Perdone, ¿es usted español?

No, ya no. Ahora soy desamparado. Las leyes se derriten en mis manos. Mis protestas las abofetea la policía. Los sueños son asesinados por el desgobierno que campea a sus anchas por este lodazal de despropósitos económicos al que llaman los 'eruditos' del régimen Marcaespaña. Los recién titulados desamparados han abandonado el país en busca del amparo prometido. La esperanza es lo último que se pierde pero el amparo es lo primero. Muchos enfermos mueren suplicando medicamentos. Muchos desahuciados terminan con lo último que les queda: su vida. Los desamparados van en aumento, su número crece, y también su fuerza, aunque a nadie le importe. De momento. Los desamparados se organizan, quieren volver a ser dueños de su patria y de sus sonrisas, quieren compartir la vida, y la sanidad, y la educación. Los desamparados meditan, esperan su turno. Los desamparados quieren volver a dar valor a la vida, quieren que la felicidad no sea solo economía. Los desamparados no tienen patria pero en sus corazones está germinando la alegría.

El universo es el lienzo

En el fondo, todos los colores salen del corazón. La vida cotidiana te regala los matices que la costumbre a veces oculta. Las muestras de cariño dan brillo y me solazan como a un niño. El mundo es una habitación donde el amor no solo está en el aire, está también en la luz, en todo lo que contemplo a través de la ventana, en las paredes que me abrazan y me dan cobijo. Un mundo puedo ser yo. Y los colores del corazón quieren mostrarte el amor, y es tan inmenso el amor que siento y a la vez tan simple, tan natural, tan de ir por casa, que con unas frases pinto un cuadro donde el universo es el lienzo y el pincel mi alma. Porque necesito enseñarte todo el amor que por ti siento, porque quiero ser la lluvia que baña tu cuerpo, porque quiero estar al lado de tus sonrisas y de tus lamentos, y descubrir planetas en los poros de tu cuerpo, y navegar por todos tus sueños, ser la sustancia de tus sentimientos, porque voy a pintarte mi amor, mi cielo, y el universo es el lienzo. Por eso y porque en resumidas cuentas te quiero.

Ese sentimiento que viene a mi encuentro

Puedo palpar la idea que tengo de ti, saborear todos tus recovecos cada vez que te imagino. Puedo también, en sueños, amarte con pasión largo y tendido, reír eternamente contigo, bailar, nadar, volar, ser tu amado amigo. Entro en ti por cualquier poro y hago de tu corazón mi escondrijo. Puedo dialogar contigo en silencio cada vez que te pienso. Incluso puedo construir frases con tus palabras y sentir tu aliento junto al mío. Puede la lluvia traerme tus besos, y mis lágrimas encarnar tu sexo. Puedo sentirte en los pasos que doy. Puedo correr, pero no hacia ti, sino contigo dentro o dentro de ti. Puedes vivir o morir, pero mi amor será eterno. Y si escribo sobre ti es para sentir tus caricias en mi cuerpo. Cierro los ojos y aparece tu boca en mi cuello. Apago la luz y tus dedos encienden mi cuerpo. Hoy sé que te amaré sin parar, hasta que se diluya el sueño.

Adiós miedo, hola racionalidad

Debes hacer lo que nosotros te digamos. Obedece. El jefe manda, el trabajador obedece. Deberías estar contento por estar trabajando, hoy en día trabajar es un regalo, un premio, una lotería. Si no sabes de qué hablar, no debes preocuparte, la televisión te dará varios temas de conversación. La realidad hablada, la realidad dicha no se parece a la realidad actuada, pero deberás acostumbrarte. El sistema te enseñará el camino; síguelo o el sistema te aniquilará. Tu puesto será ocupado por otro. Tu vida será ocupada por otra. Tu cuerpo será el de otro. Miedo a ser sustituido. Frustración por no poder materializar los deseos inculcados. Miedo a perder. Miedo al fracaso. Miedo, miedo, miedo. Adiós miedo. He imaginado un mundo sin ti. Y puede existir. Hay alternativa. Hola racionalidad. Hola estrategia para optimizar la consecución de nuestros fines. Bienvenido al mundo de la atención, del amor, al mundo de lee y piensa cómo hacerlo y hazlo. Disfruta de lo colectivo. Piensa en grupo. Ama al mundo. La renovación inminente está llamando a tu puerta. Incluso los detalles rutinarios están cambiando, hay un nuevo brillo, todo parece decantarse hacia la experiencia óptima. Debemos involucrarnos en todo, en lo bueno y en lo malo, y la felicidad será nuestra. Oigo la música de la racionalidad, tiene un ritmo creativo, una melodía enérgica y amorosa, un estribillo de sabiduría cósmica. Adiós miedo, hola racionalidad.

