miércoles, 23 de diciembre de 2020

Resumiendo

Otro año se acerca a su fin, pero esta vez hay cierta unanimidad: todo el mundo quiere que termine cuanto antes y poco se puede celebrar. Los primeros días del año, cuando se generan ilusiones y futuros sueños cortoplacistas, creía que en verano, cuando llegasen mis vacaciones, iba a realizar un viaje a otro continente para conocer a la persona que cambia el ritmo de mis palpitaciones, soñaba con estar entre sus brazos, con pasear y comer juntos, con hacer de todo y, a la vez, cualquier cosa o nada, simplemente estar a su lado. Pero muy pronto el año alejaría los sueños. Luego, cuando volvieran a acercarse, los haría pedazos. Las ilusiones se perderían por los miles de desagües que ha sembrado el año en todos los corazones. Y, como si fuéramos niños empezando una nueva colección, con un álbum recién estrenado, cambiaríamos cromos, en concreto yo cambiaría el viaje a otro continente por el cromo de poder dar un abrazo o un beso, algunos por tomar un café en compañía, por charlar, por darse palmadas, por intercambiar carcajadas, en definitiva, por cualquier zarandaja. Pero en este año extraño, las zarandajas nos parecen un lujo, lo anteriormente conocido como cotidiano, ahora es algo mágico, casi un milagro, las nuevas ilusiones de este año extraño y raro. Ha sido un año donde he aprendido a amar a distancia, a abrazar con la mirada, a besar con las palabras, porque por muy mal que uno, o todo, esté, siempre se aprende algo.

domingo, 13 de diciembre de 2020

A qué estás esperando

Miro fotos de personas que no conozco, intentando encontrar lo imprevisto que, en mi caso, es lo familiar, lo deseado, lo que quiero a mi lado, características que mi alma intuya no como similares sino como esenciales, rasgos que completan mi alma. No tengo claro si estoy intentando recuperar algo perdido, si estoy deshaciendo el camino para volver a algo que ya he sido. Son fotos de personas diferentes que el tiempo me está insinuando que son la misma. Tal vez lo que busco sea una persona expandida, con sus rasgos repartidos por el mundo y yo solamente intento recomponerla. Me fijo en las miradas, en las sonrisas, en la postura de unos cuerpos que se reflejan en mis retinas, que se insinúan, en gestos donde verme reflejado. Puede que busque puzzles y yo sea la pieza necesaria para completarlos, puede que solamente esté imaginando, pero hay fotos que me susurran que han estado a mi lado, no sé si en otro tiempo, en otro mundo, pero hay fotos que me dicen a qué estás esperando.

martes, 8 de diciembre de 2020

¿Creo en lo que pienso?

Es difícl conseguirlo e incluso también saberlo. Mis pensamientos suelen ser siempre más hermosos que mis acciones. Tal vez contagiados por el mundo de lo falso, por las falsas apariencias sociales, por las falsas noticias, por la política mentirosa, hayamos sucumbido a este ciclo de hiperactuación que vivimos. ¿Pero por qué pensar en lo que no se cree? Esa actitud puede que sea el preámbulo de la falsa apariencia mencionada, Construimos estructuras de pensamientos a veces tan buenos que no somos capaces de ponerlos en práctica. ¿Pero qué nos lo impide? Si soy capaz de tener unos pensamientos debería ser capaz de creer en ellos. Mis principios no pueden ser intercambiables dependiendo de la situación. Pero, a la vez, he de tener en cuenta mi propia evolución, puede que lo que ahora pienso no lo pensara ayer, pero eso no es de lo que hablo. Hablo de tener unos pensamientos y creer en ellos. Y si cambio los pensamientos también cambiarán mis creencias. Esa es la coherencia que busco, una coherencia actual, no una coherencia con los pensamientos pasados.

lunes, 7 de diciembre de 2020

Algo distinto

Hoy, caminando con el perro por las calles adyacentes a casa, como todos los días, sumergido en las rutinas de siempre, he visto algo distinto. Más que verlo lo he sentido, lo he percibido. La esencia de mí no es el yo que he construido. Durante toda la vida vamos construyendo un yo al que nos fusionamos. Pero hoy, durante unos instantes, me he salido del papel. Me he visto como algo extraño, he visto al yo como a un otro, como algo distinto. El yo era una cápsula, un recipiente, un medio de transporte, una forma de vivir en este planeta. Una construcción social, pero también superflua; una individualidad en el conjunto, pero también una forma de no volverse loco en un mundo donde todos tienen yo, donde todos son yo. Tal vez la verdadera locura sea ser todos yo. Todos con un yo que es el mismo pero cada uno siendo algo distinto. No estamos preparados para asumir algo distinto de manera permanente. Así que casi sin darme cuenta, he vuelto al yo de siempre, a la supuesta normalidad, a lo cotidiano, a lo mismo. Más tarde, durante la cena, pensaba en esos instantes diferentes, como si hubiera sido un sueño que se va olvidando a medida que pasan los minutos, elucubrando cuándo sería la siguiente oportunidad de ser algo distinto.

