miércoles, 31 de enero de 2024

Mirarte es lo primero

Cuando por fin esté a tu lado lo primero que haré será mirarte. Un buen rato contemplándote, mirarte hasta que el cruce de nuestras miradas sea un río, y nadar hacia ti con mis ojos. Hablarte sin mover los labios, dialogando nuestros rostros. Mirarte hasta ver tu alma y descubrirme en ella desnudo, entrelazado a tu cuerpo, siempre juntos, siendo tu sombra. Mirarte los pensamientos, darles luz con mi corazón y brillo con mi lengua. Y mientras te estoy mirando, proyectar el futuro en la mirada, nuestros cuerpos amándose, nuestras bocas sedientas, la tuya de mí, la mía de ti, hablándose en un beso donde nuestras lenguas bucean al ritmo de un deseo que se acrecienta. Mirarte todo, intensamente, y tú sintiendo mi mirada como dedos silentes que acarician con una levedad provocadora, excitante, lentamente de manera persistente y constante. El calor de nuestras pieles crece, sólo ha pasado un instante pero nos hemos amado eternamente. Mirarte, mirarte como nunca lo ha hecho nadie, con la seducción del mejor de tus amantes. Mirarte como si fueras tú, como si fuera antes, mirarte ahora y siempre, desnudarte con los ojos, tocarte, amarte.

martes, 30 de enero de 2024

La historia se repite

Porque nos creemos únicos. No avanzamos. Todo lo que ha ocurrido antes no nos ha enseñado nada, nuestro insulso orgullo es incapaz de digerirlo. El error nos atrapa, nos atrae, sabemos que está mal, pero vamos hacia él. Primero es por falta de experiencia; luego, sólo estupidez. Aprendemos a amar demasiado tarde. Acabamos casi todos cantando la misma canción: si hubiera, si hubiera... Ser humano es cometer errores, nos repetimos. Puede ser, pero no siempre los mismos. No todo está al alcance de nuestras manos, pero lo peor, siempre, es mucho más fácil conseguirlo. La naturaleza me ha enseñado que llegar a lo simple, tal como es el ser humano, requiere recorrer un arduo camino. Sí, la historia se repite. Si la historia se repite es porque todos somos muy parecidos. Capaces de lo peor y de lo mejor, ese es el dilema de nuestras vidas. Hay que elegir en un mar de dudas constantes. Hay que sufrir para amar. Todo lo bueno necesita esfuerzo, así sabremos valorarlo como se merece. El tiempo nos desgasta y, con suerte, aprendemos algo. La amistad y el amor, siempre, el mejor regalo.

Eso que dices

El dios que creaste nos separa. Su paz y amor no es tal pues nuestra vida desgasta. Y a ti no te gusta escuchar estas palabras, las llamas "eso que dices", y me miras con desprecio, hay violencia en tus palabras. ¿Dónde está el amor de tu dios ahora? Te lo repito, el dios que creaste nos separa. Puede que tu divinidad crezca, pero tu humanidad se esfuma en esta mezcla de creencias que haces en la tierra. ¿Dónde está tu prójimo, dónde tu paz de mierda? Envuelves tu discurso en una mentira suculenta, que engaña al inexperto y manipular es su ciencia. Tu fe es el profiláctico de la verdad, la agonía del planeta. Comulgas con el capital mientras se pudre nuestra tierra. Las almas se secan cuando el amor no es real. "Eso que dices", me repites tarde o temprano siempre que me ves. "Eso que dices" será tu perdición, me escupes desde tu pedestal. Y no puedes estar más equivocado.

Fantástico deseo impronunciable

Veo tu cuerpo en la foto y me enamoro ipso facto. En mi imaginación cobras vida, te desnudo con los ojos, te visto a besos hasta que mis labios están rotos. Con una fina túnica de caricias cubro tu cuerpo, una, dos, mil veces un millón. Y el fantástico deseo impronunciable se cumple varias veces. Suena música en mis venas cuando quito las cadenas a mi imaginación. Me desentiendo de los ritos sociales, prefiero que nos amemos como animales. Oigo tu nombre y mis latidos responden. Veo tu rostro y mis ojos se encienden. Escucho tu voz y mi sexo se humedece. Fantástico deseo impronunciable que acontece en mi cabeza, pronto dejará de ser rareza y, entre la maleza, en la cama, en cualquier parte, con nuestros cuerpos haremos arte. Fantástico deseo impronunciable que a mi puerta llamaste a escondidas, hoy gritas a la vida lo que antaño callaste y, quién sabe, quizá pronto sea capaz de pronunciarte.

lunes, 29 de enero de 2024

Jardín de calma y sabiduría

Cada vez que leo me imagino en un jardín tranquilo, con muchos colores y algún que otro pío-pío. Desde lo más profundo de mis tuétanos se acerca una música que incita al sosiego. Este jardín perfumado con el recuerdo de almas cándidas posee la temperatura idónea para el concimiento. Aquí se conversa, se medita, se lee y, sobre todo, se escucha. En este jardín oigo tu voz, pero también oigo tu piel, tus miradas, tus silencios, oigo tus pensamientos cuando estás lejos, cuando piensas en mí, oigo el amor en el firmamento. Las plantas traen noticias de tus sentimientos, el mundo habla todos los días en este jardín de calma y sabiduría. Los rayos de sol me dan el calor de tu amor que baña toda mi piel como una caricia perpetua. Los sueños aparecen sin dormir y la imaginación es brisa que zigzaguea entre las flores, dando majestuosidad a sus colores. Las plantas cantan a la vida, los pájaros al amor, se crea una sinfonía multicolor en este jardín de alegrías y sonrisas en flor. Las páginas de los libros que se leen en el jardín se impregnan de múltiples aromas haciendo del conocimiento un placer intenso para todos los sentidos. No hay prisa porque no hay tiempo en este jardín de conocimiento, sólo calma, sabiduría, amor y alegría.

No podía dormir

He pasado muchos años creyendo que no recordaba los sueños, cuando la realidad era que no dormía. Tengo cincuenta y ocho años y llevo cincuenta sin dormir. No me di cuenta hasta ayer. A los ochos años de edad ocurrieron dos cosas. Me enamoré sin saber qué era exactamente y un amigo del colegio, con el que cazaba mariposas, murió en un accidente en un lago. Yo seguí haciendo vida normal. Por las noches me iba a la cama pero mis ojos se mantenían abiertos. Aprovechaba para dar rienda suelta a mis fantasías. A los dieciseis le dije a un amigo que llevaba ocho años sin dormir y se echo a reír; no me creía. Decía que mis fantasías nocturnas eran sueños y que yo dormía como cualquier persona. Con el transcurrir del tiempo perdí el interés por me creyeran, me daba lo mismo. Bien mirado, aumentaba el tiempo de vida; mientras los demás dormían yo podía hacer muchas cosas, de hecho, las sigo haciendo. Es como tener una vida extra. Además, a mi cuerpo no parece afectarle el no tener el descanso nocturno, es más, por las noches, aunque no duerma, me recargo de energía. Leo y escribo, imagino mucho rato e intensamente; a mis tiempos nocturnos les llamo mi zona de arrebato. Arrebatado por un mundo fantástico que los demás me niegan. Construyendo realidades imaginadas en mi zona de arrebato, amando la vida como nadie la amado. Quién quiere dormir cuando has creado un mundo soñado, cuando los amigos son amores, cuando la vida es un regalo que, por las noches, se ha multiplicado.

sábado, 27 de enero de 2024

Viviendo la ficción

Ya no separo la realidad de la ficción, son sólo dos opciones, intercambiables, asumibles ambas, transformables y transformadoras, transversales. Te soñé y ahora te vivo. Imaginé una relación y ahora la tengo. Es mi forma de vida, adelantarme a los acontecimientos. No siempre sale bien, no todo lo que se sueña se consigue, pero la continuidad ayuda bastante, la constancia refuerza la realidad del sueño. Por eso siento tus besos en la distancia, noto tus dedos deslizándose sobre mi piel y no estoy durmiendo. Tu ternura me alcanza por el aire que respiro, noto tu fragancia en mis pulmones, tu sabor en mis labios. No sé si mis sentidos me engañan o no, sólo sé lo que percibo, y es tu amor, y está conmigo. Puede que esta ficción permanente sea mi realidad latente. El sueño se impone a la vigilia, la imaginación toma forma, se revela como la verdad, la única verdad. Lo imaginado, lo soñado, dibujan mi realidad, hacen que mi vida fluya en una armonía amorosa que me lleva en volandas por el mundo, derribando fronteras, deshaciendo y pulverizando límites, accediendo a lo imposible con la mayor naturalidad. Puede que esté en otra dimensión, que esté descubriendo un mundo nuevo, no puedo decir qué es exactamente, sólo puedo alegrarme de que sea.

