domingo, 30 de octubre de 2016

La soledad que aguanto

Cada día es mayor. Voy descubriéndome, adquiriendo conocimientos, disfrutando de pequeños logros personales con los grandes logros de otros, absorbiendo, en definitiva, la cultura, el conocimiento, la ciencia del mundo, la sabiduría que recorre la historia. Todo lo mejor ocurre en soledad aunque no nos demos cuenta, porque en mi soledad sigues estando tú como la persona que más cuenta, tu amor sigue creciendo en mí, el recuerdo y la imaginación cubren tu ausencia y, aunque en soledad, disfruto tu presencia. Mi corazón rememora tus palabras y mi pensamiento siente tus caricias y en esta soledad que aguanto tu me acompañas tanto, tanto, que se aglomeran en mi las alegrías, y, permaneciendo solo, disfruto de múltiples compañías. La música me viste y las lecturas me cantan, los pensamientos caminan conmigo y los proyectos danzan, la imaginación crea mi vida futura en esta soledad tan acompañada. Puedo oír tu voz y reproducir tus palabras que cada día se hacen nuevas pues nueva es la sensibilidad que las atrapa, al vuelo, sí, al vuelo en esta soledad que ameniza mi vida y armoniza mi alma. Y es esta soledad que aguanto la que me libra del espanto, y hace que mi amor crezca tanto, tanto, que si cierro los ojos siento el calor de tus brazos.

domingo, 16 de octubre de 2016

De nuevo

Otra vez me despierto con ganas de ordenarlo todo. Otra vez creo que es posible que aquel amor perdido pueda resucitar. Otra vez, henchido de ganas de cambiarlo todo, recorro la habitación con un cuerpo nuevo y, con ojos nuevos, vuelvo a decorar la imaginación con fantasías y propósitos recién nacidos. Otra vez es domingo. De nuevo un día entero para reconstruir una vida, para pensar que todo puede ser mejor, para soñar con que el amor aterriza a mi lado y, de la forma más natural, toma mi mano, caminamos, nos conocemos en silencio, construimos juntos un templo invisible de besos que abriga nuestros humildes deseos de libertad. Otra vez dos cuerpos que se regalan caricias, que se abrazan en el mundo, que se achuchan en la historia, otra vez el amor inunda toda mi memoria. Otra vez es domingo y, como un niño, cambio las cosas de sitio, retiro el polvo, ordeno un poco, escucho música, bailo y sonrío. Otra vez, de nuevo es domingo y respiro amor, bebo cariño, sorbo a sorbo, se me ordenan las ideas, se me limpia el corazón y mi cara se alegra porque unos besos soñados se han aposentado en mis labios otra vez de nuevo en domingo.

martes, 4 de octubre de 2016

Las alas del entusiasmo

Me han alzado a un vuelo inusitado. Me llaman loco cuando solo estoy enamorado. Sí, enamorado, de la belleza, del conocimiento, de los sueños a tu lado, de la música del corazón, de la creación de un mundo igualitario, donde todos podamos soñar y vivir los sueños que soñamos. Las alas del entusiasmo me dirigen al sublime lugar donde la verdad ha actuado, donde la participación es costumbre y, el pensar, de uso diario. Una red de relaciones voy sobrevolando, la saludo con el pensamiento y descubro en este maravilloso diálogo la bondad del mundo que habito y en el que estoy participando. Vuelo por un cielo que, con anterioridad, mi mente ha trabajado y el conocimiento que adquiero va construyendo el mundo que quiero y al que amo. Con cada aleteo crece el entusiasmo. Todo parece perfecto porque lo es, y no estoy loco, solamente enamorado. Por eso voy a seguir volando.