lunes, 30 de noviembre de 2020

Soy el amor

Sí, soy el amor que genero hacia ti porque soy lo que siento. También soy el deseo de tu cuerpo y de tu compañía. Soy el hacedor de las caricias que mi mente ya te ha dado, de las caricias futuras que te daré. Pero también soy la angustia de no tenerte aún entre mis brazos, el dolor de no poder besarte debido a la distancia. Soy el amor que no te alcanza, el amor que te sueña y se despierta abrazado a la almohada. Soy también la distancia, pues la siento gigante, un abismo que pisa mi deseo acuciante. Soy el analgésico hecho palabras, soy la trampa de la frase bonita, soy el adjetivo que me delata. Soy un futuro inmenso pero también soy una rata. Y me arrastro por esta cloaca de rutina, que padezco y vivo, que me adormila, que me hace sentir estancado, perdido en un pasado donde ya no está mi vida. Soy la alegría de haberte encontrado, la duda de no saber si tu querrás estar a mi lado, la impotencia de no saber si mi amor será recompensado. Soy la muerte que me espera pero también soy la meta, soy el logro de haberte amado, de quererte, de soñarte, de desearte a mi lado.

miércoles, 18 de noviembre de 2020

La gran obra

Una gran obra estoy escribiendo en el aire. Todo lo que estoy pensando me parece magnífico pero se entremezcla con los pedos de mi perro. Me mareo. Sucumbo ante eso olor nauseabundo producto de las entrañas del cánido. No he perdido el hilo, he perdido el sentido, 'el sentío' como me canta al oído un duende aflamencado con su zapateado cósmico que de repente ha parado. La gran obra se ha volatilizado, tal vez contagiada por el pedo, y seguirá flotando por la atmósfera y también, una pequeña parte, dentro de mí. ¿Cuántas maravillas habrá en el aire? La inspiración misma debe estar allí, titubeante, con miedo a salir, esperando su momento, atada a un pedo de perro o de cabra de montaña, disfrutando o padeciendo o las dos cosas a la vez. Y en esta brisa que imagino puedo leer el destino de esta gran obra que en el aire encontró el camino para perderse, para diluirse, para enriquecerse de mil y una maneras, para relacionarse con los millones de obras perdidas, solo pensadas pero no escritas. Una gran obra estoy escribiendo en el aire y se resite a que el papel la alcance.

martes, 10 de noviembre de 2020

Lo mejor de 2020

En un año pandémico, de confinamientos y noticias falsas, de virus y miedos, de tantas catástrofes globales aglomeradas, esta tarde me he parado a pensar qué hay de bueno, porque siempre hay algo, igual que siempre hay algo malo en lo bueno. Y lo bueno de 2020 eres tú. El protagonista de mi noche, el sueño de mi día, mi esperanza y mi alegría. Eres todas las cosas que siempre he querido: un sueño, un amante, un amigo. Pienso llevar la infinitud de tu alma con la eternidad de mi amor y buscar en tus silencios los conciertos del corazón. Eres mi Ángel, sí, con mayúscula, mi tesoro vivo, el estribillo que me repito cuando me contemplo el ombligo. Y no me canso de estar contigo. Porque pensar en ti ya es estar contigo, soñar contigo es estar contigo. Lo mejor de este año es que ya nunca más podré estar solo porque estás en mí, compartimos existencia, somos un nuevo milagro de la ciencia, derribando distancias con la mirada, acariciándonos con el alma, pero también con cada gesto. Cuando sonrío siento tus labios y, cuando camino, ocupo el doble de espacio. Y si me ducho, enjabono tu cuerpo, y si descanso, percibo tu silencio, y vuelve ese estribillo que me repito y que me canta que siempre estaré contigo.

jueves, 22 de octubre de 2020

Tú me enriqueces

Casi todos hemos tenido un profesor que nos llamaba la atención porque todas sus palabras nos enriquecían, ampliaban nuestro conocimiento y, no solo eso, nos hacían pensar. Incluso sus silencios nos enriquecían. ¿Pero puede ocurrirnos lo mismo en el amor? ¿Incrementar nuestro amor solo con la contemplación? He de decir que he encontrado una persona así. Empezó gustándome su físico, como otras muchas veces me había pasado con otras personas. Pero esta vez ha sido distinto. Cada foto que publica en la red social que compartimos, aumenta su belleza y también mi amor. Ver su imagen renovada me enriquece. Su sonrisa me alimenta. Su mirada me habla con susurros íntimos y me acaricia por las noches hasta que me duermo, todo he de decirlo, muy placenteramente. Y, al poco de dormirme, sueño que estamos juntos. Descubrimos cosas juntos, una flor, una comida, una ocurrencia, todo a su lado es enriquecedor. Sé que es solo un sueño, pero está lleno de amor. Y además a mí me parece una continuación de la vida, un compartir ideal tan real como la vida misma. Pero en la vida real, de momento, solo podemos hablarnos, bueno, ni tan siquiera eso, porque se trata de mensajes de texto. Pero he adquirido la habilidad de ponerles voz, de dar calor a su aliento, por eso me encanta que me hable en susurros en todos mis sueños, porque puedo oler su espìritu, percibir su interior, su amor que avanza hacia mí. También, cuando observo su mirada en cada foto, puedo oír su voz, ver sus palabras que se impregnan en mi cuerpo, sus sonrisas que me acarician las mejillas y me hacen sonreír. Noto su presencia y cada vez es más intensa. Nuestras almas ya están juntas, hace un tiempo se entrelazaron y jamás se separarán. Solo queda acercar los cuerpos porque todo lo demás ya esta unido. Y aunque estemos separados, la distancia entre tu piel y mi piel se ha diluido y permaneceremos siempre unidos.

