martes, 30 de abril de 2024

El fin del fin

Siempre pensamos en los finales como algo triste, hablo de nuestros finales, el fin de una amistad, de una relación y el mayor de todos, nuestro propio fin, la muerte. ¿Pero y el fin del fin? ¿Podría ser nuevo comienzo o, tal vez, la extinción de los finales? No descarto nada. Pero ahora que lo pienso con detenimiento, el fin del fin provocaría, como es natural, lo de siempre, la continuación, saltarían de una historia a otra, ¿sin solución de continuidad? No. Esta vez sería sin final. Quedarían todas las historias abiertas. Podríamos vovler a ser niños, reanudar ese juego inacabado, qué digo ese, todos, ya que no habría ningún fin. Retornarían las caricias maternas, los lametones de mi amigo perro, las alegrías pasajeras, sería el eterno retorno constante o, por lo menos, posible, y el fin del fin haría inagotables los instantes.

Él vino en un barco

Apareció un día en una ciudad costera. Llevaba unas botas muy estrafalarias, decía la gente, pero, si te fijabas bien, sólo eran un puñado de algas. Él vino en un barco con dos agujeros y tuvo que taparlos con sus piernas para llegar a buen puerto. Parecía flotar en todos los terrenos. Remaba con caricias y con besos tiernos. Anunciaba una revolución, decían los más viejos, la revolución del amor. Dejó una estela de abrazos, conoció a muchos marineros, plantó pequeños instantes de alegría que crecieron y se hicieron amistad con el tiempo. Su huella quedó en el recuerdo, su estampa permanece en la memoria y la estela, la amistad, los abrazos, los instantes de alegría giran como una noria o tal vez sea el timón del barco con el que vino, porque él vino en un barco, sí, y fue por ese camino, pero si allí no hay agua abuelo, no importa, él vino en un barco que era su destino y, como los magos de antaño, cambió todo lo que tocaba, nada volvió a ser lo mismo. Los colores, más intensos; el arte, más divino; y el amor se extendió como sus historias, de boca en boca, de puerto en puerto, de casa en casa, de generación en generación, porque él vino en un barco que surca los mares y también los cielos, que navega en corazones, deslizándose por ilusiones, asomándose en cualquier momento. Estad atentos, puede volver en cualquier momento.

El día que me convertí en Señor Nido

Cuando todavía tenía pelo en la cabeza, por lo menos más que ahora, iba a la peluquería a cortarme el pelo. Un día, en concreto el último que fui, me di cuenta de que el peluquero estaba cortándome los pelos de las orejas. En realidad era todavía vello lo que tenía en las orejas porque era más corto y más suave y, en mi caso, además era más rubio y apenas se veía. Según me dijo, ya me lo había hecho varias veces. A partir de entonces empecé a notar que ese vello se endurecía y se transformaba en un pelo grueso y fuerte y también de un color más oscuro. Ya no tenía vello en las orejas sino matojos de pelos descontrolados. Mi hermana me aconsejó que me los quitara con una pinza para que no volvieran a salir, pero seguían saliendo. Fue pasando el tiempo y, un día de mucho viento, en la ciudad donde vivo suele pasar muy a menudo, me cayó un trozo de nido en la cabeza. Vi como dos huevos se estampaban en el suelo. Me quité las pajas y hojas de la cabeza y seguí caminando hacia mi casa. No le di demasiada importancia a este hecho fortuito y continué con mi vida como si nada. El sol salía y se ponía, el patio de mi casa se mojaba como los demás, todas las rutinas y costumbres parecían seguir encauzadas, pero, un día, percibí un crac en el interior de mi oreja. Creí que el sonido venía de fuera, pero luego comprobé que no era así. El día de la ventolera uno de los huevos del nido que se estampó en mi cabeza fue amortiguado por el matojo de pelo de mi oreja y engullido por él. El calor del habitáculo auditivo incubó a la perfección el germen del embrión. El pajarito empezó a piar y, no sé cómo, la madre lo oyó y comenzó a alimentarlo. Se posaba en mi hombro y dejaba trozos de gusanos e insectos en el interior del matojo que desaprecían al instante. Muchas pájaras dejan sus huevos en mí porque se corrió la voz. Si ponen más de cuatro huevos vienen volando a asegurarse que, por lo menos uno de ellos, sobreviva en mi oreja. Y desde entonces soy el Señor Nido.

lunes, 29 de abril de 2024

Dar lugar a ser

Tu presencia en mi espacio vital, mi incursión en tu vida social, sobre todo, los actos revolucionarios de amor donde la caricia es el lenguaje supremo y los besos signos de puntuación que dan elasticidad al proceso de dar lugar a ser. Puede que el conocimiento personal sea la mayoría de las veces a través del otro: cómo aprendemos a amar, cómo queremos corresponder, qué recriminamos que, en definitiva, muchas veces, suelen ser los defectos nuestros que vemos en los otros; los otros son el espejo que nos devuelve nuestros antojos. Dar lugar a ser es dejar expresar el nuevo descubrimiento recibido, las buenas lecciones olvidadas que se activan en la memoria con pequeños gestos, como una sonrisa idónea, puntual, exacta, en el momento justo y, a la vez, quizá, involuntaria. Dar lugar a ser es la actividad amorosa creadora, el resurgir del conocimiento perdido, la cooperación orgánica dando su fruto, el cambio en el mundo. Al igual que una ameba en fisión que se divide y se convierte en dos, en la revolución del amor dos cuerpos, dos seres, se descubren uno a otro, uno en el otro y ocurre la maravilla: dar lugar a ser.

jueves, 25 de abril de 2024

Sitio por explorar

A veces un viaje puede llevarnos a un sitio por explorar, una ciudad nueva donde todo es desconocido es como una ciudad que se crea sólo para nosotros. Pero si lo piensas bien el sitio por explorar somos nosotros mismos. Cómo respondo a la novedad que tampoco es tal pues todo está repetido en todas partes, pero a la vez, aunque sea tu ciudad de siempre es un día nuevo, cada día hace nuevas las cosas, así que siempre tenemos un sitio por explorar, tanto si viajamos como si nos quedamos en casa. Y todavía queda un sitio por explorar, el más interesante: tú. Explorar tu alma, adentrarme en tu corazón, poder encontrarme a mí mismo ahí dentro, porque sé que me llevas en tu corazón y también en la imaginación y, muy pronto, también en la memoria. Explorar tu cuerpo con la vista, todos sus movimientos, la seducción de sus curvas, la instalación de momentos, una relación que se estira donde el tiempo se para, una eternidad es el momento de mirarte a los labios justo antes de que choquen con los míos en un pequeño roce al que bautizaremos como beso. Eso es explorar el deseo, buscar el amor, sellar la amistad, dejar la marca de mi cuerpo en tu cuerpo, explorar tu sabor en esta fusión de encuentros. Hay tantos sitios por explorar y todos están en tu cuerpo.

miércoles, 24 de abril de 2024

Las palomas me esperan

He establecido contacto con un grupo de palomas un par de días a la semana. Conocen mi cara, me reconocen a más de cincuenta metros. En cuanto aparezco por las calles, donde les echo migas disimuladamente, vienen planeando hacia mí, me rodean y esperan mi ofrenda panífica. Es como un rito entre especies aunque puede que seamos de la misma y aún no lo sepamos o solo lo sepan ellas. A veces me imagino que voy a salir volando, que las voy a seguir, que alzaré el vuelo, atravesaré mares y nubes y llegaré a los lugares ansiados y soñados donde me esperan con los brazos abiertos y toneladas de amor. Las palomas me miran inquietas, cuestionándome, no tienen prisa, esperan que les dé su comunión y, después de engullir las primeras migas, comienza una danza de pequeños vuelos y pasitos y contoneos. A veces les hablo, se acabó la manduca o no tengo, se me ha olvidado, y lo entienden a la primera, pero dan un par de pasadas por el cielo sobrevolándome, es como un saludo o una advertencia, no te olvides, algún día serás como nosotras porque nosotras fuimos como tú. Estamos confabulados y, lo que comenzó siendo un enigma, ahora es de lo más rutinario. Las palomas esperan mi vuelo y yo lo estoy planeando.