¿Cuál es tu método?

Hoy me han hecho esta pregunta. Si uno se fija en la palabra, parece sinónimo de la frase hecha "poner toda la carne el asador"; dentro de método está todo y también meto. Así que podríamos asegurar que mi método es poner todo el corazón cuando escribo. Antes de empezar, llenarme de amor, dejar que aflore a la superficie y, con todo el amor que supuro, usarlo de tinta y comenzar a escribir. La página en blanco es el como el filo de una cuchilla, asusta, te mantiene en guardia, pero si, como dije, usas el amor, el miedo desaparece. Te transformas en un pastelero que rellena las palabras de amor para que cuando sean leídas, ese amor se desprenda y pueda ser absorbido, para que llegue a otras vidas, para que los lectores se sientan queridos, su ánimo se recargue, saboreen la sustancia del texto, lo apliquen en sus vidas. El método es sencillo, pero todo lo sencillo requiere tiempo, paciencia, no es flor de un día porque el método es crecer a diario, con cada lectura, con cada relación, con cada pensamiento. Mi método requiere de muchas personas, todas amigas, que me insuflan ternura, me dan amor, amistad, me hacen ver las cosas de manera diferente o incluso me hacen ver lo que no veía, me sorprenden cada día, me alegran la vida. Puede que el método sea no tener método porque hay aportaciones distintas cada día o, incluso, que el método sea nutrirse de esas aportaciones, mezclarlas en mi interior, hacerlas mías y devolverlas al mundo con amor y alegría.

La tribu esparcida de la república invisible

La amistad es algo maravilloso. Hoy pensaba en ello, en por qué es así, por qué mis amigos son mis amigos. Todos tienen algo especial y, a la vez, todos compartimos algo. Hay una cooperación interna, tal vez anclada en el ADN, que debemos descubrir y sacar a flote, dejar que emerja a la superficie. Tenemos las características de una tribu, pero estamos esparcidos por el mundo. Compartimos el cariño y el amor, puede que incluso ciertos gustos, similitudes musicales o literarias, alguna afición común, algunas ideas, nos gustan las cosas bellas, el arte, nos gustamos entre nosotros y nos gustaría mejorar el mundo que habitamos. Hay una república invisible pensada por nosotros, imaginada, soñada, un mundo auto gestionado, pacífico, alegre en la medida de lo imposible, sí, he dicho bien, porque nos gustan los retos y nuestra mirada se fija en lo imposible para conseguirlo. Ese es el futuro de esta tribu esparcida que ha de unirse para hacer visible esta república llena de amor para tener una vida mejor. Nuestras conexiones crecen, la cooperación se hace palpable y un futuro admirable se asoma a nuestros sentidos al sentirnos los más queridos en esta amistad entrañable.

viernes, 26 de enero de 2024

El globo

Agárralo fuerte, me dijo el hombre de la fería, este globo va lleno de gas y no de aire, por eso tiende a ir hacia arriba, se quiere escapar al cielo. Mis padres pagaron el globo, todos sonreímos, y seguimos paseando. Si no sujetaba fuerte el hilo, el globo intentaba escaparse. Inventé un juego de riesgo. Soltaba el hilo y contaba hasta tres y luego lo volvía a coger. Mi padre tuvo que agarrarlo varias veces mientras yo chillaba, el globo, el globo. Pues no lo sueltes, que pareces tonto. Lo solté varias veces más. Mi padre se enfureció, no te voy a comprar nada nunca más. Se quiere escapar al cielo. No digas bobadas. Lo dijo el hombre de la feria. Esa frase me afectó bastante. ¿Estaría reteniendo al globo en contra de su voluntad? ¿Por qué tendía a ir hacia arriba? ¿Tendría a toda su familia en una nube esperándolo? Me sentía mal fastidiándole la vida al globo. El globo no tiene familia, es una cosa. ¿Y eso por qué? ¿Tú qué sabes? Soy tu padre. Ya estamos. Toda la vida diciéndome lo mismo cuando no tenía la respuesta correcta para su hijo el preguntón. Han pasado muchos años, no sé que pasó con el globo; mis padres murieron. No sé por qué me he acordado hoy del globo. Estaba pensando que, tal vez, yo sea el globo. Tengo tendencia a estar en las nubes y también bastantes gases. Pienso en mis amigos lejanos, en que podrían estar en una nube sentados, esperándome y yo aquí, atado a un hilo. Veo que la gente corre. Se ha levantado el aire; se avecina tormenta, dicen varias voces. Me dejo llevar. Voy ascendiendo. Las personas del suelo son cada vez más pequeñas, puntitos negros que se pierden mientras asciendo. Oigo las voces de mis amigos; todos sonríen. Besos y abrazos. Ya era hora, me dicen al unísono.

jueves, 25 de enero de 2024

Rastro de caricias

Soy el susurro que en la brisa anuncia tu alegría. Voy caminando por el instante de la vida, dibujando en el aire las curvas de tu cuerpo, rozando tus poros con delicadeza y cariño. Si ves un rastro de caricias cuando despiertes lleno de gozo y alegría, quiero que sepas que estuve en tu sueño abrazándome a tu vida. Sigue el rastro de caricias que habita en cada una de tus sonrisas, que habita tu paz, que habita tu vida. Soy la sombra de tu pensamiento cuando el amor te anima y el canto de tu alma cuando tu mirada brilla. Sigue el rastro de caricias, es tu camino, son para ti, para que seas feliz cuando tu imaginación me brindas. Recógelas, vístete con ellas, siente mi tacto, estés donde estés, siempre te estaré amando. Me bañaré en tus suspiros, reposaré en tus cantos y por tu respiración iré nadando para habitar tu corazón, para sentir que me sientes, para seguirte amando. Siempre y en todos lados.

Felicitaciones

Hoy es un día de esos en que la gente te felicita. Por estar aquí, por vivir, por haber nacido. Me congratulo con ellos. El mejor regalo en un día como hoy es saber que mis amigos me quieren. En sus palabras encuentro el amor que me hace maravillarme ante la vida. Todos los días deberían ser así. Deberíamos celebrar los cumple días, los cumple horas y los cumple minutos. Celebrar cada segundo. Disfrutar del amor y la amistad. Quiero mandar desde aquí un abrazo cariñoso que abarque a todos ellos, llenarlos de besos, disfrutar de su conversación, saber de su vida. Dejo que mi espíritu se desprenda de mí y vaya por el mundo para agradecer a mis amigos que se acuerden de mí. Los llevo a todos en mi corazón. La música de la vida es, sin duda, la amistad. El compartir cariño y abrazos, el intentar ser feliz a pesar de todo. Estas felicitaciones me han hecho muy feliz. Os quiero.

miércoles, 24 de enero de 2024

Hasta donde yo sé

Lo más hermoso de este mundo es amarte de por vida. Y que la vida no termine para amarte cada día. Y en cada día una eternidad para la alegría. Si estoy triste te pienso y la tristeza termina. Hasta donde yo sé, el amor que me inavade todo lo contamina. Surge de tus sonrisas que mi piel absorbe como vitaminas. En tu mirada un caudal de amor donde me zambullo y me dejo llevar a una isla de placer donde te voy a amar. Por el mapa de tu piel paso mis dedos buscando la miel de mis deseos. Hasta donde yo sé vivir en un abrazo tuyo quiero. Siempre en contacto, fusionándome contigo, siendo tu pensamiento, marcando el ritmo de tu corazón, siendo el aire que respiras y el agua de tu vida, mójate de mí mi amor, báñate en mí, conmigo, bébeme, sé feliz. Hasta donde yo sé quiero ser la canción que cantes en una fresca noche de verano, bajo una luna llena de encanto, quiero estar en tus pulmones y salir en melodía por tu boca de amaranto. Hasta donde yo sé no se puede amar tanto como quiero, no se puede amar tanto como lo hago. Tu amor es el imposible que he alcanzado con mis manos.

martes, 23 de enero de 2024

Entre las tempestades

Vivo. Voy dando tumbos. Aquí solo hay silencio cuando hay mucho ruido. Agitada la gente en el tiempo convulso, tiemblan los pensamientos y no asienta ninguno. La prisa es un virus que se desperdiga por el mundo. Entre las tempestades me planto, observo y medito. Todo tiene que ser compartido: el dolor, la alegría y nuestro cuerpo un ratito. Voy calado hasta los huesos en este tiempo convulso, trabajo entre rayos y truenos, vivo en un barrio con olas de cien metros, pero sigo soñando, sobre todo despierto. Sintiendo amor afectuoso con mis amigos sinceros, cooperando con el prójimo, compartiendo mi talento. Se trata de un sueño lento, pero poderoso, porque, poco a poco, el mundo va cambiando por dentro. Todavía no lo percibimos, pero estos pequeños cambios, auguran un futuro glorioso. Entre las tempestades tropiezo, me levanto y sonrío, tropiezo de nuevo como si fuera un crío. Una mano amiga me levanta y todo mi mal se espanta. No todo es posible pero, con amor, las cosas cambian. Hoy las tempestades brillan con el esplendor de mi alma.

