viernes, 13 de enero de 2017

Soplan vientos nuevos

Hechos de tus besos, soplan en mi cara y me hacen hombre nuevo. Volandas de caricias me transportan a dos dedos del suelo. Lluvia que abraza, sol que penetra, brisa de tacto, voy caminando cada vez más lento y, sin embargo, saboreo tu amor más rápido. Pequeños remolinos de cariño me descubren el amor donde nada había antaño. Voy caminando o tal vez esté parado, pero siguen tus besos soplando. Y recorren mis mejillas hasta llegar a mis labios. Han surcado mares, volado mil cielos, han visto tempestades y ahora llegan hasta mí con su mejor sabor, recién hechos, dedicados, relatándome la vida al contactar con mis labios. Soplan vientos nuevos y tú, ya estás en mis brazos, y por fin mi amor descansa en tu regazo. Dame ahora tus besos de ese viento amado.

domingo, 8 de enero de 2017

Red de redes

Existe una donde a nadie se atrapa pero cualquiera se adhiere: es el amor con mayúsculas la red de redes. Poquito a poco va calando, entra en tu vida mientras comes, mientras andas, mientras estás soñando; incluso cuando lees, varias frases te agasajan con el amor que te están dando y se percibe en la alegría de tu rostro, en ese maravilloso humor que desde tu interior se va integrando, y la red de redes crece a cada paso, con cada saludo que vas dando, y se transporta en las sonrisas que recibes y en las que vas regalando, en lo que escribes, en lo que piensas, en lo que ahora mismo estás mirando. Y tal vez no se percibe pero el amor está ahí flotando, entrelazado a esos átomos que tampoco vemos pero de los que participamos. Y, como he dicho, aquí nadie cae atrapado, cada uno se adhiere si quiere, sí, si quiere ver sus sueños realizados, si quiere ver la sonrisa en una nube o, tal vez, el amor en un rebaño, si quiere sentir las caricias de unos pétalos, si quiere sentir el abrazo de una fragancia que por el aire va buceando. Y yo me adhiero, seguro que me adhiero, porque el amor es lo que más quiero, y lo respiro, lo comparto, lo recibo y lo regalo, lo trato con esmero, lo sueño, lo hablo, lo escucho, lo siento cuando te veo porque te quiero mucho.

lunes, 2 de enero de 2017

Puedo percibirlo

Sí, puedo percibir tu amor. No solo en las palabras que destilan, una por una, la esencia de tu cariño y, juntas, construyen el amor que siempre soñé de niño. Es también la forma de tu cuerpo que parece haber sido construido con los planos de mi deseo. Puedo percibir tu amor entre las líneas que me escribes, en tus sinceras frases, incluso en tu silencio, mientras meditas, mientras medito, siento tu amor que me recorre por dentro. Una caricia virtual traspasa fronteras, atraviesa montañas, llanuras y laderas, llama a mi puerta y se hace explícita en mi piel, deleitándose con cada poro, haciendo, con su presencia, de un instante cualquiera, nuestro tesoro. Sí, puedo percibir tu amor, aún sin verte, soñándote despierto, imaginándote conmigo, pensándote cada vez que respiro, creyendo que eres el aire o el agua que pasa por mi ombligo y entre las notas de la música que me seduce aparece tu imagen que me conduce hasta el amor que percibo.