Mensajes sibilinos

Surgen como setas por el camino. Todo es un misterio, incluso la rutina. Me acostumbro a ver maravillas en el día a día. Me sorprendo y me ruborizo ante los espejos y, a los pocos segundos, siempre me estoy riendo. Ese yo que me observa dialoga conmigo, con el otro que soy, con el ello, con los muchos que soy al cabo de tanto tiempo. Por eso al verme no me reconozco y me sorprendo. Muchos días me despierto creyendo que soy un niño, pero es que soy un niño, solo que el envoltorio ha ido mutando, se ha ido deteriorando, como un regalo que se abre y se vuelve a intentar cerrar con el mismo papel arrugado un millón de veces. Pero volvamos a los sibilinos mensajes. Permanecen ocultos para el inexperto, pero se asoman a las miradas de los revolucionarios del amor. Por eso leo y escribo en las pieles amigas, abrazo como si fuese una película, con intensidad, lanzándome a la aventura de unos segundos eternos en el que dos cuerpos intercambian energía, se recargan de ilusiones, vuelven a la vida, suben al espacio y aterrizan en cualquier esquina. Y los besos, los besos son otra historia porque antes durante y después están llenos de mensajes que proliferan de manera incesante, besos que intentan hablar, que van con música, que llevan arte, que te transportan de aquí a Marte de un lengüetazo, que te susurran una oración inexistente y te hacen santo en un instante. Mensajes sibilinos voy escondiendo por el camino, señalando como si fueran migas un destino incierto pero atrevido. La revolución ha llegado, lo leí en el último mensaje sibilino.

Mariposas y calaveras

Son dos cosas que siempre me han gustado, aunque sería más correcto decir que me han fascinado. Cualquier cosa con una calavera me atrae enseguida, una camiseta, una caja, una hucha, y de hecho, tengo todas esas cosas. Ah, y también un plato y dos cojines y seguro que alguna cosa más que ahora mismo no me viene a la cabeza o a la futura calavera. Mariposas y calaveras. Ayer me fui a la cama pensando en ellas. Y tuve un sueño maravilloso. Estaba desnudo en un jardín donde aleteaban mariposas de colores intensos con calaveras en sus alas. Algunas tenían una calavera en cada ala, pero luego vi otras distintas. Me acerqué a ellas para ver el dibujo de sus alas y eran múltiples calaveras chiquititas estampadas en su alas de un negro casi transparente. Esta mañana, al despertar, estaba completamente feliz en mi cama sin saber cómo interpretar este sueño, pero pensando en su belleza. Me fui desnudo a la cama pero me desperté con mi camiseta de una guitarra con la forma de calavera puesta, la hucha calavera mirándome a los ojos y agitándose a un ritmo placentero que incitaba al baile matutino, a cada uno de mis lados descansaban los cojines de calaveras y, en mi cabeza, el pañuelo de mariposas de mi madre. Puede que esté empezando a volverme loco, aunque para muchos ya llevo muchos años siéndolo, o puede que todo sea un sueño, incluso lo que ahora estoy escribiendo, lo que tú crees que estás leyendo u oyendo. Todo, todo un sueño. Mariposas y calaveras.

martes, 23 de abril de 2024

El refugio

Me levanto con las fuerzas renovadas, dispuesto a afrontar un nuevo día, no digo a comerme el mundo porque muchas de sus partes saben a cuerno quemado, lo sé desde pequeño. Oigo la radio o leo en el ordenador una serie de noticias y, últimamente, ninguna es buena. Una gran parte de la población del planeta insiste en seguir destrozándolo. Gobiernos de grandes potencias mienten con el desparpajo de una prostituta vieja y enferma que pretende hacernos creer que sigue siendo virgen y que trabaja en una biblioteca. Medios de comunicación emitiendo noticias inventadas y omitiendo las verdaderas. Llego al trabajo y los mismos discursos de siempre, trabajadores defendiendo a millonarios, incultos sabelotodo que no escuchan y repiten lo que han oído en ciertos aparatos que idolatran como la tele y el móvil. Frío al punto de la mañana y calor a media mañana, trabajo y clima agotan hasta a las esquinas. Engullido por el sistema intento sonreír pero mi boca se resquebraja ante tanta tristeza mundial. Busco un refugio nada más salir del trabajo. Mi cuerpo empieza a desentumecerse después de una ducha, creo que vuelvo a pensar con normalidad, siento que estoy seguro, no sé si es sueño pero no me importa, estoy entre tus brazos: mi refugio eres tú.

Ninguna parte

¿Realmente defiendes tus ideas o defiendes las ideas que han implantado en ti? Te diría que lo pensaras, pero no serviría de nada. Parece ser que los argumentos, la búsqueda de la verdad, han pasado a un segundo plano. Decidimos votar a un partido porque un político es guapo o porque ha dicho algo que nos gusta o porque los medios nos lo están ofertando constantemente. Tomamos la mayoría de decisiones sin apenas pensar, más adelante nos quejaremos de los resultados, pero el daño ya estará hecho, con una colaboración que siempre nos sorprende cuando nos lo dicen: la nuestra. Actuamos en nuestra contra, votamos lo que nos perjudica, ingerimos lo que nos hace daño, nos relacionamos con personas que contaminan nuestra personalidad, realizamos trabajos que nos disgustan, llamamos al sexo amor y ya nada puede ir peor. Pero el capitalismo siempre triunfa, a costa de todos, con nuestra inestimable ayuda. Por eso la revolución del amor es tan importante sino terminaremos en ninguna parte, quejumbrosos, llenos de dolor, resentidos, creyendo que la culpa es del otro, viviendo un mundo sin sentido.

Nuevo descubrimiento

El conocimiento es algo muy interesante porque, además de que cuando lo vas adquiriendo te das cuenta de que te faltan muchas cosas por saber, amplía tu forma de pensar y también los hábitos del pensamiento y, aunque parezca que el conocimiento todo lo complica, te va encaminando, sin apenas darte cuenta, por lo menos al principio, hacia la sencillez. Ocurre como con la escritura. Cuando empiezas a escribir intentas ser original y se complica, se hace enrevesado, utilizas palabras que normalmente no usas y se busca marcar la diferencia con artificios que jamás se sostendrán, que el transcurso del tiempo derribará como un ligero soplo tumba un castillo de naipes. El conocimiento vuelve más inteligente a nuestros estados mentales. Una buena asimilación de conocimiento te hace humilde, sin embargo, el inepto, con pequeñas dosis de conocimiento se transformará en un arrogante petimetre. Me he dado cuenta de que por mucho que lea, un analfabeto puede enseñarme muchas cosas. No se puede desdeñar al otro por su falta de cultura porque estaríamos en una lucha constante que no lleva a ninguna parte.

lunes, 22 de abril de 2024

Corazón nómada

Viajando por el mundo, por otros mundos que están en este, viajando en la memoria, con mútiples recuerdos tatuados en su interior. Mi corazón lleva millones de historias de multitud de sitios. Es un corazón nómada, viajero aunque no se mueva del sitio, porque su contenido no tiene fronteras y en mi corazón llevo a amigos de todos los continentes. En mi corazón están las playas de la infancia, el pueblo de mi abuela que, aunque lo visité muy pocas veces, arraigo fuerte; la tierra de mi padre, la de mi madre que también es la mía, la tierra entera, todos mis viajes dejaron su huella, también todas las lecturas, todas las personas extranjeras que conocí en mi ciudad, tanto física como digitalmente. Mi corazón nómada se escapa todas las noches mientras duermo a saludar al mundo entero, recorriendo infinidad de países que, en realidad, es uno solo, el país del amor. Mi corazón nómada viaja con cada verso y también con cada beso, bucea en las ilusiones y se deja llevar por los sueños. Mi corazón nómada está lleno de amor sincero sin importarle el origen o la distancia, pues en mi corazón este amor acaba teniendo la misma fragancia embriagadora y sutil que me hace viajar estando sentado o incluso dormido, y oigo cantar al amigo, y veo pintar al hermano, y abrazo al amante querido, y converso y bailo con todos mis amigos. Corazón nómada siempre contigo.

