martes, 27 de septiembre de 2022

Zarandajas

Hay palabras que me recuerdan a mi madre con total nitidez y siento que la vuelvo a ver. De repente un fogonazo al escuchar la palabra, algo en mi interior descubre la llamada de alerta, la memoria se enciende, el acomodador abre las recias cortinas rojas aterciopeladas, la sala de mi recuerdo está lista, hay una gran butaca esperando a que me aposente, hay palomitas aunque se que no voy a probarlas porque la intensidad del recuerdo no me lo va a permitir. La palabra es zarandajas. Alguien habla y aunque no le presto mucha atención, consigo oír parte de una frase, el final tal vez, y escucho y demás zarandajas. La palabra actúa en mi mente como una luz parpadeante, se apaga y se enciende, zarandajas, zarandajas, y entonces el trozo de frase y demás zarandajas se transforma en déjate de zarandajas y adquiere el sonido de la voz de mi madre, las imágenes en el recuerdo toman vida, mi cuerpo da un respingo en la butaca y el acomodador se retira tras la cortina. Mis párpados se tensan al maximo, mis ojos brillan, mi madre me mira y dice déjate de zarandajas mi vida, no le des tantas vueltas a las cosas ni importancia a las cosas que no la tienen. Ven aquí, mi dice, me limpia las mejillas húmedas con sus manos, son tan delicadas y suaves que enseguida absorben las lágrimas que había derramado ya no sé por qué. Me mira a los ojos, sonríe y me besa. Zarandajas, que alegría haberos encontrado de nuevo.

martes, 20 de septiembre de 2022

El futuro que comienza en cada instante

He comenzado a percibirlo hace poco tiempo. Creo que es una nueva habilidad que la fuerza del amor me ha proporcionado. Hablamos del futuro como si fuera algo distante, algo distinto. Y el futuro no es que esté a la vuelta de la esquina sino que está entre los dientes, entre la lengua y el paladar, y diré más, el futuro viene del pasado. Se gestó en un tiempo que ya no está pero que puede volver. Porque el pasado nunca termina de irse. Y si el presente se diluye a cada instante, es, tan solo, un leve suspiro, suspiro dirigido, tal vez, al futuro que aun no ha venido. Qué galimatías el tiempo cuando, en realidad, está todo mezclado. Por eso el futuro comienza en cada instante. Es como una gota de agua que contiene todo el mundo, todo el universo, toda la historia de la humanidad y de cualquier tipo de vida. El tiempo es la esencia de vida que nos contamina. Por eso cada accion nuestra construye el futuro. El amor que percibo, el que doy, el que recibo, el amor que barniza mis palabras dirigidas a un amigo, el amor que respiro cuando te miro, el amor, ese motor que mueve el mundo sin que nos demos cuenta es el que me ha susurrado al oído que el futuro en cada instante comienza. Si doy un paso más estoy en el futuro, si pienso un beso tuyo estoy en el futuro y, desde que te amo, ya no hay tiempo, se ha parado, se ha disuelto, ha absorbido cualquier tipo de lamento, y soy tuyo en el sueño, la imaginación y en el pensamiento. El futuro es nuestro mi amor, es el instante en el que habitamos sumidos en un abrazo eterno.

lunes, 19 de septiembre de 2022

Verano interior

No estaba siendo tan caluroso como el exterior, pero sí más ajetreado. El amor había echado el ancla en el alma; tenía intención de quedarse una temporada larga, tal vez para siempre. Aunque, bien mirado, el amor ha estado a mi lado siempre, de una u otra forma, pero siempre cerca. Al principio en sueños, en la imaginación, en ensoñaciones, el amor siempre a flor de piel, y ahora contigo, siempre contigo, te llevo a todas partes. Si no estoy contigo, te veo en fotos, en vídeos, escucho tu voz, te pienso, te sueño, dormido y despierto, también te imagino, incluso dormido. Rememoro conversaciones, invento nuevas y las transformo en recuerdos; la imaginación, la ilusión, los sueños, todo en lo que te ves inmerso acaba siendo un recuerdo vívido por eso no dejo de pensar en ti. Eres el sol interior, el clima de mi alma, el amor que me da calor, por eso vivo en un continuo verano interior.