viernes, 27 de junio de 2014

La perfección

Tú me la proporcionas. Con tus actos, tu presencia, tu físico, siendo el protagonista de mis recuerdos e imaginaciones, generando mis fantasías más estupendas y mis ilusiones. La perfección que me das está en la alegría que me insuflas, lo mejor de la vida se muestra en la sonrisa que esculpes en mi boca con el amor que me demuestras. Y ahora sé que el cielo existe porque el cielo eres tú, y yo soy tu sol, y te alumbro y te doy calor y vida. Y si te abrazo siento que vuelo por tu corazón, y si te beso siento que nado en tu amor, y, cuando te amo, ya n puedo sentir nada mejor. Tú me das la perfección creando la alegría de mi vida cada vez que respiras. Eres el paraíso que camina a mi lado, dibujando mis sonrisas con tus actos.

domingo, 22 de junio de 2014

Tú y yo

Si fuéramos una flor, tú serias el tallo que me sostiene, y yo, los pétalos que muestran tu amor. Si yo fuera nube, la gota esencial para formar la nube completa sería mi amor y mi meta. Si yo fuera nada tú serías todo lo que llenaría mi espacio vacío. Y si fueras pulmón, sería tu oxígeno. Y si fuera río, tu serías un pez nadando en mi ombligo. Si volvieras a ser niño sería tu juego inventado, sería tu amigo real y tu amigo imaginario. Si fuéramos alma, habitaríamos dos cuerpos y no medias naranjas, para amarnos como niños, sin límite, sin descanso, viviendo el juego del amor de frente, sin miradas de soslayo. Si yo fuera clorofila tú serías mi hoja, y daría color a tu vida y tú a mi el mundo por donde viajaría. Pero sólo somos tú y yo. Un amor en construcción de un nosotros, dos mundos que se fusionan, un alma en dos personas, un aroma que se mastica con besos, un abrazo que no termina, que se sueña y se siente cuando se aproxima, fantasía humana de caricias, sempiterno amor que atravesará nuestras vidas como un soplo de cariño infinito. Tú y yo: planeta de amor insondable, mundo de cariño paralelo, papel que envuelve el dulce caramelo. Tú y yo y un eterno te quiero.

martes, 17 de junio de 2014

Felicidad cotidiana

La felicidad está a nuestro alcance en todo momento y todos los días. Cuando escucho música presto atención a la melodía, llevo el ritmo, mi cuerpo, a través de sutiles movimientos, conversa con la música, mi danza dialoga con lo que escucho y mi cerebro se siente estimulado. A mi lado, mi perro me observa y, a su manera, sonríe y disfruta de mi momento de felicidad cotidiana. Cuando estoy en la cocina preparando la comida, presto toda mi atención a los ingredientes y también a las formas de cortar, de calentar, de preparar, de presentar el alimento. Me dejo embelesar por los olores y sabores y, con una pizca de amor como ingrediente esencial que antaño fue secreto bien guardado, hago de la comida un ratito de alegría. Después como con calma y disfruto comiendo casi más que preparando. Cuando hablo con mis amigos, ya sea de viva voz o tecleando, busco las palabras idóneas para un ratito de gloria. Y pasito a pasito, trozo a trozo, poco a poco, la aburrida cotidianidad se llena de felicidad.

miércoles, 4 de junio de 2014

En otro tiempo fui nube

Cuando lloro lo recuerdo. La misma tensión que hace que mis ojos se llenen de lágrimas tenía al regar la tierra con gotas de mi hinchada nube. Una mezcla de dolor y placer, el líquido necesita salir para que el desahogo y la ligereza penetren en el ser, tanto antes como ahora, siendo nube y siendo persona. Mi corazón vagabundea por diferentes sentimientos y, poco a poco, todo le hincha, la tristeza y también la dicha. Alzo la vista al cielo y veo como el viento mueve su nublado velo: una danza divina de los componentes que soy y de los que quiero. Qué recuerdos siendo nube, vapor que flota despacio y, poco a poco, abarca espacio. Gotas de charco, gotas de mar, gotas de sudor que se mezclan al nadar, a mi nube todas han ido a parar. Tengo el corazón henchido, creo que voy a romper a llorar. Una nube me sonríe y, entre lágrimas de dicha, se acabó mi malestar. En otro tiempo fui nube, en el futuro seré mar. Y tu mi amor serás el pez que en mi interior nadará. Fuiste la montaña donde iba a reposar, la luz que originó mi vida, tú serás mi huésped y yo tu líquido hogar.