domingo, 28 de abril de 2019

Suspiro cósmico

Que puedo ver en tus ojos cuando estás dormido. Esté o no esté a tu lado. Suspiro cósmico que también es mío. Siempre me veo en los otros, ellos son mi espejo. Te estás haciendo viejo, me dicen, y yo que contesto que siempre fui otro y que me estoy conociendo. Los otros, mi yo, y el alma una, como el mundo. Suspiro cósmico, caricia universal, beso estelar. Abrazando el cielo, te tengo. Y cuando te tengo entre los brazos puedo ver, sentir lo inmenso. Del cosmos a casa y del universo a tu piel no hay distancias. Me pierdo en un pensamiento, barajando recuerdos, revivo el instante del suspiro leve que se mezcló con mi aliento. Y ahora, ya crecido, es el suspiro cósmico que siento. Puedo sentirme entre tus brazos, y, de hecho, lo estoy haciendo. Veo el amor que se genera entre nuestras pieles, con su roce, y, aún separados, lo sigo viendo. Me acompaña con el viento. Las gotas de lluvia, tus besos. Y un suspiro cósmico viene a mi encuentro.

viernes, 26 de abril de 2019

Alguien llegó tarde a una cita con quien podría haber cambiado su vida

O, incluso también y, alguien se adelantó a una cita y se cruzó, sin querer, con quien a partir de ahora transformará su vida. Algunos de estos 'alguien' pertenecen al grupo de personas que aceptan creencias (como absolutamente ciertas), en sus vidas diarias, basándose únicamente en premisas probables. Parte de algunos de estos creyentes serían capaces de defender tales creencias con su vida. Ciertas personas mueren por creencias falsas. Nadie podrá ya cambiar la vida de estos fortuitos muertos, tanto si llegas tarde a la cita como si no. Ni siquiera adelantándote. Esos muertos, como muchos otros, solo podrán habitar, en todo caso, el recuerdo. Ese mismo recuerdo que hemos distorsionado a medida que transcurre el tiempo. Recuerdos de realidades que pasarán a ser ficciones reales o simples ficciones que, por repetidas, llamaremos recuerdos. Algunas personas que llegan tarde a sus citas tienen sus cabezas llenas de recuerdos ficticios.

miércoles, 24 de abril de 2019

Estoy en el instante

Donde las palabras buscan el roce de mi mano. Con los ojos cerrados, veo como se desvisten en mi pensamiento: frases tersas, vivas, recién hechas. Las escribo y puedo oírlas como parte de un encanto en el que me hallo sumido con los poros jadeando significados. Estoy en el instante que perdura, donde el mundo se detiene y la alegría agita el verbo: palabras desnudas que danzan en esta pista de papel por donde mi mano se desliza construyendo la caricia. Y ahora me doy cuenta, transitando el instante, que la vida, tenga o no sentido, es un misterio que su propia desnudez desvela. Y el mismo instante que me induce a rebelarme me sosiega.

domingo, 21 de abril de 2019

Arder con la lectura

Quemarse de conocimiento, hallar leyendo la rebelión que el corazón viene sintiendo desde siempre, pero que el embrujo diario difumina y, entonces, una frase, una palabra clave, y salta la chispa al girar la esquina en un pensamiento escondido que ahora se ilumina. Ese verso afilado que ahora empuñas es la espada que creará el camino a un destino incierto, sí, pero a un destino elegido. Donde versos, relatos, historias, ensayos construyen un mundo revolucionario, donde te descubres en el otro y derrites tu auto engaño, y el yo insípido que vive contigo se extingue porque leíste un diario, y ves en esas líneas, que ese ser extraordinario podrías ser tú, eres tú, pero lo habías olvidado. ¡Arder con la lectura y despertar ya, carajo!