domingo, 21 de abril de 2024

El engaño de los nuevos conceptos

La mayoría de las veces los nuevos conceptos surgen para diferenciarse del otro, para que unos se sientan mejor o peor que los portadores del nuevo concepto, pero siempre diferentes. Si nos fijamos en la historia reciente se ha perseguido y maltratado a las mujeres, los negros, los extranjeros, los judíos, los homosexuales, los gordos... Estas persecuciones, casi siempre, han sido provocadas por una u otra religión. El concepto de bruja sirvió para matar mujeres inteligentes. El otro, el hombre, se sintió atacado y actuó. Primero se califica a un grupo de personas con un nuevo concepto y luego, desde diferentes sectores sociales, se les ataca o se les defiende, pero se les va haciendo la vida imposible y esquilmando. Pero hay nuevos conceptos que se fabrican para permitirse cosas hasta entonces inadmisibles con los conceptos antiguos. Si un hombre usaba cosméticos era homosexual, pero llegó un día en el que se vio un negocio y apareció el concepto del metrosexual, un hombre que cuida su físico, que usa cremas y potingues y no es gay. Después los hombres heterosexuales sintieron curiosidad por el sexo homosexual al que siempre habían criticado. Y mantuvieron relaciones entre hombres pero crearon un nuevo concepto para no ser tildados de ser gay. Estos hombres son heterocuriosos o heteroflexibles, quieren hacer pero que no se les critique, que no se les compare con los gay o bisexuales, de ahí los nuevos conceptos, de ahí el engaño que les protege del ataque externo y les permite seguir atacando a los que hacen lo mismo pero que siguen sumidos en viejos conceptos.

Cartografía sentimental

Si hiciera mapas con todos mis sentimientos abarcaría casi todo el mundo y partes de otros mundos. Así se compondría mi atlas sentimental. Los sentimientos por amigos lejanos podrían dibujarse como ríos o, tal vez, como rutas o caminos compuestos de vibraciones parecidos a los cables por donde fluye la electricidad hasta llegar a un punto donde se transforma en luz. Aquí se transformaría en amor. Pero también habría sistemas montañosos con raíces, pues los sentimientos van creciendo, aumentan, calan profundamente y se arraigan, agarrándote a una vida compartida, a una empatía sin límites, a la alegria por el bien ajeno, aunque más que bien ajeno sería bien del otro, pues el bien de mis amigos también lo considero como propio, me alegra tanto o más de lo que me pueda ocurrir a mí mismo. En el mapa de mis sentimientos hay un sol por cada amigo feliz y contento. Sin duda se trata de una cartografía con vida propia pues va mutando con los acontecimientos, Mi madre estaba en un mapa de la tierra y ahora hay un cable, una ruta que va al planeta de los muertos, que está lleno de prados y de huertos, de flores multicolores, de arboledas frondosas con buena sombra y una hermosa ruta de amor que va desde mi corazón hasta su localización, como un cordón umbilical gigante, manteniendo nuestro amor vivo y con fluidez constante, con todos los recuerdos encendidos, con toda la memoria palpitante.

Los chistes

Hay gente que cuenta chismes, otros desgracias, enfermedades y accidentes ajenos. A mí siempre me ha gustado contar chistes. Y hay varias cosas que me llaman la atención. Suelen darse siempre las mismas respuestas. La más amigable es reírse y disfrutar. Unos quieren seguir disfrutando y añaden más chistes de su propia cosecha a los ya contados. Otros se ríen y siempre añaden la coletilla 'qué malo'. Pero si el chiste es malo ¿por qué se ríen? Si nos hace gracia, el chiste ya ha cumplido su función. Hay, incluso, personas que quieren culpabilizarme de la autoría, 'ese chiste te lo has inventado', dicen. ¿Pero hay algún chiste que no sea inventado? Esto me lleva a pensar que, tal vez, hay una fábrica de chistes o puede que un país o, quién sabe, un planeta donde nacen los chistes y se reproducen entre ellos, por eso hay diferentes versiones, porque el ADN del chiste ha ido mutando de generación en generación. Otra expresión extraña es chiste sin gracia. Creo que no puede ser posible. El chiste es como la belleza, está en nosotros, sólo hay que saber mostrarla, en encontrar la gracia, en nuestra actitud divertida. Los chistes tiene todos gracia y, si no la tienen, es porque no son chistes. Serán otra cosa.

sábado, 20 de abril de 2024

Las alas

Siempre soñé con volar. De niño, en medio del trance del juego, movía los brazos en acompasado aleteo. Atravesaba las nubes y cazaba cachos dulces con mis dientes como si fuera algodón dulce del cielo. Ahora, cuando quiero volar, acerco mi boca a la tuya, planeo como un águila durante el beso, con la máxima seguridad de estar abrazado a tu cuerpo: eres mis alas. Y en tus ojos, mi alma, puedo verla como me observa sobrevolando nuestro amor igual que sobrevolamos la tierra. La vida no son tres días, ni un suspiro, es un vuelo desde mi corazón hasta tu nido. Y en tus brazos me hago eterno y con tu beso del mundo me olvido. Acaricio mis alas que tienen tu rostro. Hechas de plumas tan suaves como tu sonrisa. Las extiendo y comienza el vuelo Y, cuando termino, en ellas me envuelvo, pues tienen tu tacto que tanto anhelo. Las alas me dan calor, me renuevan, me reponen y ahora me siento mejor. Acerco mi boca a la tuya y en medio del beso vuelo, volamos, dibujando corazones por el cielo con sonrisas encantadoras de aquí te espero. Tú, mis alas; yo, tu vuelo.

viernes, 19 de abril de 2024

Baño de caricias

Cuando nos veamos, después de abrazarnos y besarnos, de contarnos novedades, de alegrarnos y sonreír por nuestro encuentro, de dejar que la excitación nerviosa desaparezca, cuando el silencio se asiente y solo nuestras miradas hablen, me gustaría que nos tumbáramos desnudos y darte un baño de caricias. Mis caricias van impregnadas de historias que quiero que conozcas, de todo lo que siento por ti, de la felicidad que quiero que disfrutes. Habrá unas caricias lentas pero continuas donde las yemas de mis dedos harán bailar a todos tus pelos, generando una vibración en todo el vello de tu cuerpo, un oleaje armónico del que brotará el placer que irás sintiendo y se irá intensificando con el roce. Y en el vaivén de esos pelos, en ese maravilloso cimbreo iré plantando besos, recolectando tu sabor placentero con mis labios, mientras mis dedos recorrerán tu piel, buscando lugares aún inexplorados e incidiendo en las zonas erógenas de tu particular personalidad. Mis dedos escalarán tus pezones, los rodearán de todas las maneras posibles, se transmitirán su energía y sus encantos, mientras, por ejemplo, te beso un hombro. Mis dedos resbalarán hasta tu ombligo y mis labios, ya en tu cuello, sentirán tu palpitar, tu calor y escanciarán besos ralentizados escalando hasta tu boca, buscando el fuego de tu lengua húmeda.

