domingo, 11 de octubre de 2015

Navegando por los sueños

Voy. Dejo que fluya el momento. Siempre atento. Mi propia caricia es la que siento, la que activa mi cuerpo. Mi mente piensa en silencio y recrea tu mano sobre mi cuerpo. Tu voz la oigo de dentro afuera, tu encanto en mi habitación reverbera. Navego por los sueños con remos de pasión; de motor, el corazón, y unas helices de acciones que nacieron ilusiones. Navego por el mundo que creo y en el que creo y, a tu lado, todo es recreo. La espuma de los días se agita en nuestro entorno, ahora lleno de amor eterno, pletórico. Navego como un ciego, sin ver, pero sintiendo por cada uno de mis poros, escuchando con el alma, disfrutando cada silencio, cada gota de lluvia, cada uno de los momentos que te pienso.