Las estrellas que no existen

Contienen el amor que no se ha ido. Son estrellas que se han extinguido pero nosotros seguimos viendo su brillo. Qué curioso es el mundo, no vemos lo que tenemos delante y seguimos viendo lo que ya se ha ido. Las estrellas son zombis de amor que me hacen sentir mejor. Qué maravilla ver brillar algo que ya no está. Soñar con lo desconocido, creer en el amor que aún no has tenido. Miro al cielo estrellado y veo a mis amigos brillando, puede que aún no estén, pero yo los sigo buscando. Extiendo mis manos, intento rozarlos, caigo rendido y sigo soñando. De niño creía que las estrellas me marcaban el camino, igual que a los magos de antaño. Les ponía nombres, las saludaba, iba tras ellas por prados y campos. Un día alguien me dijo, las estrellas no existen aunque las veas brillando. Pero yo las sigo soñando, las veo en mi corazón, son mis amigos brillando, me van marcando el camino, la senda de mi destino, sus alegrías son el ritmo con el que voy caminando y, cuando una estrella se apaga, no estoy triste porque aparece un amigo a mi lado.

lunes, 22 de enero de 2024

Al perder el amor pierdes la vida

Dice el poeta. Y qué razón tiene. Yo iría un poco más lejos y diría que el amor es la inmortalidad, el futuro, un lugar sin espacio donde no hay tiempo y puedes seguir queriendo por siempre. Por eso morir sea, solamente, perder el amor, porque si mueres amando sigues viviendo sin cuerpo, en los corazones de los que te siguen queriendo. Siempre se ha dicho que el amor es más fuerte que la muerte, tal vez sea lo único más fuerte. Por eso creo que deberíamos tener más miedo a perder el amor que a morir. No un amor, sino el amor. Una trayectoria debería ser el amor en nuestra vida, un camino por el que transitar, con sus zigzags y sus vaivenes, una atracción en esta feria de la vida, un juego donde se acumula amor para tener más vida. Tal vez los entresijos de la existencia nos sean desvelados por un niño que ama, que juega amando, que ama el juego y se involucra, que genera mundos con su fantasía, que vive aventuras todos los días, que nos deleita con su sencillez y con la poderosa energía que desprende su imaginación que parece no tener fin. Es ese niño que se oculta en nuestro interior, que insiste en mostrar su voz, en decirnos, cada día, aquí estoy yo.

La soledad habla

En ella me conozco. Converso sin abrir la boca y me congratulo de viva voz. La soledad y yo somos un equipo. Todo lo que no aprendo en libros me lo enseña ella. Me deshago de la agitación mundana, pongo música de fondo, la soledad me pide clásica y, en medio de dos movimientos, comienzo a escuchar su voz. Los recuerdos del día van pasando, como en un examen de conciencia, y recuerdos más lejanos se van intercalando. La soledad me habla a veces con la voz de otras personas, siempre para dilucidar problemas no resueltos, para terminar conversaciones, para dar las respuestas que no fueron dadas en su momento, porque para la soledad no hay tiempo, y siempre responde, hoy, mañana, o de aquí a tres lustros, se la trae al pairo. Eso me gusta. La soledad habla siempre aunque a veces no la oigamos. Yo ya me he acostumbrado a ella y, si no la oigo, la llamo. No suele tardar en venir y siempre tiene algo que decirme. Muchas veces, después de hablar, bailamos. Es un encanto. No hay nadie que baile mejor que ella; siempre te sigue los pasos. Hay días que se acerca a mi oído y me lo dice todo susurrando y, en esta intimidad más íntima, me alegra la vida, me saca sonrisas cuando debería estar llorando. Cuando la soledad habla hay que estar siempre escuchando.

domingo, 21 de enero de 2024

Cocinando las palabras

Me encuentro. Todo tiene su punto, y esto no iba a ser menos. Las palabras duras no deberían decirse, las muy blandas tampoco. Tal vez ese término italiano de al dente sea también el que convenga a las palabras. A mí, personalmente, me gustan las palabras rellenas, con sustancia, que aporten algo más que significado, que calen a quien se las digas, que lleguen al corazón. Por eso muchas veces las relleno de amor. Y funciona. Si cocinas las palabras, el plagio, la copia, no tienen valor, no funcionan. Ocurre lo mismo con los actores. El mismo texto según quien lo diga cambia completamente. A veces vas al teatro y no sientes nada y, otras, sin embargo, la misma obra te atraviesa, te hace pensar, te motiva. Las actuaciones también se cocinan. Ay, la cocina es tan importante y la mayoría solo la usa para la comida. Con las palabras es esencial la cocina. Los adjetivos trillados hay que cocinarlos bien porque si no pasan desapercibidos. Y aquí me hallo, haciendo de alquimista de las palabras en mi laboratorio de teclas y libros, de páginas y diccionarios, de pensamientos vivos que, si los pinchas, sangran. Con esos pensamientos escribo para que mis palabras lleguen a destino y cumplan su misión. Esas palabras llegarán a ti y te susurrarán los secretos de mi cocina, las oirás respirar, las verás como caminan, como crecen, como se aposentan en tu corazón o en tu cabeza, o en ambos sitios, como te hacen soñar con su peculiar destreza, te insuflarán el amor y el cariño, sentirás todo el mimo que les he dado, volverás a ser un niño cuando te acaricien al estar a tu lado. Cocinando las palabras para ti me encuentro y que adquieran el mejor sabor o, por lo menos, eso intento.

sábado, 20 de enero de 2024

El agujerito

Estaba atrapado. Todo me salía mal últimamente. El trabajo se hacía tedioso, la rutina me abrumaba, pesaba como una losa. Nadie parecía entenderme. Me mantenía en silencio y, cuando hablaba, sólo provocaba risas y ausencias repentinas. Para colmo, en la pared de mi casa había un pequeño agujero que intenté tapar varias veces sin éxito. Me obsesioné con el agujerito. ¿Por qué no se tapaba? Llegué a pensar que había termitas. Después de todos los problemas diarios que se me iban acumulando, al llegar a casa sabía que allí estaba el agujerito. Es verdad que me distraía de mis verdaderos problemas, pero se transformó en una obsesión, en la única obsesión. El agujerito adquirió toda la fuerza problemática de mi vida. No había cosa que me importara más que el agujerito. Colgué un pequeño cuadro en la pared para taparlo y se cayó. Desconozco la causa. El cuadro acabó hecho añicos. Puse otro, pero un extraño viento procedente del interior del agujerito, movía el cuadro provocando un insoportable ruido constante que me perturbaba bastante. No tuve más remedio que quitarlo. Pon un chicle, me dijo la vecina de enfrente. Toma, sacó uno de su bolso y lo cogí. Máscalo y, cuando esté blando, tapas el agujerito. Le hice caso. A mitad de la noche el chicle hacía pompas que estallaban y me desperté sobresaltado. No había forma humana de arreglar el gran problema. Hasta que no arreglara el agujerito no podría arreglar mis otros problemas vitales. Me quedé sentado enfrente del agujerito, encogiéndome ante la vida, mi frustración se hacía grande y yo pequeño. Una luz apareció ante mí. Me había hecho tan pequeño que el agujerito ahora era una salida, mi única salida. Me metí en él, lo atravesé y...se acabaron todos los problemas.