Nada y todo

Cuando no hay nada seguro, todo parece posible. Cansado de la ilusión que nunca llega, dejo que el sueño se espese, se materialice, entro en él. Había una posibilidad de que funcionase y todas las demás de que fuese como siempre. Funcionó. Funciona, pues me ha traído del pasado al presente. Estaba estancado en el pasado y ahora estoy viviendo un regalo, el presente, el maravilloso presente, sí, el único presente que eres tú. De la nada sale todo porque la nada está llena de cosas. Y así fue como te encontré, saltando de una nada a otra, hasta llegar al presente y encontrarlo todo. Caí en un charco de amor que salpicó toda mi existencia. Amaba las lecturas, amaba escribir, amaba la comida, me delitaba preparándola, incluso comprando los estupendos productos para elaborar los platos exquisitos. Ahora todo era bonito. Mi corazón sonreía. Brotaban amigos como setas en el bosque, crecían historias, protagonizaba aventuras siempre teniendo presente el regalo magnífico que se me había dado: tú. La posibilidad de una armonía alegre se había materializado ante mis narices. El sufrimiento del trabajo se había dulcificado. Ni siquiera me preguntaba cuánto iba a durar todo esto porque ese espacio lo ocupabas, lo ocupas tú. Nada ha cambiado y todo es diferente. Salpicado de amor me encamino hacia un mundo mejor. La esperanza se ha quitado la ropa y ahora ya es un hecho. El amor que me envuelve huele a ti. Todo huele a ti.

jueves, 18 de abril de 2024

La belleza del relato

Estábamos en el colegio, justo después de las vacaciones navideñas. Tenía diez años y la ingenuidad me envolvía como una segunda piel. En el autobús del cole habíamos discutido porque varios de mis compañeros afirmaban que los reyes magos eran los padres, pero yo lo negaba con rotundidad. ¿Cómo iban a ser los padres, dónde estaría entonces la magia de esas fiestas? ¿Y las cabalgatas? ¿Y de dónde salía Baltasar, mi rey mago preferido? Cuando lleguemos a clase se lo preguntamos al profe y ya verás, me dijo uno de esos compañeros sabelotodo. Al profesor se le ocurrió la idea de un debate y que expusiéramos nuestros argumentos. Mis compañeros dijeron que tenían pruebas, que se habían levantado por la noche y habían visto a sus padres poner los regalos en el salón de sus casas. Cuando llegué a casa se lo dije a mis padres y se intercambiaron varias miradas de preocupación entre ellos. Aquello me alarmó. Mi hermana mayor me llevo a otra habitación y me lo explicó todo con dulzura. Me dijo que ellos, mis hermanos, se habían enterado todos antes que yo, que debería estar contento por haber conservado la ilusión hasta los diez años, pero yo no quería creer que la magia se construye con mentiras, que hacerse adulto, crecer, consistía en perder las ilusiones, ¿qué clase de mundo es este? Al año siguiente escribí la carta a los reyes pero luego me acordé de lo que me dijo mi hermana y, estaba a punto de tirarla a la basura, cuando un hermano mío me dijo que podíamos quemarla y así subirían las cenizas al cielo y, si de verdad existían los reyes, debería llegarnos lo que habíamos pedido. Y así lo hicimos. Como muchas veces hacía, no pedí nada para mí, así cuando me daban algún regalo siempre estaba contento pues recibía más de lo que había pedido. Lo que nunca entendí es porque me traían siempre calcetines.

Átomos de amor

Llevamos mucho tiempo oyendo hablar de los átomos. Últimamente han aparecido en escena los átomos de consciencia pero ¿y los átomos del amor? Porque el amor también estará compuesto de algo. ¿Cuál es la unidad fundamental del amor? Conocemos el concepto de mariposas en el estómago, el de chiribitas en los ojos, pero nunca habíamos oído hablar de los átomos del amor. Están por todas partes, sólo necesitan ser activados. El átomo del amor necesita de nuestra complicidad. Por eso personas que nos pasaban desapercibidas, un día, sin saber por qué, las amamos. Ese es el día en que hemos activado los átomos del amor. La maravilla de estos átomos es que pueden ser activados a distancia, no hay necesidad de presencia física porque para el amor no hay distancias, ni siquiera requiere de reciprocidad. Una vez activados, me doy cuenta de que las alegrías de mis seres amados son también las mías. La envidia desaparece, se diluye, dejando espacio a una feliz armonía que encandila. Cuántos más átomos del amor se activan, más aparecen a nuestro alrededor, es una constante expansión que revoluciona la vida siempre para mejor. Las mariposas del estómago no paran de aletar al compás de las chiribitas de los ojos que iluminan nuestro camino para poder activar al siguiente átomo de amor.

miércoles, 17 de abril de 2024

La marca indeleble

Siempre está en el amor. Los cuerpos viven y mueren, se van, desaparecen. Pero algunos dejan huella. Mi madre es uno de esos cuerpos. Veo su fotografía y siento en mí su marca indeleble, y escribo, y amo a mis amigos, a los de carne y hueso y a los de los libros. Y esta marca indeleble es el germen de la revolución del amor, la semilla de un mundo mejor. A veces todo está en contra, turbulencias sonoras se aproximan, la maldad se propaga, las cosas se tuercen pero la marca indeleble se ilumina al ver tu sonrisa, al construir un párrafo que provoca al sistema, al bailar una danza sensual llena de contoneos y cimbreos, entonces la revolución se activa, la marca indeleble del amor se extiende, actúa como una vitamina y sale el sol, cantan los pájaros, y también tú, sonríe el cielo, y también tú, recorro tu delicioso cuerpo con la mente y hallo la marca indeleble en tu piel, la misma que siento en la mía, es una prolongación, es nuestro destino, la historia de nuestra vida, seres marcados por el hado, querubines adultos abrazados soñando despiertos, juntando sus marcas indelebles y consiguiendo la gloria del universo en un beso que se extiende, una caricia que se expande, un amor que se eterniza al contemplar tu sonrisa.

El hilo invisible

Hay un hilo que me lleva hacia ti, que me mantiene unido a ti. No importa dónde estés, el hilo sostiene la conexión. Un hilo invisible conecta nuestro amor. Ya no puedo pensar según qué cosas, leer según qué cosas, escuchar según qué cosas sin pensar en ti. En el sueño la conexión se hace visible, palpable y, al despertar, quedan huellas de tu presencia. Quiero acercarme a ti, agarrar el hilo y hacerme un ovillo, dando vueltas como un derviche hasta llegar hasta ti, hasta el otro extremo del hilo, en pleno éxtasis, romper el hilo y abrazarme a ti, y en ese acto de amor puro, desintegrar tu ropa con mi calor, sentir tu desnudez conversando con la mía, y oírles decir que van a escribir un cuento de, cuando en la lejanía, había un hilo invisible que las unía, que les ponía la piel de gallina a estas desnudeces parlanchinas. Pasar la noche envueltos en caricias mutuas, despertar con un baño de besos, secarnos con miradas lascivas y vestirnos con la ropa tejida con el hilo invisible de nuestras vidas.

martes, 16 de abril de 2024

Secretos

No sé por qué, últimamente, me dicen mucho te voy a contar un secreto. Pero ¿es eso posible? ¿Para qué se cuenta un secreto? Sin duda, para que lo difundas, porque , si la persona que lo guardaba, supuestamente, con tanto celo, te lo cuenta, es, indudablemente, para que se extienda como la pólvora y acabe estallando como un acontecimiento pretendidamente imprevisto. Hoy, sin ir más lejos, saturado de oír tanto secreto, cuando una persona me chista, me hace señales con la mano para que acuda, mira a ambos lados y, luego, me dice te voy a contar un secreto pero no se lo digas a nadie, le he dicho, mejor no, no me cuentes nada. Se ha quedado ojiplático y un pero interrogativo y unos puntos suspensivos se han aposentado en su boca abierta, dejando una imagen de sorpresa ralentizada ante mi mirada que seguía diciendo no, no me cuentes nada, secretos fuera. Si me lo cuentas ya no será un secreto, por qué quieres contármelo entonces. Si dejas que te lo cuenten, muy pronto lo va a saber alguien, y no porque yo lo haya dicho, sino porque esa persona cuenta secretos se lo ha dicho a varias personas y, cuando su secreto de mierda acaba siendo vox populi, vuelven a mí para echarme la culpa de su propagación. Y yo me pregunto ¿pero quién ha contado ese secreto primero? No se pueden contar secretos sin que dejen de serlo. Y otra cosa, ¿por qué tanto secreto?