sábado, 17 de octubre de 2020

Tanto

Te amo tanto que ahora sé que nunca voy a morir. Puede que mi cuerpo desaparezca, pero sé que nunca voy a morir. Es tanto el amor que siento por ti, que mi sangre es pasión delicada. No respiro, te respiro. No te añoro porque te adoro. Cuando entro en una habitación todo se ilumina y las discusiones terminan. La gente ya no me mira: contempla, medita, suspira. El amor es más fuerte que la muerte por eso nunca moriré. Permaneceré en días soleados y lluviosos. En el balanceo de las ramas de los árboles, en la siesta del perro callejero, en la vela casi extinta, en la noche que termina, en las flores marchitas y en los brotes recién nacidos. Nunca moriré, lo sé. Tanto tiempo soñando, tanto tiempo esperando, tanto tiempo amándote, conociéndote y sin conocerte, cuando eras solo imaginanción y en el presente. Tanto, tanto te amo, que no sé si ando o sueño. voy en volandas por el mundo, como una cometa, unida a un hilo que tú sostienes, bailo con el viento mientras te contemplo. Las nubes me sonríen, y tu corres agarrado al hilo, siguiendo mi estela de amor que firma en el cielo un camino. Tanto te amo, tanto te he querido, tanto te querré, que por eso sé que nunca moriré.

viernes, 16 de octubre de 2020

El día que me elegiste

Entraste en mis sueños sin aparente premeditación. De ahí diste un salto para protagonizar mis fantasías. Apareciste en las redes, buscándome. Mi corazón no dio un vuelco, pero se marcó un bailecito. La misma distancia que nos separa también nos une. Cuando te veo, cuando hablo contigo, en esos instantes reside lo eterno. Y sin tocarte puedo amarte, y al soñarte te toco. Me despierto con tu sabor en mis labios y mis manos huelen a ti. Un vínculo se creó el día que me elegiste y, como una bola de nieve ladera abajo, se expande mi amor hacia ti como un universo que voy explorando a cada instante, cada eterno instante, cada eterno instante que te amo. Por eso el día que me elegiste no ha terminado, nunca termina, sumidos los dos en los instantes donde nos amamos, nos eternizamos.

jueves, 8 de octubre de 2020

Alternativa y futuro

Existen. No son un sueño. Intentan hacerlos desaparecer. Los han enterrado en crisis, recortes, represión, virus, nueva normalidad... Utilizan un cemento de noticias falsas y aborregamiento generalizado para compactar, y que tanto alternativa como futuro sean inalcanzables. Pero la resistencia interior ha despertado. Una revolucion individualizada ha comenzado a surgir como de la nada desde innumerables puntos del planeta. Cuando esta revolución individual se conecte y se haga social, se extienda y crezca, propagándose de forma mundial, la alternativa se hará presente propiciando un futuro diferente al imaginado por los señores represores de la ocupación psíquica. En nuestras cabezas está la alternativa y en nuestros corazones el futuro soñado, esperando hacerse presente y también pasado reconquistado.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Plantear la posibilidad

O las posibilidades, como si de narrativas se tratase. Pero sin asegurar nada, de manera filosóficamente escéptica. Desarmemos al tajante. Indaguemos, sí, pero con una capa de duda. Y brindemos, por qué no, ataraxia para todos, pago yo. No cuesta tanto ¿verdad? Pensar es espléndido, solo hay que comenzar a hacerlo. Pensar la realidad sin dogmatismos porque la verdad siempre la poseen los mismos. Hoy en día la verdad es como el capital, se puede robar, te la pueden ocultar, o venderte mentiras como verdad. La manipulación está hecha especialmente para los que no piensan, los que desean una realidad sin esfuerzo, mascada, refrita; en definitiva, una realidad que huele a mentira. Por eso hay que pensar, porque los cerebros que piensan tienen muy poco espacio para la mentira. Y, sin embargo, tiene mucho espacio para narrativas, esos instantes de vida que explican, que nos dan a conocer, que, por qué no decirlo, que nos hacen pensar, sí, pensar más todavía de lo que ya pensamos. Porque pensar es un no parar. Duermes pensando, sueñas que piensas y, de repente, alguien dice: ¿cuándo piensas despertar? Como podemos ver, todo se trata de pensar, tal vez con ética, no, tal vez no, mejor con ética, buscando lo que importa en la vida, pensando en lo valioso, en lo realmente bueno.

sábado, 3 de octubre de 2020

Todo puede cambiar

Incluso lo que llevas toda la vida dando por sentado. La posibilidad de pensar en todo lo que me concierne se debe a la duda que habita en mi cerebro y que celebro. Ahora que la sociedad parece estar tocando fondo, aunque veces te sorprende y se hunde un poco más, es el momento de pensar más que nunca. En todo. De construir un nuevo mundo a través de nuestras pequeñas e individuales revoluciones. De no amilanarse ni aborregarse, porque la vida está para disfrutar de ella, para hacer de ella cada día algo mejor, y conseguir que el mundo sea más maravilloso. Se lo debemos a la humanidad, sobre todo para que no se extinga. Nuestro pensamiento va a ser esencial. Y la lucha contra la manipulación va a ser exhaustiva; ya lo está siendo. Po eso, insisto, todo puede cambiar. Hay que ponerse en marcha. Y estar atentos. Debemos descubrir nuestro yo auténtico porque, como decía Thoreau, ¿si yo no soy yo, quién lo será?

