esencia nimia de la vida, amor líquido que entre los dedos se desliza, cuerpo inaprensible, alma neblina. Tu cuerpo huye de la lluvia; así es la vida, siempre repetida.

domingo, 25 de agosto de 2013

Querida belleza

¿Por qué te veo donde nadie te ve? En un suspiro, en el aliento condimentado, en el sudor, en una boñiga, en su olor. ¿Es algo enfermizo o es sólo amor? ¿Por qué cuestiono lo que nadie va a responder? ¿Soy libre ante el placer? Querida belleza, ¿me he convertido en un lunático? No, no contestes todavía. Manténme en vilo, suspendido en equilibrio, en medio de un cable estrecho, en el cielo, entre dos nubes, atravesando un arcoíris que, de tan bello, me deje ciego. No, no contestes, no hace falta, yo mismo lo veo. Querida belleza, el amor me ha desbordado. Se ha expandido, entró en mi corazón y ha estallado: la cordura en mil pedazos. Por eso te veo donde nadie te ve, querida belleza. Soy república y me cago en la realeza. República de palabras, de amor locura, belleza inquieta.

Amor en expansión

Ayer vi una estrella y pude comprobar que me quería, que su brillo poseía las caricias maternales de cuando era niño, y en mis ojos su luz se filtraba y los problemas se quedaban en nada. Ande por donde ande el amor se expande y hasta lo triste se vuelve hermoso, y lo amargo se hace goloso. Y esa expansión amorosa permea mi vida y, de alguna forma misteriosa, la soledad se torna alegría, y la energía del universo escondida en el espacio vacío mi corazón se la agencia diciendo amor mío. Un brillo estelar en mis ojos se aposenta, un amor desconocido mi piel calienta, qué lindo es todo cuando el amor se expande. De mi corazón son los ojos el periscopio y, aunque no estés cerca, veo tu amor, te siento, cada día más debido a la expansión. Tú eras el átomo primigenio y ahora, debido al amor, eres todo mi universo.

sábado, 24 de agosto de 2013

No quiero hacer el viaje solo

Tal vez todo haya sido una confusión y estés, mi amor, en otra estación, esperando en una estación de la vida distinta a la mía. Lo único que sé es que no quiero hacer este viaje terrenal solo. Por eso te busco, porque no hay mayor tesoro que el otro, porque, durante la espera, he aprendido que voy a ser feliz haciendo que tú también lo seas, es la única manera. Y recorro la vida con el espíritu alerta aunque a veces el ansia se me apodera. Me zambullo en el mar con la misma ilusión que chapoteo en un charco. A veces en la multitud me pierdo y en la soledad noto tus manos. Dicen que el amor es la locura, y que la locura con amor se cura. Pero el amor es un saltimbanqui, sus acrobacias no se pueden atar, de nada serviría. El amor real es la única libertad, por eso aunque no te encuentro yo te amo igual. Mi amor tiene rostros distintos, mirada canina, espíritu maternal, mi amor es un universo que de la nada salió, y se expande en la vida y en mi corazón. ¿Qué más dará entonces que estés en otra estación?

sábado, 17 de agosto de 2013

Y si el alma...

... contuviera recuerdos, la metempsicosis fuera cierta, y las almas pasaran de un cuerpo a otro, tal como opinaban egipcios, pitagóricos y Empédocles, y opinan hindúes y budistas, muchas personas, por cierto, para estar todas erradas, y nosotros contuviéramos recuerdos de otras personas, de personas del pasado con las que compartimos el alma, y muchos videntes de occidente tuvieran razón, sabiéndolo ellos mismos o no, al igual que muchos locos que dicen ser Napoleón o cualquier otra persona que ahora no son. Por eso creo, tengo la firme convicción de que cuando percibimos imágenes en el pensamiento que nos resultan extrañas, por las que nos cuestionamos diciéndonos a nosotros mismos por qué estoy pensando esto, y las sepultamos bajo una losa de nuestros nuevos pensamientos personales porque nos dan cierto miedo, no sabemos qué hacen ahí, de la misma forma que cuando pisamos un lugar por primera vez y estamos convencidos de haber estado allí antes, son pruebas irrefutables de que nuestra alma, nos guste o no, es compartida por diferentes cuerpos. ¿Pero debemos abrir la puerta a los recuerdos de otros cuerpos que hay en nuestra alma? ¿No sería, acaso, nuestra personal caja de Pandora? ¿O tal vez deberíamos procurarnos nuestro propio enstasis y fundirnos con todo entrando en nosotros mismos, zambullirnos en todos los que somos, encontrando en nuestra alma el absoluto? He aquí el dilema: ser un alma compartida o ser un alma de una vida.