Rozas mi vida

Con la idea de quererme, con la mirada silente que me habla en efervescencias fantásticas que se difuminan en lo cotidiano del día. Rozas mi vida con unas pocas palabras que me envuelven, seducen a mi piel con una caricia sentida cada vez que las oigo, las leo o las pronuncio. Rozas mi vida, desde el pensamiento más profundo emerges proporcionándome alegría. Quieto, desde esta silla, voy a tu encuentro como cada día. Busco en el aire tu fragancia y en la luz, tu sonrisa. Cierro los ojos y te desnudo con el alma y rozas mi vida: el deseo, el cariño, el amor empujan la realidad y me acercan a la vida preferida, a esa vida en que me rozas y me das alegría. El amor se construye con tu roce, dos almas se dan la bienvenida y sus cuerpos se bañan en el goce de un amor compartido de por vida. Rozas mi vida, sí, con tu encanto, tu ternura y tu alegría, y en tu belleza me baño como en un sueño del que no quiero despertar porque todo es cierto.

viernes, 19 de enero de 2024

Te oigo cantar

Te oigo cantar desde mi alma. Tu ternura corre por mis venas y me estremezco con tus miradas. El viento sopla y trae la esencia de tu tacto. Caricias naturales mi piel recorren mientras te oigo cantar desde mi alma. Tu voz sale de mi interior, las nubes escancian tus besos que revolotean a mi alrededor hasta estamparse con dulzura en mis labios y mostrarme tu amor. Oigo tus dulces cantos como entre susurros y, entre las notas, tus labios me van rozando, tus dedos hablan con mis poros de futuras caricias y de que el amor es un tesoro. Desde mi alma te oigo cantar y con el pensamiento te hago los coros. Nuestros gemidos aplauden con un ritmo de placer que va adquiriendo más fuerza aunque no te pueda ver. Te oigo cantar y te siento en lo más profundo de mi ser. Soy tú y eres yo y, el amor, nos ha hecho un único ser. Mi alma canta con tu voz y está a punto de anochecer. Y yo te hago los coros desde tu corazón.

Esperanza revolucionaria

Mantengo viva la esperanza revolucionaria. Es el motor ilusionante de mi vida. El amor me da la fuerza de seguir en el empeño de cambiar esta vida en el mundo. El cambio comienza en uno mismo y se va expandiendo. Tengo el corazón rebosante de amor y, como dice la canción, el amor está en el aire, se puede tocar, es tan intenso que se ha espesado, todo lo que me circunda contiene amor y ha de ser aprovechado para que la esperanza revolucionaria se materialice. Una red de amistad se ha propagado por el mundo, vínculos de amor se han abierto, la cooperación planetaria ha fructificado, los sentimientos mejoran, las relaciones también, se genera arte revolucionario pletórico de amor. El mundo está cambiando a mejor porque la esperanza revolucionaria se acerca, es inminente. Todos hemos de contribuir, cada uno a su manera, poniendo su granito de arena, evitando la violencia, buscando la igualdad, reciclando cuerpo y alma y todo lo que haga falta. Hay muchas cosas por hacer pero ya nada puede parar esta revolución. Está en los libros, en el arte, está en las mil y una formas de amarte.

jueves, 18 de enero de 2024

La vida narrada

Dicen que somos seres narrativos, pero ¿la vida narrada es la vida vivida? Tengo mis dudas. A veces la ficción se acerca más a la realidad que las biografías o los diarios. Los géneros han sufrido una fusión, o más bien una globalización, que todo lo embarra. En mi caso, la vida narrada es la vida sentida. La mayoría de mis escritos salen de mis sentimientos; puede que sea un ser narrativo aunque también emocional. La vida narrada siempre incluye alguna mejoría, entre comillas, con respecto a la vivida. Uno tiene más tiempo para analizar los porqués, las causas y todo lo que quiera sobre lo que ya ha acontecido. La vida vivida es más instantánea, más directa, hay que decidir en el momento muchas veces, se actúa con rapidez y se responde también con rapidez: es el signo de los tiempos. El tiempo para pensar se deja para los pensadores, para los filósofos, la gente corriente no se puede permitir ese lujo, por lo menos, no la mayoría. Y, ante el fracaso, los problemas diarios, cualquier tipo de traba, la vida narrada acaba siendo impostada, la mentira infecta casi todo, sobre todo las informaciones y, el auto engaño, es el virus más extendido. A pesar de todo esto, siempre me he sentido un animal raro, con altas dosis de excepción, por eso, mi vida narrada contiene mucho de la vivida, pero también contiene las transformaciones que quiero pertrechar para mi vida futura. La vida narrada sería pues el adelanto de lo que voy a ser partiendo de lo que soy y de lo que ya he vivido.

miércoles, 17 de enero de 2024

Soy lo que amo

Soy un libro que aún no está terminando, soy quien lo escribe y soy la tinta. Soy también los personajes que lo acompañan porque al ser lo que amo, soy tú, soy mis amigos más cercanos, soy el sol y la alegría, soy el humor y la soledad, la lectura y la dicha, el viaje y el reposo, la quietud y el gozo. Soy tú cuando cantas, cuando pintas, cuando comes, cuando fumas y bebes. Soy la poesía que lees, el verso que memorizas y recitas a escondidas, soy la intimidad y el jolgorio, soy la meditación y la caricia. Soy el pensamiento que vives cuando me imaginas, soy tu excitación, soy el descontrol, el esperma que expulsas, la lágrima que derramas, la carcajada contagiosa, soy la desnudez y soy la rosa. Sí, soy lo que amo, porque lo que amo me define, por eso soy la melodía que bailo, el ritmo que me mueve, los silencios que respiro, soy tu piel y tu pecho, soy tu sexo, soy el amor que te tengo.

martes, 16 de enero de 2024

La cueva

Encerrado en una cueva solitaria de frías paredes me abrigo con cientos de libros que mi alma sostienen. Son las palabras mi compañía; las siembro, las riego, las alimento cada día. Les doy todo mi cariño pues son ellas mis hijas y, cuando ya están preparadas, las mando a mis amigos para que acaricien sus almas. Desde esta cueva fría surgen las cálidas palabras que recorren las pieles de mis almas hermanas. Los corazones se alegran, el amor se filtra por las ventanas, suenan campanas en el interior de los pechos amigos, vibran todos mis sentidos, brillan todas las miradas. Agazapado en la cueva oigo el aleteo de las sonrisas lejanas, se acercan como murciélagos en la oscuridad, lanzando besos como destellos y a mi cuerpo van todos a parar. Son de ellos, me digo, de mis amigos que quiero. Cada uno de mis poros sonríe y una melodía alegre se genera y en la cueva reverbera. Entre las notas hay un mensaje que descifro: el mundo se encoge, actúa rápido. Y sin pensar, beso tu ombligo.

lunes, 15 de enero de 2024

En mi interior suena el mundo

La vida aflora por mis poros y una constelación de estrellas recorre mis venas. Puedo verme en la mirada del otro, sentirme en la mano que me acaricia, descubrir que mi voz ni siquiera es mía, que el amor que contengo es mi alegría, sólo y exclusivamente, porque es compartida. En mi interior suena el mundo que construí miga a miga, cada día, con cada lectura, con cada amistad, con cada suceso que conocimiento me da. Oigo el oleaje de mis dudas, soplar a los vientos de las no certezas, escucho al cambio y sus tormentas, disfruto del silencio y la soledad porque incluso allí siento la compañía que el amor, los amigos y tantas cosas me proporcionan. Me zambullo en los pensamientos como en una piscina privada y, cuando escribo, la hago pública, abro las puertas, todos se bañan, muchos disfrutan. En mi interior suena un mundo, oigo su música, bailo la danza de las palabras, agarro una, suelto otra, doy vueltas con todas y con ninguna.

El nuevo ritual

Para sentirme fenomenal es acordarme a diario de todos mis amigos. Por eso los llevo en el corazón, para que no se pierdan, es como llevarlos de la mano en un paseo vital de este nuevo ritual, todos protagonistas de mis actos, de mi vida. El nuevo ritual requiere grandes dosis de amor y cariño, es esencial, para no olvidarse de que una vez fuimos todos niños, para sentirnos en un juego donde todos compartimos, cooperamos y fomentamos el compañerismo. El nuevo ritual está llenos de sonrisas. Comienza con un poco de poesía, un fondo musical, algunas plantas o, quién sabe, tal vez una barrita de incienso encendida. Agua fresca, luz solar, buena compañía, un pequeño baile y mucha alegría. Si no puedo estar con mis amigos, acordarme de ellos; si no puedo hablar, escribirles un mensaje, con mis mejores deseos, hacerles saber que no sólo están en mi corazón, sino también en mi pensamiento, en todos los actos alegres que me mantienen contento. En este nuevo ritual habrá un rato de lectura, un paseo tranquilo, un momento para estar tumbado, otro para estar desnudo, y otro para soñar que estoy siempre al lado tuyo.