Entre libros

Vivo. Los tengo siempre cerca. Acaricio sus lomos, los ordeno y desordeno, los cambio de sitio. A veces voy a dar un paseo y termino en la biblioteca o en una librería. Y ahora que lo pienso, cuando voy de viaje, siempre visito librerías allá donde voy. Los sitios con libros es como entrar en otro planeta, son lugares llenos de libertad donde todo puede ocurrir, dependiendo del libro que escojas puedes seguir viajando, llamar a la puerta del miedo o de la risa, tener una aventura llena de acción y de amor, conocerte a ti mismo, verte identificado, darte cuenta de que no esta solo en el mundo, de que los problemas que cargas en tus espaldas llevan repitiéndose durante siglos y los libros te dan respuestas, posibilidades, te incitan a la acción, a pensar, a aprovechar el tiempo, pero de muchas maneras, aprovechar el tiempo haciendo una siesta o tumbado debajo de una higuera pensando, porque el tiempo no se aprovecha sólo con una actividad frenética, a veces se aprovecha más acompañando a un amigo, escuchándole o, simplemente, mirándole a los ojos. Entre libros aprendí a amar, te conocí, porque te encontré primero en un libro, luego te soñé y después te ví. Y entonces comprendí que el libro me llevó hacia ti.

lunes, 15 de abril de 2024

Te vi

No sé si fueron mis ojos o el corazón el que te vio primero. Sentí tu presencia como un acontecimiento único: el advenimiento del amor. No me percaté en un principio pero intuía algo bonito. Ahora, cada vez que te veo, mis ojos brillan, mi sonrisa se delinea, mi alma se contonea en una danza perfecta, las palabras se llenan de amor y la humedad aparece entre las piernas, síntomas de alegría placentera me rodean y hacen una fiesta. Te vi como quien descubre un tesoro y se frota los ojos porque cree que aún sueña. Te vi e imagine la vida entera. Te vi siendo quimera y ahora eres la palpitación diaria, la excitación, el aire que respiro para vivir un sueño con el ser que admiro. Te vi despierto y, ahora, también dormido. Cierro los ojos y te veo cuando quiero; los abro, y te sigo viendo. Te vi como una luz en el camino, como el faro de mi destino, como la estrella que me arropa por las noches, me besa e ilumina mis sueños nulticolores. Te vi y el mundo se hizo mío, y ya no había nada más, sólo tú, sólo yo, sólo nos.

El pacto

Allá donde vayas también iré contigo. Esto es un pacto de amor y ni las distancias pueden conmigo. Por eso, donde tú vas, estoy yo, en tu corazón y en tu pensamiento y, donde voy yo, está el amor que te tengo. Y en el club de mis sueños eres socio honorario, por eso, mi amor, te sueño a diario. Es un pacto de cariño donde jugamos como niños, se ven nuestras sonrisas, se mezclan las carcajadas, hay armonía y caricias, hay silencio donde conversan nuestras miradas. Paseando por el parque el sol me muestra tu cara y, si me siento en un banco, buscando la rica sombra, aparece una brisa acariciadora con el tacto de tus dedos, provocándome alegría, aquí y ahora. Es nuestro pacto de amor lo mejor de toda mi vida. La lluvia me trae tus cantos, el calor me abraza en tu nombre y, la música, cuando bailo, desprende todos tus encantos, haciendo que mis poros vibren al unísono, y este placer rítmico que siento es de nuestro amor el fundamento y, como por arte de magia, realizamos el acto. Así es nuestro pacto.

domingo, 14 de abril de 2024

Las cosas especiales

Ser especial es algo que nos han impuesto, un deseo adquirido, que ya te han inculcado de pequeño. Por eso idolatramos. Y el mundo está lleno de especiales: deportistas -aunque no todos los deportes-, actores, cantantes y algunos más. Ser rico te hace especial, tener éxito también. Pero no son las cosas especiales con las que he soñado. A medida que vas adquiriendo conocimiento, que tienes un pensamiento crítico, te das cuenta de que las cosas especiales de verdad no se ven a simple vista, no son un lujo económico, algo que la sociedad capitalista te ha dicho que envidies. El amor, la ternura, la amistad, por ejemplo, son tres cosas especiales que requieren el esfuerzo de ser uno mismo, que no se pueden fingir, por lo menos no durante mucho tiempo, y que son esenciales para el verdadero éxito en la vida que no es el económico. También hay muchas cosas especiales en el día a día que sólo nos están pidiendo atención y actitud para poder percibirlas. Y estas cosas especiales son el tesoro que nos regala la vida.

sábado, 13 de abril de 2024

Lo que importa una mierda

Casi siempre se usa en sentido despectivo: tal asunto me importa una mierda, significa que no te importa o, por lo menos, que pretendes hacer creer a los demás que así es. ¿No hubiera sido más fácil decir no me interesa, no me importa nada o algo que no fuera tan contundente como mierda? Hay cierta dosis de mentira cuando se usa en este sentido. ¿Pero qué es lo que importa una mierda? Todo depende. Una mierda puede importar mucho: está buena esta mierda, dicen algunos. La mierda es el abono que hace crecer las plantas que son el sustento de nuestras vidas, entonces, lo que importa una mierda es mucho. Primero tendríamos que saber de qué clase de mierda estamos hablando. Si no cagas tu salud empeora y, otra vez, una mierda expulsada a tiempo puede ser lo más importante. Pero exactamente cuando hablamos de mierda hablamos de que importa tanto su presencia como su ausencia, entonces su importancia se multiplica, hecho que no ocurre con otras cosas. Cuando no entendemos lo que tenemos enfrente solemos preguntarnos pero esto ¿qué mierda es? Y después de ver todos estos ejemplos uno piensa lo verdaderamente importante que es la mierda, que no podríamos vivir sin ella, sin generarla, sin hacer de ella una obra de arte, una obra maestra, la gran obra de mierda por antonomasia. El mundo está lleno de lo que importa una mierda.

La orilla

Siempre buscamos puntos de referencia para todo. Nos ponemos metas, nos comparamos, hay un río, un mar, entre nosotros y nuestros deseos y, lo que deseamos, siempre está en la otra orilla. Y la vida es la aventura, el viaje, las vicisitudes del camino. Con el tiempo ciertas metas se van difuminando, pero, en mi horizonte, siempre está la otra orilla. ¿Y qué hay allí, en la otra orilla? El libro que aún no he escrito, que está solo en mi pensamiento, en lo más profundo, como un embrión, agazapado, aún sin construir, en los comienzos de su existencia. Y podría decir que tú también estás en la otra orilla, pero será mejor decir que la otra orilla eres tú. Un caudal nos separa, una extensión de agua llena de vida, un mundo, sí, estamos a un mundo de distancia, pero la otra orilla, tú, habitas mi pensamiento, descansas en mi corazón, llegas hasta mí en sueños. Dos orillas que se juntan en un punto creando la isla del amor, de un amor profundo, que se respira, que invade nuestro mundo, dos orillas que se entrelazan como dos cuerpos enamorados, la referencia querida por fin entre mis brazos. Una vida para llegar a la otra orilla y la eternidad para disfrutarla.

