domingo, 27 de mayo de 2012

Mi amor en todos los universos

Aquí sólo estoy contemplando mi amor, en un universo paralelo yaces a mi lado y acaricio tu pelo. Y en mis sueños hay una hoguera a nuestros pies crepitando, nuestros cuerpos se funden, se lamen, se acarician, nos estamos amando. Aquí sólo estoy contemplando el cielo, donde una estrella con tus ojos me sonríe, la misma que me besó en un universo paralelo. Aquí estoy sólo y me duermo, y sueño con una estrella, la misma, que se acerca, con tus ojos, y tu cuerpo, con todo tu carisma. Y me despierto, aquí y en todos los universos para decirte al oído, mi querida estrella, mi amor, te quiero y te querré siempre, en prosa y en verso, aquí y en todos los universos.

domingo, 20 de mayo de 2012

Ánimo de domingo

Hoy me levanté pensando que, aunque el mundo se esté llenando de anatemas, yo iba a gozar de todo haciendo de mi vida un poema. Que cuando no se aguanta más hay que soltar el lastre, y soñar que me deslizo por el viento con mi catre. Voy a por ti, voy en tu busca, voy a tu encuentro, voy porque sí, y este voy es una lucha, y este voy es sin lamentos; voy por amor y no miento. Hoy me levanté subido en un verso, y ahora que lo pienso tú eres la rima, la dicha, mi amor, la pura alegría. Y si en un poema vivo es sólo para estar contigo. Hoy me levanté soñando que estoy entre tus brazos y no me levanto. Acurrucado contigo, algo le dice mi ombligo a tu ombligo: cariño, no hay nada mejor que decir te quiero al oído.

domingo, 13 de mayo de 2012

Vestido de palabras

Los días de mucho calor me enfundo el alma, una prenda vaporosa, que no pesa, pero cala, ni abriga ni da calor y, a veces, todo lo contrario. Muy parecida al amor, pero el amor más que prenda es piel, piel y sudor. Porque el amor siempre lo llevo puesto; estoy desnudo, pero con amor y, a veces, cuanto más desnudo más amor. Se forman diferentes capas o películas sobre mi piel y, si tuviéramos un microscopio mágico para ver esas capas, veríamos todos los amores de nuestra vida ahí plasmados. Porque ahí está todo: las caricias de una madre, la iluminación del sol, el primer beso, la segunda vez que tuviste sexo (porque siempre dicen que es mejor que la primera, aunque en mi caso cometen error), la música, aquella mágica flor, la literatura, la novela que nunca escribes y tal vez vives, esos versos que pronuncias y desaparece dolor, sus caricias, sus caricias, más caricias, su roce, su sexo, su respiración, sus detalles, todo lo que sueñas, lo que vendrá y aún no sabes... ahí está todo. Y, cuando hace frío, me visto con un periódico, pero no uno cualquiera, con un periódico que escribo yo. Un traje de periódico inventado y optimista, y de corbata, esperanza, y un reloj de corazón. Voy vestido de palabras para que tú me leas mi amor.

viernes, 11 de mayo de 2012

Hoy

Hoy estaba pensando en por qué creía en lo que creía, y en si debería seguir creyendo o no. Que a lo mejor debería creer en menos cosas pero teniendo más fe en ellas. En que, por ejemplo, la justicia, es algo en que no vale la pena creer, pues no existe y ni siquiera es divertido. Prefiero creer en hadas madrinas o en angelitos tiernos, o quién sabe, en héroes magníficos que me salvan de estados críticos. Prefiero creer en payasos que me hacen llorar de tantas carcajadas, prefiero creer en chorradas que me alegren el día, creer que tú, cariño mío, mi vida, un día, llamarás a mi puerta, me abrazarás, me llenarás de besos, me vestirás con tus caricias, me hablarás con tu mirada, me amarás sin decir nada. Hoy, prefiero creer en mis chorradas.

sábado, 5 de mayo de 2012

Intríngulis

Hay algo en el sonido del misterio que me atrae. Tal vez sea ese olor a recuerdo, un recuerdo que no acabo de descifrar, pero que sabe a amor, a un amor grande, diría yo que maternal. Y se sabe que el amor, sobre todo su sabor, viene siempre seguido de visiones ancestrales que, aún no percatándonos nunca, hablan del futuro. Y, hoy, el futuro es mudo, su silencio chirría y se vuelve misterioso, transformando al aquí no pasa nada en algo sorprendente, tal vez curioso. Hay algo en el sonido del misterio que me atrae, y es lo mismo que veo en ti cuando te miro con el corazón. No sabría decir qué es pero sabe a amor.

Casi todo acaba siendo posible

Quería ser feliz. Me gustaba escribir y me propuse ser un escritor de éxito. Quería ser más feliz y ser capaz de encontrar el amor de mi vida. Y, para acabar de disfrutar, también quería un perro. Los días pasaban como parpadeos. Los años se perdían como legañas quitadas con esmero. Y, con la mirada limpia, un día, me di cuenta de que, sin darme cuenta, se habían cumplido todos mis deseos y, todos, todos confluían en mi perro. Como escritor, sigo inédito, pero feliz. Escribo y leo para mi perro, que también es el amor de mi vida. Y, cuando leo mis escritos por primera vez, mi perro me mira con veneración, parece entenderlo todo, pasa los textos por el tamiz del amor, en sus ojos se generan chiribitas de placer que se posan, sin querer, en los poros de mi piel, hasta que, de repente, impulsado por el texto, por la situación o no sé qué, me interrumpe la lectura para lamerme y darme besos. Quería ser feliz y he acabado siéndolo con un perro. A veces lo más trivial es lo más sincero. A veces el último deseo acaba siendo el primero. Así que, para ser un escritor de éxito, solamente hace falta un perro. Y su amor, son los mejores lectores, y mis premios, sus lametones.