viernes, 2 de octubre de 2020

Miedos

Es difícl no tenerlos. A la oscuridad cuando eres un niño o, tal vez, al hombre del saco. A que haya alguien debajo de la cama, a las sombras, a ruidos extraños. Miedos que van calando poco a poco, con la educación, con la sociedad. A unos más y a otros menos. Pero hay miedos para todos. Posiblemente, cuando la edad va aumentando, los miedos se van perdiendo, aunque no siempre es así. Alguno puede permanecer o surgen nuevos miedos acordes a los nuevos tiempos. Pero hay un miedo que casi todos ocultamos incluso a nosotros mismos; somos maestros del auto engaño: el miedo a la muerte. Llevo tiempo dándole vueltas a este asunto. ¿Por qué temer a la muerte y no a la vida? ¿Tiene sentido? Si la vida no nos da miedo la muerte tampoco puede hacerlo. Porque van unidas, forman un mismo bloque, la vida sin muerte no es vida, sería otra cosa, pero no vida. Pensar en una canción que no termina, en una película sin fin, en un día sin noche o viceversa. Pero no confundir el no tener miedo a la muerte con ser un temerario. El amor a la vida conlleva una comprensión de la muerte, una aceptación y, por qué no, cierto amor también. A medida que la edad avanza, cuando ves a tus progenitores morir, a gemte mayor que desea que su vida termine, no porque padezcan alguna enfermedad terminal sino solo porque están cansados, porque quieren descansar, porque todo su mundo ha desaparecido, sus amores, sus amigos, su juventud, sus ganas, sus sentidos, sus fuerzas. Y, como no, también sus miedos.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Mysterium

A veces, en las conversaciones intrascedentes se pueden resolver los misterios que pueden suponernos diferentes tipos de personalidades. Esos principios inamovibles se tambalean o se contradicen de un párrafo a otro. Mi madre siempre me decía, si quieres conocer a alguien, déjale hablar. Sócrates siempre tiraba del hilo de las conversaciones de los demás, lo que vulgarmente se llama tirar de la lengua. Las conversaciones de más de dos minutos en las redes me ayudan a descubrir las mentiras, las patrañas, esos principios o ideologías que no se sostienen, que son como un castillo de naipes en un día ventoso. Hay personas que sacan un tema de converación y, cuando tiras un poco del hilo o de la lengua, dicen con una desvergüenza pasmosa que no quieren hablar del tema, cuando la realidad es que no quieren oir objeciones a lo que ellos dicen. He aquí uno de los mysterium. ¿Si no quieres oir a otro hablar de un tema por qué lo lanzas en la conversación? Además, casi siempre va unido que los que no quieren oír objeciones tampoco saben dar argumentaciones, pero tienen frases para zanjar la conversación o, por lo menos, para desviarla, frases como: no quiero hablar de eso, tú ya me entiendes, no sé si me explico, tampoco hay que darle tantas vueltas a todo. ¿Para qué conversar entonces? Si buscamos personas con los mismos gustos, las mismas ideas, que nos den la razón y que no nos contradigan, mejor será que conversemos delante de un espejo. Y lo he hecho. Incluso el espejo, que no es más que mi reflejo, argumenta mejor que estas personas, acepta mejor mis objeciones y, concretamente hoy, no he tenido más remedio que darle la razón al espejo. Luego me pareció oírle decir mysterium.

domingo, 27 de septiembre de 2020

Hazme un favor

Descubre lo que hay en mí, no lo que quieres que haya. No intentes conocer a una persona a través de unas fotografías, a través de la belleza que te capta y el deseo que te subyuga. Descubre la personalidad leyendo entre líneas, fíjate en los gestos, en esas bromas aparentes que tienen más verdad que mil promesas. Hazme un favor, si quieres conquistarme, prefiero el silencio a la mentira. Desnuda tu alma y verás la mía. La originalidad no está reñida con la simpatía. No intentes dar pena ni quitar importancia a todo lo que tiene la vida. No hay nadie especial en el mundo, solo hay otros, todos muy parecidos, todos tomando su camino, unos equivocándose, otros tarde, unos pronto... Después de conocerte a ti mismo podrás elegir tu camino, sin imposiciones, será tu decisión, y aunque parezca a veces que te has equivocado, se trata de tu elección y todos los caminos tienen trabas. La vida es una montaña de sufrimientos con pequeñas escalas de alegría, pero esas escalas puedes tenerlas todos los días. Y nadie puede cambiarlo, ni nada, solo hay que asumirlo. Hazme un favor, intenta quererte, sin engaños, sin subterfugios y, tal vez un día, puedas descubrir lo que hay en mí y si verdaderamente lo querías.