Aprender de nuevo

Creo sinceramente que, para no estancarse, hay que volver a aprender a ver esos pequeños detalles que, con el tiempo, vamos dejando atrás porque nos enfocamos en lo importante, en lo aparentemente principal que, por desgracia, acaba siendo lo habitual, la costumbre de hacer siempre las mismas cosas, con los mismos métodos, de la misma manera. Ese aprovechar el tiempo al que nos han acostumbrado, no nos deja reposar, tumbarnos y meditar a la sombra de una higuera o de un árbol cualquiera. Por eso hay que aprender de nuevo a recuperar esos pequeños detalles, esas alegrías que supone captar los olores cercanos, sentir las miradas, no tener prisa, porque para disfrutar del detalle se necesita tiempo o, más bien, olvidarse de él, como si el tiempo no existiera. Recuperar ese tiempo que pasa desapercibido porque estamos inmersos en el detalle y disfrutándolo, de la compañía amiga, y el tiempo se nos pasa volando precisamente por eso, porque ha valido la pena, el disfrute, la alegría recibida. Aceptar nuestras emociones, comprenderlas, del tipo que sean. Asumir el destino, afrontarlo, volver a la confianza y sentir la alegría que la vida nos ofrece en casi todas las cosas, sea en pequeñas porciones, en grandes o en diminutas.

domingo, 14 de enero de 2024

Tengo la sensación

De estar viviendo en mundos paralelos. La intensidad de mis sentimientos no se entiende de otra manera. Puedo concebir vivencias a través de una mirada, zambullirme en palabras que me provocan recuerdos de una vida no vivida o, tal vez, olvidada. La única explicación factible sería mi ubicuidad en diferentes mundos que, no sé por qué razón, se mezclan en este. Un torbellino de sentimientos, pensamientos, de situaciones diferentes vividas al mismo tiempo, me envuelve y provoca la sensación que tengo. Siento las caricias de manos que están a miles de kilómetros, noto el sabor de labios lejanos, descubro en las fotos pasados compartidos con personas que jamás he tenido a mi lado. Es como un juego de niños, que se vive mientras se está jugando, se generan mundos y aventuras, se palpa la fantasía que transforma la realidad y proporciona al niño sus alegrías. Tengo la sensación de estar en diferentes sitios, de vivir más de una vida, de estar en la playa bañándome y, a la vez, leyendo en un jardín, conversando en un parque, amando en el lecho, en un barco al sol, bajo las estrellas, soñando abrazado a tu cuerpo, besando tu boca despierto. Tengo la sensación de que un cúmulo de maravillosas historias me están ocurriendo en este preciso momento que escribo sentado lo que estás oyendo.

¿Alma o mente?

Parecen ser la misma cosa. El alma, quizá, más divina, y, la mente, más natural, más biológica. Siempre imaginé a mi alma volando por el cielo en busca de otras almas afines, a las que unirse, a las que amar. De niño, creía que mi alma estaba conectada a otras personas, pero algo me dice ahora que tal vez sea la mente. Que el amor, en realidad, no sólo conecta cuerpos sino primordialmente mentes. Por eso puedo amar en la distancia, porque tenemos las mentes conectadas, y tengo más datos de personas lejanas que cercanas que son, sin duda, más certeros debido a esta conexión. Cuando las mentes se fusionan a través del amor, cada palabra usada en una conversación está condensada y contiene mucha más información de la que creemos; las miradas hablan, los gestos comunican, la ternura y el cariño se intercambian, por eso miles de chispas alborotadas aparecen en nuestra piel, en nuestros corazones, los problemas nos resbalan, el mundo se detiene, y sólo importa la mente a la que estamos conectados, el amor que fluye, la maravilla que nada en lo invisible, el portento de la alegría que se difunde por el espacio y llega hasta nuestro interior como si fuera un milagro pero es la conexión más natural del ser humano.

sábado, 13 de enero de 2024

Lo maravilloso de uno

Todo el mundo tiene algo maravilloso en su interior. Para encontrarlo sólo se necesita descubrir a la persona o personas adecuadas que hacen que esa maravilla crezca, se manifieste, a través del vehículo maravilloso también que es el amor. Esas personas son los amigos, y los que hacen que la maravilla surja son los íntimos. Una conexión inexplicable aparece y la alegría comienza a chisporrotear en el interior de nuestros cuerpos al relacionarnos. Las miradas brillan, el cuerpo se excita, los poros se abren, la vida sonríe, surge la maravilla en el fantástico encuentro de dos seres que se aman. Su conversación hace que el tiempo se pare, que el mundo se pare, y el arte fluye durante el contacto, durante la conversación, durante esos silencios íntimos que nos han aposentado en el paraíso durante unos instantes que han parecido eternos. Amar al amigo, disfrutar de su compañía, crear alegría compartida y vivirla juntos hace que uno vuelva a creer en la vida, se olvide de los problemas durante un tiempo y tenga esperanza en el ser humano, en la revolución que tiene que venir para que todo el mundo sienta lo que yo estoy sintiendo ahora mismo. Lo maravilloso de uno está en el otro, el amor es la chispa, el motor de la amistad compartida, la luz que nos da vida.

viernes, 12 de enero de 2024

Instinto natural para lo bello

Este es el verdadero éxito en la vida. Ser capaz de descubrir la belleza. Y si hablamos de personas, la belleza no sólo entra por los ojos, el verdadero potencial de la belleza lo vemos con el corazón. Nuestros actos nos hacen bellos, nuestra personalidad nos da hermosura. Hay personas que las vemos por primera vez y nos pasan desapercibidas. Todos somos repeticiones, unas mejores que otras, pero la belleza física es como la bolsa, puede subir y bajar, depende de nuestro comportamiento, de nuestra actitud ante la vida. El instinto natural para lo bello te hace ver la ternura, te ayuda a ver la belleza en lo que la sociedad llama defectos. Se fija en los pequeños detalles que son los que más dicen de uno mismo. Cómo afrontar una equivocación, saber reírse de uno mismo, no mirar por encima del hombro a nadie, amar sin esperar correspondencia o teniendo a la persona amada a miles de kilómetros, tener amigos de todas las formas y colores, de todos los tamaños y edades, porque el instinto natural para lo bello no tiene limitaciones. Descubrir al artista que todo el mundo lleva dentro, potenciarlo, animarlo, construir, crear el universo, un universo nuevo, lleno de amor y belleza, de paz y alegría, donde los amigos son familia y el arte, su compañía.

jueves, 11 de enero de 2024

¿Estamos permanentemente en otra parte?

Cuando era niño me decían a veces, cuando reclamaban mi atención y yo prefería seguir fantaseando, que estaba en las nubes. Podía estar en cualquier parte, los niños tienen ese poder. Pero cuando te haces adulto las cosas cambian. Estás en casa pensando en el trabajo y viceversa, en el trabajo pensado en qué harás cuando llegues a casa. Estás conectado y el mundo de tu alrededor desaparece y se abre ante ti un mundo internáutico donde evadirte y sentirte distinto. Pero no tiene por qué ser así. Podemos mantener ambos mundos. Y las conexiones no tienen que buscar exclusivamente la evasión, podemos encontrar también el conocimiento, igual que hacemos amigos en nuestra ciudad, y los conservamos con conversación y trato afectivo, podemos hacer lo mismo al conectarnos. Esa es mi intención. También hay que saber dosificar los tiempos y saber hasta dónde podemos abarcar. Mis relaciones afectivas cuando me conecto son maravillosas, pero no son así las de la mayoría de la gente. Por eso, aunque parezca estar en otra parte, mis amistades recalan todas en mi corazón, y las llevo donde yo voy. Agrando el conocimiento y busco el contacto, la tercera dimensión. Por eso es tan importante la sinceridad, aunque todos actuamos un poco y queremos mostrar lo mejor de nosotros mismos, no podemos ocultar la verdad y mucho menos tergiversarla. Por eso intento estar en las nubes pero mirando a tierra, disfrutar del momento pero soñando con esas nubes, viendo el horizonte y generando nuevos, buscando la ubicuidad que poseía de niño.