viernes, 12 de abril de 2024

Lo que me pasa con la escritura

Para mí escribir es como vivir, a veces es muy placentero y otras puede empezar siendo un sufrimiento pero, no sé qué es lo que ocurre exactamente, que acaba adquiriendo tintes de terapia y te acabas riendo del dolor que estás contando. Cuando escribo relatos la gente me pregunta si me ha ocurrido lo que me he inventado y, cuando aprovecho algo de lo que me ha ocurrido para añadirlo a mis relatos, entonces me dicen que tengo mucha imaginación. Parece como si la realidad, los hechos reales, no fueran creíbles y, sin embargo, lo inventado adquiere tintes de posibilidad, de historia verdadera, de biografía. Estamos en un mundo tan falso que cuanto más inventas, más real parece. Otras veces ocurre que primero llega lo inventado, lo escribes y, al cabo de un tiempo, se transforma en realidad. Es entonces cuando te sientes un dios, pues estás escribiendo el libro de la vida sin darte cuenta, escribes lo que ocurrirá en un futuro, adelantas acontecimientos. Por eso historias que parecen de una persona con mucha imaginación, con el paso de los años, se tranforman en historias de una persona realista. Hay historias que van mutando con el tiempo, unas ganan interés con el transcurso de los años, otras lo pierden, otras tienen la misma validez siempre. Y ya no entro en los significados o interpretaciones de la lectura porque hay veces, cuando preguntas, que te sorprendes de la maquinaria interpretativa de los lectores; supongo que a mí me debe pasar lo mismo cuando leo, ya que somos máquinas buscadoras de sentido y, ahora que lo pienso, tal vez por eso, me gustó tanto el absurdo en su momento.

jueves, 11 de abril de 2024

La realidad y el deseo

Busco la forma de armonizarlos pero me encuentro en una tesitura tal que el mundo apesta y los deseos se multiplican. Leo, busco en los libros, intento adquirir conocimiento. Unas veces se me dice que limite mis deseos y otras que les dé rienda suelta. Engullido por el amor, voy expandiéndolo por el universo de la mejor forma que conozco, a través de las palabras, siempre llenas de cariño, trato a mis textos como a mis niños y, como un hechizo inesperado que se transforma en recurrente, el hado tergiversa la potencia de mi amor y los textos adquieren una fuerza inusitada, provocan el deseo que inunda la realidad, enamoran al lector y, donde puse una semilla de amor, ahora hay campos enteros. Todo se descontrola a veces, incluso en las artes amatorias y, donde sólo había una historia, ahora hay mil tramas enamoradas, plagas de hadas, de duendes, querubines incandescentes borrachos de placer y de deseo, una primavera que arde y corazones llenos de fuego. La realidad es que el deseo se ha propagado, una mirada, una intención, un pensamiento, una idea, un torso desnudo, una sonrisa, todo se ha vuelto una mecha que incendia las pasiones y el amor se extiende por los rincones que se multiplican y en mi cuerpo llueven caricias mientras escribo las albricias de los corazones que amo, que son amigos, que son hermanos, que vamos juntos de la mano con un deseo tatuado para que lo haga realidad el hado tergiversador de hace un rato. Y así, en una armonía mágica, vivir la vida como en un relato.

miércoles, 10 de abril de 2024

Quería decirte que

Son tantas cosas las que me gustaría decirte que no es que no sepa por dónde comenzar sino que se me ocurren múltiples maneras de comenzar, tantas, que, a lo mejor, necesitaría varias vidas o mejor aún muchos mundos paralelos y así podría comenzar de múltiples formas y al unísono, aunque también he de reconocer que si tuvieras que oírlas todas a la vez sería un poco caótico. Luego imagino que son tantas las cosas que, tal vez, no debería decirlas todas, por lo menos sólo con palabras. Podría decirte que te quiero con una tierna sonrisa o con una caricia inesperada o con un beso en el ombligo pero en medio de la calle. También podría seguir ahorrando palabras y decirte cosas con la mirada o con el silencio, hay tantas cosas que se pueden decir en silencio. Con pequeños detalles podría seguir diciéndote cosas, con una flor, con un buen guiso o un postre, con un baile, lento o rápido, con un libro o una película, llevándote al teatro. Son tantas cosas las que quiero decirte que tendré que hacer todo lo que he dicho aunque también podría decirte sólo que, porque si quería decirte que desde un principio, pues te lo digo: que.

La que narraba

Pensaba en mi madre y en el amor, en cómo me lo transmitió, qué recuerdo de ella y en dónde reside la esencia de ese amor y, por un momento, han venido varios fogonazos a mi mente, los besos, las caricias, las sonrisas, pero los he ido descartando. No quiero decir que no hayan sido importantes, claro que lo han sido, pero digamos, no son el ingrediente principal del amor, no son su esencia. Me ha costado verlo, pero al final lo he visto claro: las historias, lo que me contaba, lo que narraba y cómo lo hacía. Atrapaba mi atención con una dulce pasión mientras narraba la historia. A veces me contaba historias para animarme, para enseñarme conceptos importantes de la vida, para hacerme feliz, para enseñarme a amar. Lleva muerta más de diez años pero sigue contándome historias, sigue siendo la que narraba y me narra porque yo soy su voz y, por eso, sigue narrando de alguna manera a través de mí y, también, porque el amor es más fuerte que la muerte y esta es la prueba principal: mi madre, la que narraba.

martes, 9 de abril de 2024

La protuberancia

Se hinchó de repente y comenzó a hablar. Me sentiré más tranquilo si me acaricias, me dijo. La protuberancia siempre había estado allí, pero yo no le había dado importancia. También es verdad que nunca se había hinchado de esta forma. Y tampoco me había dado conversación. Todo estaba siendo distinto. Con las caricias surgió una pequeña cara en la protuberancia que me resultaba familiar: era la tuya. Puede que sólo fuera un ardid de la protuberancia para que intimáramos con más gusto y, la verdad, creo que sí, que fue un acierto. Hablamos de todo un poco, del día, de la vida, del universo, del cambio enigmático de rumbo del mundo, de la aparición de un amor más profundo, del tacto contacto en medio del acto, de los susurros que oía en mis pensamientos. Íbamos a todos los sitios juntos, el roce era constante, el amor, nuestro mundo, la esencia de cada uno de nuestro movimientos. Un día la protuberancia me escribió un poema que escupió en el momento más álgido de nuestro diálogo nocturno. Ahí sigue, estampado en el techo, haciendo de guía, de bandera, de consigna, recordándome que lo importante es narrar nuestra experiencia en este mundo.

Sustancia espiritual

Pudiera ser que fuéramos. Una mente viajando en un cuerpo temporalmente. ¿Y luego, cuando el cuerpo termine? Puede que esa sustancia espiritual vague por el universo, quizá otra dimensión, tal vez aún desconocida, quién sabe. Puede que esa sustancia vuelva a un tarro o recipiente donde permanezca como en tránsito, a la espera de una nueva aventura, de un nuevo proyecto, de otro universo habitado por futuros cuerpos menos orgánicos y más tecnológicos. Aunque podría haber un salto en el tiempo pero hacia el pasado, aquí no hace falta lógica o sentido, por lo menos no las que conocemos ahora. Tal vez la sustancia espiritual permanezca en la tierra donde brotarán plantas que alimentarán animales que, a lo mejor, evolucionen a una especie distinta a cualquiera de las existentes, una especie que trabaje en grupo por el bien común, que se amen entre ellos y también a otras especies a las que están conectadas e interrelacionadas, seres que se aman y cooperan, conocedores de su esencia primigenia común, de su familiar sustancia espiritual.

lunes, 8 de abril de 2024

Necesidad de sentido

La vida es muchas cosas. Puede ser maravillosa y también un tormento pero siempre tenemos una necesidad de sentido. Es algo humano que nos persigue. La vida a veces es absurda y puede que su sentido sea el sinsentido. Estamos solos, separados del resto, del otro, del mundo, de la naturaleza. Nos involucramos con el mundo que construimos, por eso el amor es tan importante. Muchas veces el amor es el sentido y lo que nos hace sentir que estamos vivos. Escribir sobre el amor me hace estar cerca de mis amigos, acariciarlos con las palabras, observarlos con la mirada atenta del corazón; en definitiva, sentirlos. Ellos son el sentido, la buena vida, el amor compartido. Y este sentido es como Roma, todos los caminos conducen a él, al sentir, al amor, al no añadir más sufrimiento del que ya hay. Hay otros sentidos pero están en este. Puede que los caminos se bifurquen pero el sentido del amor hará que vuelvan a unirse, a través de la música, de un texto, de una pintura, de la comida, de cualquier cosa. El sentido revolotea como una mariposa que desprende amor en su aleteo constante. Observo el paisaje, respiro hondo y todo trasfondo me lleva al mismo lugar: de una u otra manera hay que amar.