jueves, 24 de septiembre de 2020

La paradoja

Proclamar tu libertad desde una red. Mira mi foto, mira lo que como, mira lo que escucho, mira mi felicidad, mis compañías, mira lo que opino, mira qué comento y cómo, mira lo que pienso, mira, mira y mira. ¿Por qué? ¿Soy libre para enseñar o me han acostumbrado a ello? Qué clase de libertad obliga a una constante actualización, a emitir opinión sobre temas que jamás creímos que iban a importarnos, a dar nuestra aprobación a los 'mira-mira' de los demás. Atrapado en la red proclamo mi libertad. Soy esclavo porque quiero, soy esclavo por dinero, soy el libre esclavo del futuro moderno. Mira cómo me esclavizan, mira cómo me esclavizo, mira que libre soy cuando me encadeno. No puedo estar solo en ningún momento, por eso me esclavizo o, por lo menos, lo intento. Mira mi sonrisa como llora por dentro. Mira lo que leo, soy tan listo que he de publicarlo para el universo. Mira lo que escucho, es mi seña de identidad, la originalidad de donde provengo. Mira, mira, mira. Mira este pequeño infierno, se codea con otros y ninguno tiene remedio. Mira la libertad que me construyeron desde el sistema que me han impuesto. Sonríe para la foto, pues la tendrás que enseñar luego.

domingo, 20 de septiembre de 2020

La nada

Hoy soñé con Sócrates, justo en el instante en el que se percató de que no sabía nada. Vaya momento. Analizar tu existencia. hacer funcionar tu pensamiento y percatarte de que todo lo que sabes es tan insulso y tan enorme como la nada. Es tan grande ese momento que, al despertar, pude comprobar al pensar en todo lo que había vivido, en todo lo que había hecho, que solo se trataban de chorradas, que muy bien mi vida podría eliminarse y en el mundo no ocurriría nada, nada cambiaría. la importancia de nuestra existencia pierde sentido cuando pensamos seriamente en ella. Y, es curioso, cuando pienso seriamente en ella, veo mi existencia como una broma, no sé si del destino, de la naturaleza o de un supuesto creador. Y tal vez no solo mi existencia sino la de todos. Muchas bromas juntas fruto del sinsentido y del azar. Algunas bromas se afanan en cosas que no tienen gracia, pero una broma sin gracia ya no es una broma, es algo de mal gusto, algo que no debería haberse hecho. Por eso intento ser una broma divertida, una ilusión que sonríe cada día, algo banal, pura fantasía. E imagino que mi vida tiene sentido que, a lo mejor, pueda compartir la alegría que me encuentre, con suerte, a la vuelta de la esquina. Sócrates llegó a unas cotas muy elevadas de sabiduría y, sin embargo, no sabía nada. Hoy estamos llenos de datos y de información, mucha personas hablan de la generación mejor preparada, la tecnología nos acompaña, pero aquí, ahora, no hay nadie que no sepa nada, mejor dicho, nadie que sepa que no sabe nada. Y es como estar metido en una nube de insectos revoloteando nerviosos, todos dando sus datos, su información, pero sin saber que no saben nada, que lo que están haciendo no vale para nada.

Vocación de tratar de alcanzar algo que siempre se nos escapa

Eso es el amor. Se enciende, se apaga, huye, se disipa, brilla y, de repente, desparece de la mirada. Pero el amor, como muchas otras cosas, requiere tiempo. Si aparece y desaparece en muy poco tiempo, solo es deseo, tal vez antojo o capricho. El tiempo me ha dicho, a través de las experiencias de la vida, que si huye o desaparece, no hay que buscarlo o seguirlo, hay que dejarlo libre. Porque el amor es tan maravilloso que uno puede amar sin ser correspondido. Al principio no lograba entenderlo, pero lo fui descubriendo poco a poco. Amo la vida a pesar de que voy a morir un día, y no solo a pesar, sino también por eso. Amo la música que a veces me lleva al silencio. Amo a personas y busco la soledad. Porque el amor no es un gusto, ni un deseo. Uno no entiende porque ama a quien ama, solo ha de hacerlo. El amor me ha enseñado a cuidar y a vivir en el infierno. Porque el amor no es todo dicha, y requiere esfuerzo. El amor no son solo caricias y besos, son detalles, entendimiento, comprensión, soledad, lejanía, ausencia. El amor es más que ciencia, más que un te quiero. El amor es el llanto, la pérdida, el amor puede ser triste, pero a la postre alegra. Por eso amo al sol, y a la lluvia, y a la tormenta. Amo la dicha, y la indiferencia, amo tu cuerpo que me atormenta. Y si no alcanzas a quererme, y si te escapas, y si me olvidas, seguiré amándote. Y si me muero, seguiré amándote. Porque mi amor comienza, pero no termina, mi amor es más largo que la vida.

viernes, 18 de septiembre de 2020

Perderme en la poesía

Cada día pienso en las anécdotas aún no vividas contigo. Mi mente genera recuerdos aún no producidos, hechos no realizados que mi cabeza repite con una consistencia tan real y una coherencia tan verdadera que es a dónde el futuro nos lleva. Y me pierdo en tu poesía, cada día, porque lo imaginado por mí es tuyo, y vuelo como un ángel caído, planeando entre los versos, surfeando entre los sexos, me pierdo en la geografía de tu cuerpo, en esa hermosa isla donde buceo en tus pensamientos. Y a tu lado me veo capaz de crear la caricia infinita, de disfrutar de cada uno de tus poros y de tus sonrisas. Y si existe el cariño será porque nosotros lo construiremos como dos niños, con nuestros besos, nuestros paseos, nuestros juegos y nuestros guiños. A tu lado hablando, en silencio, despierto o dormido en tu pecho pero soñando siempre contigo. A tu lado, siempre a tu lado, disfrutando de tu amor, haciéndome mejor persona, volviéndonos niños. Y aunque estés en otro lado, estaré siempre a tu lado, y si lo piensas bien, me verás ahí buceando. Vivo, muerto, dormido o soñando, no importa el estado porque estaré siempre a tu lado. Y si se te ocurre un verso, un beso mío ira pegado. Cada día en tu respiración, generaré poesía, y ahí es donde voy a perderme, para ser tu propia vida.

