lunes, 27 de octubre de 2014

La persona más rica del mundo

Va derrochando sonrisas allá donde va. Puede escuchar los zumbidos de los insectos en la gran ciudad. Posee toneladas de cariño esparcidas por todo el mundo y más allá. Conversa con los espíritus como si fuesen personas, porque la muerte sólo es un incidente más en este asunto principal que es el amor. La persona más rica del mundo hace fotos a las nubes con el corazón. Canta en un día de lluvia, medita al sol, juega con las sombras e incluso baila con ellas al rocanrol. La persona más rica del mundo tiene amigos debajo de las piedras, a su lado, a diez metros, a diez mil kilómetros, incluso más allá del sol. Vive una constante revolución en su corazón, la revolución del amor. La persona más rica del mundo sueña despierta porque millones de sueños forman su colección. Observa con detalle su alrededor, siente el presente latir a su ritmo, con cada paso, con cada respiración. Guarda millones de besos en un cajón, y algunos también en el congelador. Regala abrazos porque tiene un montón. La persona más rica del mundo no sabía de su condición. Un día, leyendo un libro en voz alta, unas líneas le dijeron: la persona más rica del mundo soy yo.

domingo, 19 de octubre de 2014

Planeo

Construir un beso perfecto, por eso pienso en tus labios, en cómo acometerlos, presiento su contacto, calculo la intensidad del roce, pienso en la humedad idónea, y sueño con la situación ideal, en un bosque donde los frutos silvestres, con sus fragancias, llenen de esencias nuestros sabores. Pienso en el beso mientras planeo como un pájaro, que medita su siguiente movimiento, en un cielo imaginado inspirado por unos versos que veo salir de tus ojos en mis mejores sueños. Es tu poesía la nube que me seduce mientras planeo, y ahora me dejo llevar, transportado en este lecho de agua que muy pronto cantará en el bosque donde se inaugurará nuestro beso perfecto. Humedecidos por esta música en verso, planeo lluvias y soles con nuestros besos, donde los pájaros se aposentan en un arco iris perfecto, siendo las notas de nuestra melodía, titulada según planeo, la canción del beso perfecto.

sábado, 18 de octubre de 2014

Se puede ser feliz

Sabiendo que el amor aún está por venir. Pensando en la solución que no aparece mientras la barba crece, y el pelo se vuelve claro y el problema se desvanece. Tal vez fue el tiempo la solución, su transcurrir, así que por qué no voy a ser feliz si unos problemas me abruman. Seguro que los días, los meses, o, si me apuras, los años, harán que estos irremisibles daños se transformen en anécdotas, en carcajadas de un futuro cercano, donde todo y nada haya cambiado. Se puede ser feliz con amigos que duermen cuando tú estás trabajando. Con una vida monótona, con sonrisas construidas por educación para no hacer daño. Se puede ser feliz incluso trabajando. No cuesta mucho disolver los desengaños, crear un mundo nuevo, imaginar que estoy a tu lado. Se puede ser feliz creando amor a diario.

martes, 14 de octubre de 2014

Tengo la sensación

Sí, ya hace unos años que he aumentado mi ritmo de compra de libros. No me importa tener libros sin leer, yo sigo comprando. Me he convencido a mí mismo de que los libros sin leer son el tiempo que me queda de vida. Por lo menos yo tengo la sensación de que es así. Leo mucho, pero compro a mayor velocidad. No es que no tenga tiempo para leer, sino que cada vez tengo más tiempo para vivir. La mayor parte de mi tiempo no vivido, de mi vida futura, es tiempo filosófico y tiempo literario. Si subdividimos esos tiempos, obtengo tiempo budista y tiempo estoico, tiempo poético, tiempo novelesco y también cuentístico. Es increíble porque llevo una vida de oxímoron o, como me gusta decir a mí, vivo oximoronizado: tengo tanto tiempo en los libros no leídos que tengo la sensación de que no voy a tener tiempo de leerlos. Qué ocurrencia esto de tener sensaciones. Pero en este mundo, cuando uno ni siquiera tiene tiempo para leer su propia vida, por lo menos, tiene la sensación de aumentarla con páginas no leídas. A veces tengo la sensación de no estar bien, y otras, sin embargo, de estar nadando en una nube. Tengo la sensación de que ha llegado la hora de ir a comprar otro libro. De saber más. De engordar unos capítulos. De dejar de cumplir años y cumplir versos, relatos, novelas, de cumplir libros.

domingo, 12 de octubre de 2014

Pretendo

Alzar la vista y verte sonriendo. Tener un lindo jardín donde salte un perro. Recoger tomates en mi propio huerto. Despertarme temprano pero no tener que salir corriendo. Caminar lento y llegar siempre a tiempo. Escribir un cuento y que tú lo estés leyendo y, cuando termines y yo alce la vista, verte sonriendo. Cocinar la vida y degustarla lento. No cansarme nunca de regalar abrazos, de escuchar historias, de soñar regazos. Tus besos estampados por mi cuerpo y verlos primero volando, como se acercan con ilusión, tal vez buscando mis labios y, como sin querer, terminan siempre encontrándolos. Sorprenderme por tu amor a diario. Despertarme caliente y entre tus brazos. Desayunar desnudo y leer o escribir un rato. Pretendo alzar la vista y ver tu beso volando como termina aposentado en mis labios y las sonrisas se mezclan y siempre nos amamos. Pretendo soñar y seguir soñando.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Juntos somos uno

El día que comprendí que mi corazón estaba ocupado por gente como tú, el mismo día que supe que mi corazón había vencido a la muerte pues allí habitan tanto mi hermana como mi madre desaparecidas para el mundo, el día que supe que mis sentimientos creaban lazos y redes en todo el mundo y, también, en mundos diferentes, ese día, ese maravilloso día, supe que juntos somos uno. Por eso cuando un amigo es feliz, una chispa de alegría salta en mi interior, son esos momentos en que uno, sin saber por qué, siente unas irrefrenables ganas de bailar, esos momentos en que te abrazas a tu perro y le acaricias más de lo normal, son esos pequeños espacios de amor donde el tiempo se para, y, todos juntos, gozamos del mismo placer, un vínculo invisible vibra por el interior de nuestros cuerpos, y todos juntos somos uno sintiendo el mismo amor. Por eso cada vez que una ola de alegría llega a la playa de mi corazón pienso en el abrazo de un amigo, con el beso de mi hermana, con la caricia de mi madre, en la imaginación del niño que fui, en esa flor que descubrí en un paseo por el campo, en el primer día que vi el mar, en la primera vez que jugué con el corazón a ser feliz y me salió bien. El día que comprendí que juntos somos uno, mi corazón brilló como ninguno.