MIs amigos

Mis amigos son la alegría. El amor que siento por ellos me da la vida. Puede, incluso, que alguno no lo sepa, pero su felicidad me hace feliz a mí también. Cuando quieres a tus amigos, cuando los amas, la empatía está en sus momentos más álgidos. Por eso amar nos beneficia tanto. El amor es dar, darse, pero cuando uno ama al que más da, sin darse cuenta, es a sí mismo. La piel reluce, la mirada brilla, el corazón bombardea en estéreo, los pájaros cantan, tocan y bailan; las nubes van rellenas de amor y, cuando llueve, el agua escanciada son miradas dulces, caricias tiernas y besos tan esponjosos como las propias nubes. Todo lo transforman mis amigos. La tristeza se evapora si me abrazan. Los problemas desaparecen cuando conversamos y una tranquilidad maravillosa aparece en los silencios a su lado. Uno es feliz sólo por estar a su lado, por compartir el aire que respiramos. Cruces de miradas que hablan, gestos que aman, sonrisas y carcajadas que dulcifican la vida y la hacen menos pesada. Sueño con un gran jardín de amigos, con cultivarlos, con jugar como niños, con vivir rodeado de amigos.

miércoles, 10 de enero de 2024

Mi alma está desnuda

Abrázame el alma desnuda, quiero sentir tu calor. Allá donde estés, abrázame el alma desnuda, haz vibrar mi cuerpo con tu precioso tacto, regálame esos lindos labios y creemos unos besos milenarios, hagamos de nuestro amor sempiterno don, dicha suprema de un futuro cercano. Colonizaste mis sueños, habitas en mi corazón, revoloteas por mis pensamientos y disparas mi imaginación. Eres el motor, la esencia, la pieza clave de un amor que estudiará la ciencia. Abrázame el alma desnuda, no la sueltes nunca, unidos para siempre. Cada palabra que pronuncio me hace sentirte más cerca. Mis pezones se endurecen al contacto con tu lengua. El pensamiento activa mi imaginación, y la imaginación los sentidos. Puedo sentir nuestros cuerpos unidos y las almas abrazadas. Un grupo de hadas canta nuestras delicias mientras se generan albricias que maravillan nuestras vidas. En cada movimiento te siento. Mi piel es tu piel y mi tacto es tuyo también. El amor me ha transportado a este planeta de alegría donde puedo sentirte cada día. Gozo al verte, disfruto oyéndote, eres el causante de mis alegrías.

martes, 9 de enero de 2024

Vengo de ninguna parte

Dispuesto a comenzar todo. Tengo el corazón, cuerpo y alma llenos de amor. Vengo de ninguna parte dispuesto a amarte. Este es el inicio increíble que quería mostrarte. Una revolución que comienza con un beso, una caricia, un abrazo, unas palabras de amor. Si estás escuchando esto formas parte de la resistencia cooperante. La paz surge de nuestro interior. El amor es la semilla de un mundo mejor. Pon tu parte. Colabora amando. Disfruta de la vida, de tus amigos, conversa, todos estamos vinculados. El amor es el lazo que nos une, el que nunca oprime, todo lo da y nada te pide. Vengo de ninguna parte a estrecharte entre mis brazos, a beberme tus lágrimas con besos, a saborear tus sonrisas y compartirlas, tu felicidad me da la vida. Baila conmigo, cántame algo, quédate en silencio a mi lado. Vengo de ninguna parte con la única misión de amarte. Ser parte de tu vida es mi mayor alegría, y soñarte mi deseo de cada día. El amor es el inicio de todas las cosas, de donde venga nunca será importante, porque todo comienza ahora, justo en este instante. El momento del amor ha llegado y es imparable.

Todo lo que se muestra

Uno no es todo lo que muestra, por lo menos no sólo. En las redes sociales vemos personas, tenemos amigos y, muchos de esos amigos, creen conocernos, pero solo te han idealizado. Debemos contar con esta premisa. La mayoría de personas sufrimos, tenemos defectos, y esas cosas no quieren mostrarse. No digo que haya que hacerlo, solo que hay que presuponer que existen aunque no las conozcamos. Pensemos que la vida se compone de dulce y amargo. Para mí dulce es la amistad, sea en tres dimensiones o en las redes. Amargo es el trabajo, personas que ponen trabas, que hacen zancadillas, que compiten las veinticuatro horas del día. Dulce es escribir, leer, la música, la siesta, viajar y, en esos viajes, conocer a amigos de las redes sociales, como muchos dicen, desvirtualizarlos, añadirles la tercera dimensión que les falta, poder abrazarlos y compartir la existencia. Aunque muchas veces no nos conocemos ni a nosotros mismos y es ahí donde comienza una cadena de errores en las relaciones. Por eso para mí la desnudez es mostrarse como uno es, con su barriga, su calvicie, sus canas, sus arrugas, pero también intentar sacar el interior, que puedan ver mi alma, aunque sea en la distancia. Y cada vez que uno se muestra también conoce a los demás. La sinceridad es un ingrediente esencial para que las cosas importantes funcionen, como por ejemplo, el amor. Sin sinceridad el amor no puede existir, aparece otra cosa. Con la amistad ocurre lo mismo. Por eso, en mi coctelera particular tengo el amor, la amistad, la sinceridad y la cooperación; agito, bebo, aprendo, muestro, observo y, sobre todo, amo.

lunes, 8 de enero de 2024

Un cielo que enamora

Miro hacia arriba y extasiado me quedo con lo que veo: un cielo que enamora. Entre las nubes veo tu rostro, tu sonrisa aparece, nuestras miradas se cruzan, tus caricias me envuelven. De pronto, me haces cosquillas, se mezclan las carcajadas. Miro hacia arriba y es una tormenta, la lluvia moja mi ropa, pero yo pienso que es un cielo que enamora, y las gotas que me tocan son tus besos, y bailo y chapoteo en ellos, en los charcos que se forman. Y no se puede estar más contento pues toda la naturaleza procura tu acercamiento, y lo que para otros es viento para mí es caricia y las gotas, como dije, besos. Y en este cielo que enamora estás tú ahora y yo te contemplo, te siento, te abrazo y recibo tus besos como el mayor regalo y dejo que mi piel recorran, que me descubran, que despierten el amor que guardo para este cielo del que estoy enamorado.

Cúmulo de maravillosas casualidades

Maravillosa casualidad de haber nacido, de estar en el mundo, de ser; de haberte conocido, de contemplar tu belleza y tu ternura, de sentir que mi alma es tuya, de soñar con tu cuerpo tantas veces, de amarte y de, algún día, poder tocarte, mostrarte mi amor con besos y caricias, estrecharte entre mis brazos, decirte lo que ya sabes pero que nos alegra la vida. Maravillosa casualidad de, a pesar de la distancia, poder verte cada día, de que mi corazón palpita por ti y de que este cúmulo de casualidades no es flor de un día. El amor es la revolución de mi vida, la esencia de mi destino, la fluidez de mi sangre divina. El amor está en el aire y, al respirarlo, al encontrarte, al verte, al sentirte, al amarte, esta maravillosa casualidad es mi alegría diaria que crece, que va generando esperanzas y también futuro, porque este presente de amor es nuestro amor puro que avanza hacia su meta, hacia el encuentro, hacia la dicha discreta de este humilde anacoreta. Maravillosa casualidad que tu amor saliera a mi encuentro y diluyera mis lamentos transformando mi existencia en una sonrisa constante. Sonríe tu mirada y sonríe mi corazón y sonreirán nuestros cuerpos cuando encuentren su unión en, obviamente, una maravillosa casualidad.

domingo, 7 de enero de 2024

Tan cerca

Que habitamos el mismo instante. Nuestro espacio fusionado. Nado en tu cuerpo sumergido en tu alma. Tan cerca que puedo tocar tu piel desde dentro, desde lo más profundo de tus pensamientos. Cuando respiro te huelo y mi aliento contiene tu aliento. Es lo que siento. Estás presente en todas mis alegrías, eres la esencia que las fomenta, eres mi sol, eres mi vida. Habito en tus gestos, estoy en todos tus movimientos. Somos uno en dos cuerpos. Sincronizados por el amor. Mis labios se arquean cuando sonríes y, en cada uno de tus sueños, puedo sentirte, tocarte, notar tus manos acariciándome. Tan cerca que el aire me sabe a tus besos y la brisa me abraza con el calor de tu cuerpo. Tan cerca, siempre tan cerca.