jueves, 17 de septiembre de 2020

Silencio, alegría

El ritmo de la lluvia se acopla al de tus jadeos y tu sexo es la nube que descarga nuestros deseos ocultos. Ya no existe el tiempo. Los segundos se juntan en bloque en un minuto que no corre, de una hora petrificada, de un día sin noche porque ya no es día, sólo es lluvia, lluvia de mi alegría. Y tus ojos son el espejo de todos mis besos. Dicen que hay miradas que matan, pero yo no me lo creo. Entro en tu mirada como si fuera mi casa. El pensamiento me desnuda y no somos nosotros sino nuestros recuerdos los que sudan. Hay sonrisas que acarician. Tus jadeos se acoplan al ritmo de la lluvia y el amor hace los coros de esta versión acústica del placer. Hay recuerdos en la vida que no dejan de crecer, el pasado no termina porque vuelve a suceder. Y en cada gota de lluvia tu cuerpo seduce mi ser susurrándole al oído lo que somos, lo que fuimos y lo que debimos ser, pero entonces no supimos pues, inundados de placer, recorrimos infinitos estribillos, saltando estrellas, vagando por aventuras, propias y ajenas. Tú eres yo y yo soy tu vida. La lluvia limpió el deseo y el silencio trajo la alegría.

Preparándome para lo que aún no ha sucedido

¿Puedo? Tengo que hacerlo. La anticipación es esencial en la hoja de ruta de mi vida. Los erroress enseñan, por eso ahora debo anticiparme a ellos; no deben repetirse, otra vez no. Así que pongo música, relajante para mí, intrigante para otros. Voy aminorando el ritmo de mi respiración poco a poco. Me vacío de suspicacias y me concentro en el asunto. No inventar nunca la verdad sino encontrarla, me susurra una voz interior. Busca tiempo para meditar. Haz la siesta. Ejercita el pensamiento crítico. Lee, corre, anda, piensa, mira, observa, escucha, lee, lee. Leer es como un estribillo en esta preparación. También puedo escribir, quiero escribir. Leer lo escrito, corregirlo, anticiparme al fallo, e incluso preparar el error cuando convenga. Hacer que los errores sean útiles. Tal vez tenga algo que ver con lo que me decía mi madre, dale la vuelta a la tortilla cuando convenga, hijo mío. Qué razón tenía. Siempre. Y qué buenas sus tortillas. Era la reina dándole vueltas. Y yo soy su digno sucesor. Me dispongo a hacer una tortilla pensando en el asunto. No hay mejor preparación para lo que aún no ha sucedido.

lunes, 14 de septiembre de 2020

Ni un poro tuyo sin un beso mío

Toda tu piel vestida con mis caricias y divertidos susurros generándote sonrisas que alimentan el alma que mueve el motor de este inmenso amor que bombea el corazón por ti. Hoy no importa la distancia, ni siquiera la pandemia, hoy desaparece el ansia, hoy creé una nueva ciencia. Puedo verte, sentirte y tenerte, tanto despierto como dormido, puedo besarte desde la boca al ombligo, puedo pensarte a mi lado, puedo soñarme contigo. Y por eso mismo te digo, con el sabor de tu piel en mi boca, con tu olor perturbándome el sentido, ni un poro tuyo sin un beso mío. Las yemas de mis dedos generan tu presencia, y mientras las froto apareces como por encanto y con cada uno de mis besos genero un canto que nos envuelve, un halo de amor supremo, y un placer inusitado de sopetón me planta a tu lado. De nuestra mirada surge un te quiero que reverbera en nuestros cuerpos, tus poros besados por mí contactan con los mios besados por ti, aparece nuestro propio big bang, se expande nuestro amor. Y ya me siento mejor.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Fecha de caducidad

Cierto vaho alcohólico tiznaba todas sus palabras, las ideas que contenían, las contradicciones palpables que tanto rechinaban en mis oídos. Luego aparecerían frases hechas, típicas y tópicas, las mismas que aperecen siempre en el discurso de los desmemoriados, en la gente sin argumentos, en esas personas que no quieren descubrir, ni que nadie les descubra, lo que verdaderamente están diciendo. Los optimistas recalcitrantes, los señores de la positividad, gente dispuesta solo a divertirse pero que casi siempre se aburre, han vuelto a invadir la sociedad, sobre todo las redes, en donde, no sé por qué, creen que es más sencillo mentir. Pero al estar la mentira tan normalizada, al habernos acostumbrado a difundir solo positividad edulcorada, sucedáneo de diversión, algunas veces somos conscientes del mar de falsedad donde nadamos y salta una chispa de enfado o de tristeza aburrida que nos aposenta en la realidad que disfrazamos con nuestras vacuas sonrisas de auto retrato. Y esa originalidad prefabricada se diluye en una conversación donde malinterpretamos todo lo que nos dicen porque solo oímos lo que llevamos un tiempo queriendo ocultar. La realidad a veces escuece, claro que sí, pero mucho más cuando no la quieres oír, y más todavía cuando crees oírla en todas las palabras, te digan lo que te digan. El problema del auto engaño, del optimismo perpetuo, de la sonrisa y el divertimento eternos es que tienen fecha de caducidad, y cuando eso ocurre nos estallan en la cara, una verdad a la que no estamos acostumbrados nos abofetea con palabras, con frases que, cualquier otro día, no nos dirían nada.