domingo, 11 de agosto de 2013

Cosas que pasan

En verano hace calor y en invierno frío. Pero aunque parezca obvio, todos los años nos quejamos de lo mismo. A veces, como hecho excepcional, sale un día frío en verano o caluroso en invierno, pero también nos quejamos. Las mismas personas que corren para esconderse de la lluvia, también corren para meterse en el mar o en una piscina. Apuntarse a un gimnasio o a clases de inglés no sirve de nada, pero contribuye al autoengaño. Ni adelgazamos ni aprendemos el idioma, pero da igual, nosotros estamos apuntados, en el fondo es importante porque podemos hablar de ello. Lo que se dice le ha ganado la partida a lo que se hace. Hay tantas mentiras flotando en el ambiente que ya empiezan a parecer un poquito verdad. La ley que debería protegernos es la que nos atenaza. Cosas que pasan. La crisis de muchos llena los bolsillos de unos pocos. ¿Está Dios en los mercados y en el capital? Hay cosas que no deberías preguntar, dijo un acólito gubernamental. Cosas que pasan pero que no deberían pasar. Gente sin hogar y casas vacías. Niños desnutridos y contenedores sobrealimentados. Gobierno mafioso, asesinos del capital, dinero bendito, almas vacías, monarquías de chichinabo, ¿siglo XXI o era medieval? No sé qué hacer, se dicen muchos, y enchufan la tele y se dejan manipular. Es más sencillo, cada uno a lo suyo. Cosas que pasan.

viernes, 9 de agosto de 2013

Quisiera decirte

Que mientras pasa la vida, yo te sigo amando. Que la distancia no puede borrar lo que mi corazón siente. Que el tiempo sin ti hace que mi anhelo aumente. Quisiera decirte que mi cuerpo sueña con tus caricias, que mi imaginación les ha dado vida y, ahora, mi piel las disfruta con alegría. Creo que el secreto de la vida está en el amor de cada día, que nunca hay amor suficiente, por eso hay que amar como los valientes, amar en la soledad porque no deja de ser amor de verdad. Quisiera decirte y te digo que pronto estaré contigo, que de alguna manera ya estoy, lo sé, reconozco tus abrazos, los he sentido, en la mente, en los sueños y, ahora mismo, noto tu ombligo en el mío, susurrándose ambos vibraciones llenas de emociones, sin palabras, con el sonido del roce de la piel, con el rítmico jadeo placentero, con una melodía de besos subiendo por el pecho, buscando el estribillo de mis labios te deleitas en ellos. Quisiera decirte y te digo que todo eso siento sin ti y que todo eso y más sentiré contigo.

domingo, 4 de agosto de 2013

Filtro de amor

Tal vez no me haga falta beberlo para caer hechizado por su influjo, para sentir que quiero conocerte amándote. Y cuando hagamos el amor los oscuros secretos se harán luz, exploraré hasta las más recónditas zonas de tu cuerpo, tu piel será mi lienzo y mi libro porque aprenderé de ti y dibujaré mi amor. Yo tatuaré tu alma y tú mi corazón. Me conocerás mejor que yo mismo y acabarás viéndote en mí. Descubrí el amor viendo tus fotos donde, posiblemente, anide el filtro de amor. Cuando las veo me alegro, me siento mejor. Tu sonrisa me acaricia y tus fotos, llenas de vida, me incitan a imaginar que, algún día, la alegría será tan grande que tu sonrisa estática del papel se moverá hacia mi rostro, que el sonido de tu voz, miles de veces soñado, me envolverá con su tono mágico y las chiribitas de nuestros ojos se amarán mientras nos miramos. Mis manos bailarán sobre tu piel y mi piel se estremecerá entre tus labios. Adivinarás mis pensamientos y yo haré realidad tus ilusiones. Tu corazón palpita en mi cuerpo, mi lengua chasquea en tu boca, el goce, el placer, la potencia, la acción, todo ha sido provocado por un filtro que aún no he probado. Viendo tus fotos, el amor, de la nada, se ha creado.