Diálogo de amor

Porque quiero un mundo mejor las palabras saldrán de mi corazón. Escucharé en silencio y con atención, responderé calmado y con dulzura, porque quiero que mi alegría sea también la tuya. Y en este diálogo de amor no sólo hablarán las voces, también lo harán las miradas, las entrañas, los sufrimientos y los goces. Para ello se cruzarán palabras, ideas, razonamientos, sonrisas y roces. El diálogo será amable, intenso y sanador. Por eso quiero compartir con todos el diálogo del amor. No será fácil, requiere entrenamiento, voluntad y esfuerzo, disponibilidad, pero también estimula y da felicidad. Una de las maravillas del diálogo del amor es su facilidad para conectar con otras especies. Incluso puede aparecer en momentos silenciosos y de meditación, cuando uno mismo oye el diálogo con el mundo en su corazón.

La felicidad razonable

Se viste de pequeños fracasos y, también, de alguno grande. De ver, y comprobar así, nuestras limitaciones. De intentar de nuevo superarlas y, tal vez, fracasar por enésima vez. La felicidad razonable no se construye de éxitos sino de actitudes, de imaginación vívida puesta en práctica, de creaciones, quién sabe si artísticas, que no nos llevan a ninguna parte. La felicidad razonable está en un poco de amor repartido a lo largo de nuestra vida. Está en el fracaso compartido, en la derrota comentada, en el abrazo de consolación, en las risas con amigos, perdedores, comunes y vulgares como yo. La felicidad razonable es disfrutar del mundo como nadie, como sólo uno mismo puede hacerlo, con su propio cerebro, con su maravillosa máquina pensante, meditando el momento, viviendo el presente, amando ininterrumpidamente.

Futuro recuerdo

Tal vez sea lo que estoy ahora viviendo. O incluso lo que viene a veces a mi cabeza, penetrando por una grieta abierta por un escape de imaginación que me mantiene alerta, pensamientos aún no vividos, futuro incierto que, sin saber cómo, ya es un recuerdo. Así que puedo construir parte de mi futuro con el amor del presente. E incluso con el malestar pasado, pero mi cosmovisión no me permite arrastrar errores, sólo buenos pensamientos, los mejores, esos serán los que me acompañarán. Como también los amores, todos bien ordenados en el archivo sentimental de mi corazón, donde también hay espacio para futuros recuerdos que serán, como no, nuevos amores, generados por la actitud sorpresiva y creativa, por la ilusión de vivir el día a día, por ver en lo cotidiano un regalo, por descubrir placer en cualquier simple hábito. Por eso con dos palabras, futuro recuerdo, armo un texto de varias líneas que se van hilvanando, una chispa de futuro que crece desde ahora, y sin más demora llegará al futuro. al mío y al tuyo, y, de repente, sin nosotros saberlo, sus alas se abrirán, alzará el vuelo y ya será un recuerdo.

Nunca está de más agradecer

La maravillosa amistad que se me profesa. La increíble atención que se me presta. El sorprendente milagro de la vida que tengo. Y tantas otras cosas. La mejor manera de agradecer es demostrarlo con amor. Redistribuir el amor en el mundo, en el universo, entre las demás personas, entre todos los seres, ya sean animales, plantas o piedras, galaxias o polvo de estrellas. Por eso quiero agradecer a mis amigos su interés, su paciencia, su comprensión, su cariñosa forma de darme ánimos, la dulzura de sus palabras; su trato, ya sea cercano o lejano; su cariño, ya sea físico o de pensamiento. Estoy sinceramente agradecido y lo estaré eternamente. Porque con su amistad mi amor crece, se propaga con más fuerza y, sin darnos cuenta apenas, la felicidad se arraiga en nuestro universo. Las miradas se cruzan comprendiéndose y no cuestionándose. Las sonrisas se regalan. El amor flota en el aire, se respira. Por eso quiero agradecer a la vida lo venido y lo que aún está por venir. Quiero agradecer al mundo esas pequeñas alegrías diarias, la frescura de una fruta en mi paladar, un encuentro tan inesperado como feliz, la sabiduría adquirida en las lecturas, el placer de conversar y reír, las caricias recibidas y las que di, el inmenso placer de haber podido conocer a cada uno de los amigos que tengo, de poder llevarlos en el corazón, de soñar con un encuentro, un abrazo, un baile, una conversación, un beso, de amarlos, de amarlos siempre.