sábado, 27 de febrero de 2016

La verdad

Todo lo que fui no es nada, se deshace entre tus dedos cuando creas las caricias que regalas a mi cuerpo. Todo lo que soy se desvanece en uno solo de tus besos, donde me pierdo, como un niño en el pensamiento de sus juegos. Todo lo que seré no tiene importancia si puedo intuir un futuro entre tus brazos, y ni siquiera eso si ahora mismo me deslizo por tu piel; no hay tiempo si hablo de ti, no hay yo si estoy contigo, ni futuro cuando puedo tocar tu ombligo. Y quién quiere el futuros teniendo tu presencia.

domingo, 7 de febrero de 2016

Infinito

Mis días están contados, ¿tal vez con los dedos de una sola mano? ¿Hasta dónde he llegado? ¿Cuál es el propósito de mi vida? ¿Y por qué coño tiene que tener un propósito? Y de tenerlo, ¿no sería más fácil decírmelo? Y volviendo al principio, ¿quién ha estado contando mis días? Balanceándome en este hilo infinito donde las dudas brotan y, como briznas de hierba, un manto enorme de preguntas se genera en mi entorno, calan en mí, me acompañan en el devenir mientras en el aire que respiro hay una presencia, amor, que me recuerda a ti. Porque al igual que el hilo, para mí tú eres infinito, porque aunque no estés a mi lado, te cuelas con sigilo en mi pensamiento, te aposentas en mis recuerdos, te pones las zapatillas, te acomodas y acurrucas en mi corazón, sin apenas darme cuenta, pero, poco a poco, sintiéndote con todos los engañosos sentidos, pero también razonando tu presencia, percibiendo tu tacto, imposible desde la distancia, pero tangible en el pensamiento. Puede ser que mis días estén contados, pero mis días también cuentan contigo, cuentan que mi yo y tu tú se harán uno, cuentan que la cercanía está cerca, que el contacto futuro se hará presente, que mi vida será genial al lado tuyo. Y sí, he llegado hasta aquí con el propósito de tenerte: presente, cerca, abrazado, siempre a mi lado.