Frases estúpidas

Yo me he hecho a mí mismo. Si quieres, puedes. Nunca nadie me ha ayudado. Hay que ser más positivo. Respeta mi opinión. Todos lo hemos hecho. Y muchas más frases que son igual o más estúpidas que las que he citado. Pero nos pasan desapercibidas, son naturales, nos parece normal y razonable decirlas e incluso creemos que tienen sentido y son ciertas. No las cuestionamos porque si lo hacemos empezamos a darnos cuenta de lo estúpidos que somos por usarlas. Yo me he hecho a mí mismo. ¿Cómo? Y tus padres, ¿no tienen nada que ver en el asunto? ¿No has recibido educación, no te han alimentado? Como no estamos habituados al esfuerzo, cuando nos esforzamos un poco, aunque sea exclusivamente para nosotros mismos, nos creemos con el derecho de decir semejante estupidez. Si quieres, puedes. Y claro que puedes soltar sandeces, de ahí estas frases. Si quieres ser invisible ¿puedes? ¿Puedes ser inmortal, volar, no sufrir? Para volar hace falta ayuda, pero claro, nunca nadie me ha ayudado, así que nos olvidamos de volar. Pero hay que ser más positivo. ¿Más positivo que quién, que cuándo? ¿Qué es ser positivo? ¿Que tras un cúmulo de desgracias sonría? ¿Que no me queje? ¿Que ponga la otra mejilla? No, gracias, solo tengo dos y no quiero poner ninguna. Respeta mi opinión. Tampoco quiero. Hay que respetar a las personas, no las opiniones. Las opiniones pueden ser una cagarruta descomunal, ¿por qué habría de respetarlas? Todos lo hemos hecho. No, no todos cometemos los mismos errores y, aunque así fuera, no nos libra de las críticas en el momento de cometerlos. No todo el mundo roba, ni se emborracha, lo que hacemos o hemos hecho nosotros no tienen por qué haberlo hecho los demás. Será parecido, pero no idéntico y tampoco no en todos los casos.

En ninguna parte

Estaba antes de nacer. Soy el inicio, el origen, todo empezó cuando yo llegué. Suena presuntuoso, pero así es como es. Y el mundo se acabará cuando muera. Somos los mundos que están en este. Es curiosa esta existencia, donde no se quiere hablar de la muerte, donde nos convencemos que llevamos aquí toda la vida, y que ese toda la vida significa siempre. Pero todo eso son una sarta de mentiras. Aunque nos apaciguan. También decimos venir al mundo cuando nacemos. Todo está lleno de mundos y munditos. Pero yo estoy convencido, me ha costado unos años darme cuenta, que no vine al mundo sino al amor. A ese amor que es solo uno, que perdura, que no muere, que se expande, porque no es mundo sino universo, incluso más que eso. Y aunque venga de ninguna parte siempre voy a amarte. Y aunque te mueras pienso esperarte. El amor es una locura que está en todas partes, que no tiene tiempo ni espacio, ni falta que le hace. Y aunque antes de nacer estuviera en ninguna parte yo ya te amaba sin ser, sin estar, sin tiempo, pero con arte. De dónde vengo y adónde voy no es importante, sólo el amor que voy a darte.

sábado, 6 de enero de 2024

Veo

En las miradas que sonríen, en las caricias que protegen, en esos besos que nos curan, en las sonrisas dulces que nos cuentan lo alegre de la vida, sí, en todo eso veo el amor que cala en mí y perdura. Veo en tu rostro lleno de ternura, en tus actos felices, en las cosas que me dices, la vestimenta que mi desnudez procura. Soy tu aliento, el calor de tu sabor, soy el viento que refresca tu piel, la brisa que surfea entre tus pelos, soy el frío que envuelve tus anhelos y el calor de tus lujuriosos deseos. Soy el silencio que veo, la oscuridad que oigo, soy la bruma de tus sueños. Soy la arruga de tu sábana que acaricia tu cuerpo y, en ese pliegue que te provoco en la piel, mientras duermes, deslizo unos pocos besos. Veo tu alma que se acerca y conecta con mi mente, almamente, me digo, y comienza la fiesta en el centro de tu ombligo. Veo una aureola de amor que me envuelve, mi corazón se agita, mi alma sonríe, mi cuerpo se alegra y tu imagen pervive.

Especula

Especula político, saquea gobernante, abusa del ciudadano, a eso nos has acostumbrado. No te olvides de seguir mintiendo, infla de dinero público al poder mediático, susúrrale el guión al tertuliano, que no paren de mentirnos, a eso nos has acostumbrado. No te preocupes, te seguiremos votando. Porque cuando vengan las elecciones nos asustarás diciendo que viene el malo. Si es que somos como niños, aunque mucho más tontos, porque después de votar siempre nos quejamos. Es que no ha hecho lo que prometió, recriminan algunos, ahora no es el momento, te dicen, y lo aceptas, a eso nos han acostumbrado. Hay un bulto debajo de la alfombra, es la corrupción, ¿cómo lo arreglamos? Pon encima el televisor, a eso les hemos acostumbrado. Diles blanco cuando sea negro y negro cuando sea blanco, asústales con el malo, son como niños, aunque más tontos, llevan décadas soportándolo, a eso les hemos acostumbrado.

viernes, 5 de enero de 2024

Lo que nunca sucede

Lo buscaba, quería que sucediera, esa ilusión truncada, esa esperanza muerta. La vida no vivida, ¿qué hacer para la sentirla? Hay una barrera infranqueable, un muro impenetrable entre lo que sucede y lo que no. Empecé a soñar imposibles y, a la par, apareciste tú. Y lo que no podía ser, fue. Y el amor que no estaba, vino. Ese amor que es la esencia de todas las cosas que valen la pena. Y así fue como lo que nunca sucede empezó a ocurrir todos los días. Esa vida no vivida era la única que sentía. No es real, me dicen. Todo es producto de tu sugestión, añaden. No se puede amar en la distancia, afirman, postulan, dictaminan. ¿Y eso por qué? A lo largo de mi vida, siempre que no se ha entendido mi forma de actuar, mi respuesta ante situaciones, se me ha tildado de loco. Lo mejor sería ampliar el conocimiento, abrir nuestras mentes a nuevos enfoques, a nuevas respuestas y argumentos en vez de buscar la locura del resto. Ampliar horizontes, transitar nuevos caminos, tener al amor como origen y destino. ¿Qué puede haber mejor? Lo que nunca sucede ya me ha sucedido.

Lo que siento por ti

Puede que empezara con el deseo y con ciertas ganas de sexo que el deseo genera. Pero no es solo eso. Porque el deseo solitario posee una efervescencia que desaparece en pocos instantes, se necesita algo más para que el sentimiento funcione. Apareció el cariño, seguido de la ternura, y una esperanza pura que me ilusionaba como un niño. Te veía y todo mi cuerpo se llenaba de alegría. No mucho tiempo después, tras el cruce de palabras, el conocimiento mutuo, la observación de todos tus detalles, tus sonrisas, tus miradas, tus posturas, todo lo tuyo me comunicaba algo. Y surgió un amor espontáneo. Uno no busca el amor, es el amor el que te encuentra y, cuando te quieres dar cuenta, habita en tu corazón. Lo que siento por ti es un acto creativo, es lo más bello, es un mundo contigo. Contemplarte es un arte. Inmerso en este acto creativo de amarte, la música me da placer si pienso en ti, viste y acompaña mis ensoñaciones. Cuando te pienso mi corazón se alegra y en mi cuerpo hay una fiesta. Bailo contigo al son de lo que escribo. Las palabras acuden a mí, me susurran cosas tuyas, muchas contienen tus besos y caricias y, al leerlas, mis labios se humedecen, cobran vida los besos y aparecen, tus caricias me estremecen, y la maravilla de amarte me proporciona la maravilla de sentirte. Mis ojos brillan porque contienen todas tus sonrisas. Lo que siento por ti es no darme cuenta de mis pasos, es una conversación continua, en silencio, dos almas parlanchinas, flotando, de la mano o fundidas en un abrazo. Así es mi vida.