miércoles, 9 de septiembre de 2020

Una tarde

Dimitri se empeñó en desdoblar su sinfónía y mis oídos la reconstruían como un puzzle, durante toda la tarde, con intensidad y calma a la vez. Néstor dormía plácidamente debajo de la mesa, gimoteando en sueños perrunos. Acababa de sorber un mate mientras mis ojos brincaban en las novedades internáuticas. El sol no había aparecido en todo el día; alguien dijo que estaría buceando. De pronto, un amigo, un mensaje. Mi mente salió disparada a su encuentro. Últimamente mis viajes son todos atado a una silla. Recuerdo tardes cuando aún el sol no buceaba, cuando mis piernas libres andaban y los mensajes eran palabras tridimensionadas. Mi amigo me mira con los ojos cerrados, yo lo siento en silencio y las caricias son todas pensadas. Ya tengo media sinfonía construida, media tarde echada, buceo con el sol, y aquí no ha pasado nada. Mientras buceamos oigo sonidos de ballena, pero me acerco y se trata de Néstor: gimotea y yo buceo en su sueño. El sol brilla, abro la boca y trago un poco de agua que resulta ser yerba mate. La última pieza del puzzle estaba en mi mano. Acábalo, me dijo Shostakovich, pero guardé la pieza en el bolsillo donde había una gran nada.

domingo, 6 de septiembre de 2020

Esa incosificable espontaneidad espiritual del yo

Tal vez no haya una mejor definición para un ente, un ser fluido, con características cambiantes, de acciones futuras impredecibles, que no tener definición. Otros mundos que están en este y este solo tiene dos letras: yo. Casualmente las dos letras que compartimos todos. Todos somos yo. Y todos los yo echan la culpa a un tú o un él, o tal vez pluralizados, un vosotros o un ellos. Pero a pesar de eso, todos siguen siendo yo. Y cada cierto tiempo, a mí me pasa, supongo que a vosotros también, ¿no?, claro que sí, vosotros también sois yo, esa incosificable espontaneidad espiritual del yo aparece, y no deja de ser una espontaneidad espiritual compartida que, a su manera, busca la verdad individual y colectivamente a la vez. Por eso, a pesar de la competencia entre diferentes yo, nos sentimos identificados con los logros de otro, los hacemos nuestros y, también, aprendemos a criticarnos a nosotros mismos empezando por los demás. Y esa espontaneidad va saltando de uno a otro, pasando por todos; algunos la olvidan, otros la sienten varias veces, pero eso es otra historia.

miércoles, 26 de agosto de 2020

Si supieras que yo

Procastino desde antes de que existiera el término. Soy una persona de principios, tengo miles de ellos, pero muy pocos desenlaces y finales. Si supieras que yo nunca termino una relación; aunque las relaciones terminen conmigo, en mi corazón siempre hay un hueco para seguir demostrando mi amor, ya sea a base de recuerdos o con diferentes artilugios de la imaginación. Si supieras que yo guardo todo lo que escribo, que a veces una pequeña frase me acompaña durante años, tal vez décadas, y después acaba formando parte de un texto; son frases con vida propia, que esperan su momento, que tienen paciencia, tal vez la que yo no tengo, y esconden una historia que brota con el tiempo. Si supieras que la mayoría de mis amigos, con los que tengo relación directa, son perros y que, con miradas y caricias, conversamos sobre el mundo, paramos el tiempo, hacemos de pequeños instantes grandes píldoras de felicidad que estallan y se esparcen en nuestro siguiente encuentro. Si supieras que yo quiero escribir un cuento utilizando poemas y poemas que cuenten pequeños relatos. Si supieras que yo hablo con los muertos sin necesidad de verlos y que también mantengo relaciones con diferentes señoras y señores, a través de libros, no solo con los escritores, también con los perosnajes, y que ciertos personajes que cobran vida en mi imaginación acabo cruzándomelos por la calle y, no solo eso, me hacen un pequeño gesto, un guiño, una leve sonrisa, un casi imperceptible movimiento de cabeza, que es la prueba definitiva de este interminable si supieras que yo...

