Recuperado el tiempo perdido

Dicen que no tenemos mucho tiempo, que la vida son tres días y dos los perdemos con lamentos. Pero para el amor no hay normas ni medidas. Y un día te conocí y, sin darme cuenta, sin yo saberlo, poco a poco el amor fue surgiendo. Y el tiempo se paralizó, suspendidos, flotando en una nube de amor, así me estoy sintiendo. Y es un amor que se expande como nuestro lindo universo. Y ahora pienso que incluso te amaba sin verte, te amé incluso antes de nacer, te amo sin complejos y te amaré para siempre porque amarte me hace rejuvenecer. Y no solo se ha parado el tiempo sino que estoy recuperando el tiempo perdido, y aún en la distancia te siento, verte siempre me pone contento y, si alguna vez lloro, es de alegría, del placer de verte cada día, de imaginarte, de soñarte, de quererte, de involucrarme en todos los actos de tu vida. Recuperando el tiempo perdido quiero, un día, darte la mano y volver a ser un niño, iluisonarme con el mundo, sorprenderme de la vida, contigo siempre, de la mano cada día.

Y si te dijera...

...que sé cuando las palabras son verdaderas. Reconozco el amor en la distancia. Hay personas que dicen que es imposible, que se tratan solo de caprichos, de deseos efímeros. No es mi caso. Tal vez cada uno hable desde su experiencia personal. Desde la mía puedo decir que descubro el amor que, evidentemente, puede ir acompañado de deseo, pero, el amor, como la mayoría de cosas, requiere tiempo, voluntad, esfuerzo, asumir el dolor, y el amor en la distancia produce más dolor pero a la vez es más auténtico. Más dolor porque uno quiere sentir el contacto, abrazar, acaricar, besar, pero más autenticidad porque a la vez se puede hacer todo eso pero con palabras. Y las palabras de amor generan expectativas, voluntades de achicar distancias, posibilidades de encuentros, de descubrir si el amor que surgió sigue vivo o se desvaneció en el tiempo. Y si te dijera que te amo como nunca he amado a nadie, que en sueños he sentido tu olor, tu sabor, y, al despertarme, perduraban en mi cuerpo. Y si te dijera que las yemas de mis dedos conocen todas las partes de tu hermoso cuerpo, que mi lengua ha recorrido tu boca, tus pezones y tu ombligo, y conoce todos sus recovecos. Y si te dijera que ese pequeño escalofrío que ahora estás sintiendo es porque nada invento, que cuanto más placer sientes al tocarte es porque se trata de mis dedos, y si llevas un dedo a tu boca es mi sabor el que estás sintiendo. Hace falta valor para sentir el amor que estoy sintiendo porque lo más revolucionario que hay en esta vida es amar, aventurarse a querer porque el amor es una aventura, la única y más importante que hay. Y si te dijera que el amor es más fuerte que la muerte te darías cuenta de que mi amor es eterno.

El amor todo lo traspasa

Para el amor no hay distancia ni muerte porque el amor todo lo traspasa. Cuando las palabras son sinceras, cuando el sentimiento es puro, natural, el amor obra su magia. Porque es mágico enamorarse en la distancia, y no solo enamorarse sino más bien amar en la distancia. El amor es esencial para una vida plena y, por eso, hay que llenar de amor el planeta: esa es mi meta. Llenar de amor el cielo, ¿pero cómo?, llenando sus nubes. Cada pequeño acto o muestra de amor una nube se hace más grande, se hincha, el viento la transporta, no importa a dónde y, un día, lloverá amor líquido donde la nube se encuentre. La gente, al mojarse, se sentirá diferente, predispuesta al buen trato, a platicar un rato, a darse besos y abrazos, de bienvenida y de despidada y también de mientras tanto. Qué maravilla de vida cuando el amor ha entrado. No dejes que se disipe, aliméntalo, ama a quien tengas al lado, ama a quien esté lejos, que la distancia no sea un obstáculo, ama a los muertos pues ellos te siguen soñando y cuando crees que piensas en ellos, son ellos que te están amando. El amor todo lo traspasa, por eso está lleno mi corazón y también mi casa. Cada libro, cada página, cada frase, cada letra, impregnados del amor del poeta, cada dulce comentario explosiona cuando llega y todo el amor que transporta es inhalado en su meta por un sorprendido destinatario que, a partir de ya, amará lo que acometa. El amor todo lo traspasa, el dolor, la muerte, la distancia, no importa el grosor de los muros, el amor al final te atrapa.

Me enamoro

Qué tiene la vida que siempre me enamoro. No lo hagas, me dicen, porque sufrirás. No me importa porque la vida sin amor ya no sería vida. Veo la lluvia y me enamoro. Veo rayos de sol brillando entre las hojas de los árboles y me enamoro. Veo a personas sonreír y me enamoro. Me enamora la verdad a la que busco como a un tesoro. Los libros me enamoran. Una buena actuación en el teatro y me enamoro. Y si me sale bien la comida tengo que hacerle una foto porque me he enamorado, de ese plato, de ese olor, del trabajo bien hecho, del placer de su sabor. Leo un poema y me enamoro. Contemplo un cuadro y me enamoro. Se lo conté a un doctor y me dijo, mal de amores, y me enamoré. Descubro una bella canción y me enamoro. Y si te veo a ti, aunque te viera ayer, cada vez que te veo me enamoro como si fuera la primera vez. Sé que no lo es, por eso la intensidad crece, y aunque no te vea, me enamoro, solo pensándote me enamoro. Me enamoro también cuando te sueño, porque te pienso, te veo y te siento.

Lluvia de orgones

Los orgones son partículas energéticas que se producen de manera alquímica al hacer el amor por amor. Estas partículas se esparcen por la atmósfera benificiándonos a todos. ¿Pero podemos generar orgones amando a distancia? ¿Por qué el sexo sin amor no produce orgones? ¿De la misma manera que hay diferentes formas de amar también hay diferentes tipos de orgones? No solo el amor para los amantes sino también para los amigos, generando orgones en todos los rincones. El sexo es el vehículo para la transmisión del amor, pero también pueden serlo otros actos o incluso las palabras cuando la distancia separa a las personas. Acometo todos mis actos con amor provocando así una aureola de orgones que se acumulan y van formando nubes a mi alrededor. Se avecina una precipitación, una gran tormenta de amor, lluvia de orgones que se extiende por el planeta y la naturaleza se regenera de la mejor manera, con amor.