jueves, 4 de enero de 2024

No sé dónde ni cuándo

Pero sé que te estoy amando. Mi corazón no sólo se excita cuando veo tu imagen, cuando te pienso, cuando te sueño; también se alegra y sonríe y presiente un encuentro para tenerte aún más cerca de lo que te siento. Mi corazón lleva tu ritmo y mi pulmón, tu respirar intenso. La brisa me trae tu contacto y la lluvia tus besos. Y no, no estoy soñando, es lo que siento. Tu respiración en mi piel, el calor de tu aliento, y en mi paladar tu sabor y en mi cara, el recorrer de tus labios, lento y fiero. La humedad de tu lengua en mi cuello. Tu sonrisa alegrando mi oído, tu presencia mi mundo, tu persona mi universo. No sé dónde ni cuándo pero te estoy amando desde el principio de los tiempos. El origen de la vida fue nuestro encuentro y hacia ti vuelvo con los brazos abiertos. Nuestro amor es eterno por eso te siento en la soledad, en la noche, en lo más profundo del infierno. Nada puede exterminar este amor sempiterno. Es mi universo que se expande hasta tocarte con los dedos. No sé dónde ni cuándo pero, por si acaso, te pienso en todo momento. Mi amor te envuelve, llegó antes que mi cuerpo. Un susurro en el aire cruza entre tus pelos: es un te quiero que te lancé hace un tiempo.

Soy un niño sin descanso

No me dejan, todos quieren controlar mi espanto, moldear mi actitud. Me llueven consejos en una tormenta de ineptos. No imagines tanto, me dicen. Quieren mitigar lo más bonito de mi pensamiento. Por eso no puedo parar, ni dormido descanso. Cuando la tristeza me sigue despierto, sueño que estoy jugando. Voy a seguir creando el ánimo, la predisposición, la forma de continuar amando. No puedo parar pero tampoco quiero ni debo. Soy un niño sin descanso que descifra las reglas del juego y, de pronto, descubre que, la más importante, es saltarse las reglas, atravesar el espejo, mirar hacia dentro, soñar despierto y estar lúcido en el sueño. Voy caminando por el límite del destino a pequeños saltos, a trompicones, parece que bailo y entre lágrimas sonrío y ciertas risas me producen llanto. Voy descubriendo que este juego siempre está cambiando. Ciertas esencias permanecen pero pocos lo perciben, han caído en la trampa del juego no jugado, de la vida seria y con prisas, del amor superfluo y el materialismo práctico. Busco en el mundo otros niños para seguir jugando, pero no me dejan, todos quieren controlar mi espanto. Qué juego tan raro. Soy un niño sin descanso, abro los brazos y abrazo a todo aquel que me está pensando.

miércoles, 3 de enero de 2024

Donde no queda rastro de la muerte

Sin duda, es en la memoria, porque allí los muertos reviven. En la memoria despierta y en la memoria dormida, en esos sueños de almas muertas que renacen en el mundo onírico. Y también en la memoria cultural, donde en las páginas perdura la existencia del pasado, la alegría antigua, el humor lejano. Aquí, en estas memorias, la muerte se disipa, es una niebla tenue que diluye el sol de la memoria. Recordamos con el corazón y nuestros muertos viven en pequeños detalles. Me descubro cantando canciones de mi madre, respondiendo como mi padre a conversaciones intrascedentes, escuchando sinfonías mientras tarareo y simulo que dirijo una orquesta, como hacía mi tío. Estas acciones han pasado a formar parte de mí, han aparecido con la edad, tal vez sea una argucia de la memoria para mantener con vida a la familia. La personalidad se compone de pequeños retales ajenos y algunos propios. Somos repeticiones de repeticiones, especiados con sutilezas ligeramente diferentes, variantes de repeticiones, parecidos entrañables. Nuestra originalidad busca el origen donde no queda rastro de la muerte.

martes, 2 de enero de 2024

Pero ¿qué es ser uno mismo?

Un texto me lleva a otro. Tal vez puede que me descubra un poco más con cada texto. Voy indagando, eso es cierto, pero, ¿qué es ser uno mismo? ¿Reafirmarse como individuo? No lo creo. A lo mejor la solución está en la misma frase, la solución está en las palabras. Ser uno mismo, ser uno y el mismo. Tú, yo, él, todos, siendo uno y el mismo. Puede que ese sea el destino al que nos lleva el descubrimiento personal, a darnos cuenta que todos los individuos somos el mismo, diferentes opciones, diferentes posibilidades de lo mismo, caminos que se bifurcan pero que, al descubrirse de verdad, se vuelven a juntar en un solo camino, el único. Al igual que hay otros mundos pero están en este, hay muchos unos pero todos son el mismo. Son sólo matices los que nos diferencian incluso con otras especies. Y, como siempre, el nexo de unión es el amor. Empatizar con el entorno, con la naturaleza, el verdadero dios del que formamos parte todos que, por cierto, somos uno. Cuando uno no está bien consigo mismo lucha contra los otros, ya sean otras personas, otros países, otras razas...eso no importa. La lucha siempre es contra matices superfluos hinchados con un valor inexistente, falso. Y nunca se encuentra la paz, la calma, la dicha, con la lucha. Por eso, ser uno mismo nos implica a todos. Los sistemas imperantes nos individualizan, nos cosifican, nos hacen competir, y entramos en una guerra interminable, como ratones corriendo en su rueda, sin destino, sin descanso. De ahí que lo verdaderamente revolucionario sea la cooperación, el amor, el ser uno mismo. Uno y el mismo.

Palabras que salvan el alma

En medio del tráfico diario, la ciudad chilla alborotada, la mayoría ha sucumbido a la droga de la prisa, al embrujo metálico, al no parar, a un producir constante que no lleva a ninguna parte. Hechizados por cualquier cosa, no hay que perder ni un segundo, los competidores están al acecho en la selva del éxito. La gente está agotada, pero sigue corriendo. Cada día se duerme menos, no hay descanso verdadero, no hay concentración, se pierde el hilo, las mentes son pulgas saltarinas, la atención muere a los pocos segundos. Todo se quiere al momento y, si no puede ser, ser rechaza deprisa. La masa se mueve como un organismo vivo. Algo me incita a parar. A contracorriente, como un salmón embravecido, me quedo quieto delante de un mendigo. Sé tú mismo, me dice. Enseguida me doy cuenta de que es más rico de lo que parece: es un sabio, tal vez un ombligo, el ombligo de la ciudad en que vivo. Sé tú mismo, me repito. Y mi alma resquebrajada empieza a recomponerse, vuelve a funcionar el mecanismo. Mi mundo se ha detenido, nada me estorba. La prisa que me agobiaba agoniza en el camino. Ser uno mismo es el destino. Descubrirse, desprenderse de lo banal, acariciar la esencia principal, amar con la calma de la eternidad.

lunes, 1 de enero de 2024

Cuando comprendes

Que la vida es empatía y la conciencia colectiva. Que has de generar amor cada día pues el amor es la energía que hace avanzar el mundo, y el odio y la codicia lo paraliza y hace retroceder. Cuando comprendes que la amistad es el fenómeno natural que alivia todas las penas importantes, las del alma, que las alegrías mejoran nuestra calidad de vida. Cuando comprendes que la cultura te ayuda a descubrirte, a saber enfrentarte a los problemas cotidianos, a pensar y meditar, a viajar desde una silla, a otro país, a otra época, a otra vida, a otro planeta, a otro universo, o a la vuelta de la esquina. Cuando comprendes que la esencia de la vida es el sentir, el compartir, el cooperar y el ser feliz o, por lo menos, intentarlo. Cuando comprendes todo eso, esta vida complicada parece más sencilla. Te dedicas a repartir sonrisas, besos y caricias. A compartir lo bueno de este mundo con otras vidas. Y recomiendas un libro, una obra de teatro o una película, cuentas un chiste o escribes un cuento, cualquier cosa con tal de mejorar la vida del resto.

Tu cariño y sus efectos

Si alguien me habla con cariño, parte de mí vuelve a ser un niño. Y todos mis poderes aparecen. Descubro la ternura en las miradas, hay amor en los gestos que me lanzas. Si alguien me habla con cariño, me siento desnudo y protegido, mis poros se abren y los pelos se erizan con sigilo. Siento tus dedos que me hablan, que leen mi piel con tu cariño. Siento tu amor en la distancia como una música interna que me abraza, y tus labios, andan inquietos por mi cuerpo, buscando, saltando, jugando, con la misión de crear un beso.