El libro

Como un libro que busca la vida, la lectura ajena, necesito que me manosees, que hojees mi vida, que leas las historias que hay en mi piel. Estoy cansado de estar quieto en una estantería. Soy el libro que te ofrece nuevas fantasías. Voy a narrarte mil historias desnudas a susurros, besos y caricias. Ábreme, lee entre mis líneas, en cada uno de mis poros hay una nueva historia de vida, de alegría y estás tú en muchas de ellas, compruébalo, ven, desnúdate, lee mi barriga, y en mi pecho hay otra aventura. Deja que te escriba con los dedos, con caricias, nuestras historias compartidas. Tu piel es la página en blanco y mi dulce roce, mi tacto, la tinta que contará el placer de tus encantos, las líneas, los párrafos, que descubrirán el misterio en el libro de tu cuerpo amando.

domingo, 7 de abril de 2024

La caída

No sabía muy bien cómo había llegado hasta aquí. Hay un momento en que parece todo perdido. La desesperación es un cubo de agua que te lanzan a cámara lenta, pero cuando el agua se seca y la desesperación desaparece, no aparece una puerta, es sólo una pequeña grieta, una ínfima posibilidad de renacimiento que hay que aprovechar. La caída me había abierto los ojos. No sólo tenía que levantarme, debía levantarme siendo otro. Iba a tener mucho en contra porque para muchos sería siempre el que había caído, el que tropezó, el que hizo esto o lo otro, pero yo sabía, aunque de momento sólo yo, que era el renacido. La caída me permitía la posibilidad del cambio y también repetir todo lo que ya había vivido. En mí estaba la elección. A pesar de todo o, a lo mejor, tal vez por eso, el amor se había intensificado. Las pequeñas zancadillas diarias no parecían afectarme de la misma manera, enseguida las olvidaba, se disipaban como el humo de un mago. Ahora podía distinguir la sonrisa falsa de la verdadera. El auténtico poder no está en los bolsillos, está en la piel, en la mirada, en el corazón, en las acciones, en el pensamiento. Me levanté, asumí el dolor y me concentré en el amor.

Soledad compartida

En esta soledad compartida que es mi vida disfruto del amor a distancia que, con cada ensoñación, llena mi estancia de la esencia del amor verdadero que, para llegar hasta mí, recorre el mundo entero para generar abundancia en el interior de mi pecho. Una corriente invisible de un sentimiento profundo danza a mi alrededor haciéndome sentir mejor pues un cosquilleo placentero surge de mi piel creando una vibración que se expande y rebota por la habitación. Canto, bailo, río, estoy solo pero también estoy contigo, tus palabras se escriben en el aire, desprendiendo un olor característico, el de tus aromas corporales que van calando en mí, como tu sabor y, en la punta de todos mis pelos, brota un pequeño chisporroteo placentero que es tu tacto que me envuelve y mi sexo se humedece. Hay una fiesta de endorfinas en mi cabeza, es enorme, inmensa, oigo su música y mis labios se arquean, bailan generándome un placer que, sin darme cuenta, me desnuda. Soy el centro de la fiesta y en mi ombligo tu ternura que se extiende por mi piel haciéndome sentir bien. Vida de soledad compartida regalándome alegría.

sábado, 6 de abril de 2024

Entre tú y yo

No quiero que haya nada pero también quiero que esté todo. Nada porque deseo nuestras pieles unidas, frotándose, sintiéndose, amándose. y todo porque entre tú y yo quiero fantasía, arte, vida. espectaculares momentos creativos, silencios de pausa y armonía, entre tú y yo quiero un mundo que nos una más todavía, que nos entrelace, que nos conecte al amor de la vida. Entre tú y yo conocimiento puro, sabiduría natural, simbiosis, compenetración, cooperación fluida. Para ti mi amor, para ti mi vida, porque en mi corazón estás tú, y te lo doy para que te tengas a ti mismo con el cariño que yo te profeso. Somos como muñecas rusas, uno dentro del otro y, entre nosotros, nos regalamos a nosotros mismos con la mirada y el amor del otro. Entre tú y yo unas notas que vibran, una canción sin letra que mi cuerpo te canta para darte placer y sentir el tuyo, para que nos desborde la alegría e inunde el mundo. Entre tú y yo unas chiribitas dándose besos que generan chispas que nos acarician haciendo fluir el amor por nuestras vidas. Entre tú y yo nada que es todo para mí, toda mi alegría, acortando tanto las distancias que tus pensamientos se confundan con los míos, que bailen, que canten, que generen la comunicación propicia para que nuestras miradas hablen y nuestros dedos escriban en la piel del otro la historia de nuestra vida.

viernes, 5 de abril de 2024

La nube

Creo que lo que tuve fue un sueño, aunque no estoy muy seguro. Me sentía desbordado por el amor y sólo podía demostrarlo con palabras, pues la persona que quería estaba lejos. La distancia es una barrera que sólo la magia podía romper. Un pensamiento surgió con furia enamorada de mi corazón: quién pudiera ser nube. Las ventanas se abrieron y una corriente de aire revolvió todo con fuerza. Cuando me quise dar cuenta había salido disparado por la ventana, como si algo muy poderoso me absorbiera, adquirí velocidad inusitada hasta que paré de repente. Todo era azul y yo, una nube. En seguida me acoplé a mi nuevo estado. Me junte con otras nubes y viajamos, haciendo rodar el mundo en un cielo azulado. Las otras nubes me dejaron solo y supe que había llegado. Fui descendiendo y allí estabas tú, tumbado, tomando el sol, desnudo, tu cuerpo caliente y reposado. Descendí hasta rozarte, abriste los ojos y te abrazaste a mí, como un niño a su peluche, disfrutando ambos. Ser tu nube es lo que siempre había soñado, notar tu contacto, besar tu desnudez al completo, amarte tanto.

jueves, 4 de abril de 2024

Queridos niños

Puede que parezcáis adultos por fuera pero sé que, en lo sustancial, seguís siendo niños. No importan la calvicie o las arrugas o eso kilitos de más porque todavía conserváis las ganas de jugar. Va pasando el tiempo y uno no deja de ser niño. La sociedad intenta por todos los medios que te conviertas en adulto, pero tú lo conviertes en un juego, como el sexo, que también parece algo adulto o de mayores, pero para ti siempre ha sido algo divertido y, como todos tus juegos, lleno de amor. Porque cuando juegas a un juego, cuando te lo inventas, porque los inventados son los mejores, lo haces con la mayor de las convicciones. Tu cuerpo puede parecer adulto, pero no, sólo forma parte del juego de ser adulto, tú sigues siendo un niño, un niño que quiere ser feliz, que ama a los otros niños, a sus amigos, y que quiere seguir jugando con ellos. Queridos niños, sé que, si me zambullo en vuestra mirada, podemos comenzar a tener un juego maravilloso en el pensamiento, encontrarnos en el mundo de fantasía, vivir nuestra propia alegría, construir un mundo diferente, pleno, lleno de cooperación y amor. Que así sea. Comienza el juego.