miércoles, 15 de julio de 2020

Solo

Aparentemente todo el tiempo del mundo. Una nueva vida sin nadie alrededor, sin nadie a quien cuidar. Después de un cuarto de siglo cuidando a mis padres ya solo quedan recuerdos, muchos inventados, transformados por el tiempo. Un abismo se abre ante mí, pero también un mundo, o tal vez muchos, maravillosos. Una nueva casa me espera donde crearé la historia que me queda y también las mil y una historias imaginadas mientras mi historia personal permanece estancada. Solo. Puede sonar a abandono, pero no es eso solo. Porque la soledad puede ser la mejor maestra. Si soy capaz de aguantarme a mí mismo, podré aguantar cualquier cosa. Solo, sí, pero con todo el amor por compartir, y también aventuras, y, por qué no, silencios, caricias pensadas, besos soñados, relatos para mostraros la vida, vuestra propia vida, relatos que hacer realidad solo o en compañía. Los libros que me rodean me susurran las nuevas historias entre sus lineas, van dejando sus posos tras su lectura y fermentan en mi cabeza tras una tenue calentura. Solo buscaré la alegría. Solo construiré la caricia, la caricia voladora que llevará mi nombre y podrá llegar al rincón más inhóspito, al amigo más lejano, hasta alcanzar su mano, su torso, su rostro, y dibujar solo la sonrisa que soñé y construí estando solo.

jueves, 21 de mayo de 2020

De maravilla

De maravilla me siento y con tanto amor que creo estar a tu lado. La alegría es tan intensa que, aunque el amado en mi no piensa, me siento reconfortado. El amor es lo que tiene, pura magia en esencia, y aun sin haber correspondencia, te da lo que te conviene. Amo la luz, amo el cielo, amo la tierra, y aunque la vida sea a veces de mierda, el amor hace que nunca la pierda, que la cotidianidad aun me sorprenda. Y no voy a soltar prenda, solo amor, y decirle, cariño, vuela, sueña, busca, encuentra, y cuando ya nadie te comprenda, recuerda, el amor te estará esperando a mi puerta.

martes, 28 de abril de 2020

Huéspedes de la vida

Si estuviéramos en la experiencia que disfruta, con nuestras palabras engarzadas por sentimientos, ese extraño que nos revive en su lectura; si cierta energía durmiera en esos versos paridos en juventud temprana y altanera, dispuesta a despertar ante la atenta mirada futura de un alma en busca de aventuras; si todo lo que cuento vive, si todo lo que es cuento nace o nacerá; entonces, lo soñado, lo trabajado con los sueños que se escriben, las ilusiones versadas, los deseos imaginados que entre líneas caminan, nuestra vida ya perdida que, como el polvo, se aferra a las letras escritas en tiempos pasados, renacería en otras mentes, en otros cuerpos que reabsorben las ideas que deambulan por los siglos, esparciendo su polen de letras como la vida, como un funámbulo, camina por la cuerda floja de la evolución, por esta historia que comienza pero que nunca termina, una historia que a veces da vueltas, se va, vuelve, retorna, es idéntica a otra salvo pequeños matices, una coma, un acento, un adjetivo, un adverbio, una banda sonora, la intensidad de la luz... tantos matices pero siempre la misma historia: la historia generada por nuestras palabras engarzadas por sentimientos que un extraño (una vez fui yo) revive en su lectura.

domingo, 16 de febrero de 2020

Quimera

Quimera que se diluye en la realidad a la manera de una pastilla efervescente, que se despedaza, se desintegra, que, tal vez, deja un leve poso inconsistente en el vaso de una idea, pero que acaba en nada en el barril del pensamiento. Quimera que no escupe fuego, ya ni humo queda, solo una ligera neblina, una cortina de polvo en un rayo de luz recién nacido, un brillo tenue que confunde un instante. Quimera que intenta sobrevivir disfrazada de noticia falsa, quimera aparente, quimera de nada. Y ahora que el conocimiento ha desnudado a la realidad, ahora que los disfraces quiméricos solo engatusan al inexperto, ahora, en este instante presente sin tiempo, puedo ver que lo poco que sé, lo entiendo. Que las palabras han abierto sus puertas a mi conocimiento y descubro que, la mayor parte del hombre, su historia, su progreso, su política, es un invento. Y la quimera que se fue intenta volver, colarse por pequeñas grietas del sistema en el que me encuentro.

jueves, 13 de febrero de 2020

Polvo enamorado

Hace unas semanas que, además de en ti, pienso todos los días en la muerte. Me acompaña en el día a día, me sigue, se infiltra en el aire que respiro, en la vigilia y en el sueño, en cualquier conversación, incluso en el silencio. El miedo a la desaparición que creía extinguido se ha desarrollado a raíz de mis pensamientos. La filosofía me dice que ese miedo es humanamente normal pero también humanamente absurdo. A medida que transcurren los días y, sin dejar de pensar en la muerte, ese miedo absurdo y normal va desapareciendo y va dejando paso a lo importante de la vida, a las maravillas del vivir, esas cosas sencillas que todo lo impregnan, las rutinas que se repiten tantas veces que no sabes si las sueñas o son ya eternas. Y el amor que siento, que siempre he creído que es más fuerte que la muerte, me ha hecho seguir pensando en ti, que vivo para alcanzarte, para conseguir el conocimiento físico del amor psíquico que te profeso. Y si consigo ese amor físico tan deseado, no será eterno y, aún no consiguiéndolo, seguiré amándote. Llegaré a viejo, más de lo que soy, y mis arrugas enamoradas dejarán de latir. Puede que pierda el conocimiento para siempre, que mi memoria se diluya cuando mi cuerpo se descomponga. Pero ese polvo del que venimos y al que volvemos, ese polvo que esconde mis esencias, mis recuerdos, mi cuerpo, mis vivencias, ese polvo será siempre polvo enamorado.