¿Todo el mundo puede tener su opinión?

Creo que no, a pesar de que hoy nos están abocando a tener una opinión sobre todo sin apenas conocimiento alguno sobre lo que opinamos. Parece que opinar sobre todo es ser libre, es la norma en las redes sociales, cualquiera puede opinar y eso no es verdad. Decir chorradas sobre cualquier tema no es opinar porque la opinión es una valoración, ¿cómo se puede emitir una valoración o juicio sobre algo que se desconoce? No tiene sentido. Acribillamos al conocimiento, a la humildad y a la verdad y entonces emitimos ese engendro al que nos ha dado por denominar 'opinión' para auto engañarnos por enésima vez. Todo el mundo puede tener su opinión, repite muchísima gente en las discusiones, e incluso te dicen después de decir una vaciedad, respeta mi opinión. No contentos con decir una tontería quieren además que la respetes. Faltan al respeto a muchas personas constantemente pero exigen que respetes su opinión. Pues no, se respeta a las personas y no a las opiniones. Porque una persona a la que tienes que respetar puede tener una opinión de mierda. Y cuando se hace una valoración de algo que se desconoce suele pasar eso. Toda persona manipulada tiena opiniones sobre temas importantes que le han sido inoculadas por los medios pervertidores del sistema. Así es como funciona. Se repiten opiniones que van calando en los manipulados, un falso argumentario que, a primera vista, parece que tiene sentido y que ha sido corroborado por supuestos expertos que, en realidad, son sicarios de la perversión informativa, de la noticia falsa que se extiende como un virus y, por arte de birlibirloque, acaba transformándose en perogrullada. Y aquí termina este circunloquio que no es otra cosa que mi opinión dada.

miércoles, 3 de abril de 2024

La alegría es el triunfo

Porque no se puede competir por la alegría. El éxito en una competición puede dar satisfacción, momentánea siempre, pero la alegría es producto de la cooperación, incluso con uno mismo. La alegría es compartir lo bello, y no sólo eso, hace que el mismo compartir se torne bello. A mí me ocurre que, si estoy solo, y alcanzo unos instantes de alegría, necesito escribir, describir lo que he sentido y, por otro lado, hacer que lo escrito haga perdurar mi alegría; hay una simbiosis que reporta una continuidad de la alegría vivida. Y ese es mi único triunfo. Un ser que ama, en eso me he transformado. Y, a veces, sin querer, la alegría hace su aparición: un rostro que me sonríe, un amigo que me devuelve el amor con creces, porque el amor de los demás siempre es mayor que el mío, con más fuerza lo siento, unas risas compartidas, un abrazo intenso que perdura en el tiempo, el recuerdo de mi madre dándome un consejo que me salvó la vida, y tantas y tantas cosas conforman mi alegría que siento que habito en el triunfo más profundo, una nebulosa placentera que en volandas me lleva unos segundos que, en mi corazón, es la eternidad de otro mundo que ha venido a susurrarme que la alegría es el triunfo.

martes, 2 de abril de 2024

Cosas que no se pueden

No se puede caer bien a todo el mundo. Podemos desvivirnos, intentarlo y, quién sabe, incluso que nos parezca que lo hemos conseguido, pero, si lo pensamos bien, ya no nos caeremos bien a nosotros mismos y, sinceramente, ese es el primer síntoma de que la cosa no funciona. Después todo va de mal en peor. Otra cosa que no se puede es vivir sin trabajar. Aunque no lo descarto y, además, sea uno de mis sueños, e incluso diré más, he trabajado lo menos posible pero siempre he trabajado. Discutir con un imbécil. No se puede porque acaba uno discutiendo consigo mismo, y, por supuesto, discutir con un imbécil es contraproducente. No argumenta, están llenos de certezas, todas falsas, pero muy convincentes para ellos pues no necesitan de ninguna explicación, solo alguna frase como lo que yo te diga o lo sé de buena fuente o lo dijeron en la tele. Con ellos no hay discusión, es otra cosa; o te ríes y les das la razón o puede terminar en una pelea verbal. Dejar de beber y salir de fiesta con la misma gente que antes bebías; no se puede. Tú te aburrirás como una ostra y ellos intentarán hacerte beber aunque solo sea un chupito. No se puede. Tener un gobierno decente; no hay manera, no se puede. Separar corrupción y política; diferenciar entre iglesia y estado; que todo el mundo pague impuestos; volver a la república. Perder la ilusión de que las cosas que he mencionado aquí diciendo que no se pueden puedan llegar a realizarse algún día.

lunes, 1 de abril de 2024

Historias

La escritura hace el mundo habitable, el mundo que soy yo, mi cuerpo. Todas las historias que llevo dentro las sentirás cuando me acaricies porque están escritas en mi piel sin yo saberlo y saldrán a la luz con tu roce perfecto. Historias que solo he pensado o ni siquiera eso, historias que están hibernando, en un estado durmiente, historias larva. Muchas de estas historias son fantasmas que me están rondando, que me buscan, dándome pequeños toquecitos en el hombro, me susurran al oído: aquí, estoy aquí, vuélveme tinta, plásmame, haz que viaje por el mundo en un barco de papel, donde las velas son páginas que visto para que me desvistan con los ojos los desconocidos que ansían el misterio, que quieren resolverlo, leer lo que todavía no ha sido escrito. Otras son deudas que he contraído pues me las he auto impuesto y, a pesar de procrastinar, algún día verán la luz aunque sea en un lúgubre cuaderno. No nos damos cuenta pero somos seres de historias hechos, con recuerdos que son pequeñas historias que mantienen amores vivos, con ilusiones que son historias futuras que ocurrirán o que caerán en el olvido. Cada día un capítulo, instantes que son anécdotas, percances, aventuras, el amor en una historia, que se repite, que se transforma, que va dando vueltas en esta noria que es la vida, un cuento, mi historia.

El pájaro en la tormenta

Escribo sobre el amor pero estoy solo. Puede parece contradictorio, pero no lo es. Llegué solo aquí, al mundo y, también, amo la soledad. Pero de eso no quiero hablar ahora. Pienso, escribo, me relaciono, y, como casi todos hacemos, a veces parezco lo que no soy. O tal vez sean las conclusiones que sacan los demás de lo que escribo o de las fotos que ven. Intento sonreír cuando me hago una foto pero no significa que esté siempre sonriendo. Lo que intento decir es que no se puede juzgar el todo viendo solo una parte. Llevo años buscando la tranquilidad, la calma y solo hallo momentos fugaces, fogonazos, chispas de calma que se diluyen muy rápido. Y si me intento definir, no soy solo un hombre que ama, un ser en paz producto de la armonía del mundo, no soy lo que pienso ni lo que hago, soy el pájaro en la tormenta, esquivando rayos, sufriendo el aguacero, calado hasta los huesos, aleteo sin fuerzas, me pierdo en una hoja en blanco, ahogado en la angustia, en la repetición diaria, busco, desesperadamente, el asidero del amor, aunque sea a distancia, busco también las palabras y casi siempre elijo la inexacta. El pájaro en la tormenta, no tiene temas para escribir, huye del dolor, teme al futuro y también al pasado y, aunque no puede retroceder, a veces da vueltas sin sentido, perdido, aturdido, intentando cooperar en un mundo competitivo. Sacudo mis alas en medio de la tormenta, sin miedo, y mi mente viaja al interior de mi corazón mientras vuelo entre rayos y centellas. Ahí están mis seres queridos, mis amigos, mis amores, todos los juegos que jugué de niño, las flores de mi madre, los sueños de un don nadie. Soy el pájaro en la tormenta y, aunque empapado, sigo volando sin niguna certeza. Las dudas son mi existencia y el amor, lo que me da paciencia.